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jueves, 11 de abril de 2019

150 AÑOS DE FERROCARRIL EN BELMEZ – EL LIBRO

Uno de los objetivos que nos proponíamos cuando creamos nuestra asociación era el de promover el conocimiento de todo lo relacionado con la minería, la industria y los ferrocarriles de esta cuenca, y qué mejor que publicando libros sobre ello.
Hace un año, por estas fechas, anunciábamos una serie de actividades conmemorativas de los 150 años de la llegada del ferrocarril a la cuenca del Guadiato, que culminan ahora con la publicación del libro “150 años de ferrocarril en Belmez”, con el que se pretende hacer un repaso de la historia de las cinco líneas férreas que recorrieron la comarca.
En los últimos años se han publicados libros que tratan de cada una de ellas, pero esta obra pretende añadir más información y datos que quedaron fuera de esos libros.

Para llevar carbón a los centros de consumo, en 1868 se abrió la línea de Almorchón a Belmez y cinco años después la de Belmez a Córdoba.
Por la necesidad de transportar el carbón desde las minas a los lavaderos y estaciones se construyó en 1887 el ferrocarril minero a Santa Elisa, origen del que años después se conocería como La Maquinilla, desde Cabeza de Vaca, en Belmez, hasta El Porvenir de la Industria, en Fuente Obejuna, pasando por el Cerco Industrial de Peñarroya.
En 1895, la SMMP construyó la línea de vía estrecha desde Fuente del Arco, para el suministro de mineral de plomo a la Fundición de Peñarroya. Al mismo tiempo esta sociedad construía una línea de Puertollano hasta San Quintín, por lo que se propuso la unión de Puertollano con Peñarroya con un ferrocarril de ancho métrico, lo que se consiguió finalmente en 1927.
El ferrocarril en sí mismo y las relaciones entre las compañías propietarias (SMMP, MZA y Ferrocarriles Andaluces) influyeron decisivamente en la economía y la sociedad de la cuenca minera durante décadas, dedicando este libro varios capítulos tanto a las vicisitudes surgidas en la construcción de las líneas, como a diversos aspectos directamente relacionados con el ferrocarril en sus primeros años: relaciones económicas, urbanismo, comunicaciones, política, movimiento obrero, etc.

Una de las novedades del libro: Ofrecer en color imágenes que hasta ahora solo se conocían en blanco y negro
Como no puede ser de otro modo, también se ocupa de describir cómo evolucionaron los viajes en tren a lo largo de estos 150 años, con numerosos testimonios de sus usuarios, analizando los recorridos, los tiempos que se invertían en estos viajes, los trenes utilizados y las tribulaciones de los viajeros.
La nacionalización de las líneas supuso un cambió en la gestión de las líneas y una relativa mejora en los trenes, pero no acabó con los problemas que tenían desde hacía años, dedicándose varios capítulos a repasar esta evolución en la segunda mitad del siglo XX y la decadencia del transporte por ferrocarril.
Un capítulo se dedica exclusivamente a las estaciones y casetas. Otro, al transporte por carretera, su evolución y su relación con el transporte ferroviario. Y otro, al uso que en esta comarca se dio al ferrocarril durante la sublevación cantonalista de 1873, la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil.   
Aspectos tan variados como el ocio (ferias, fútbol, toros, etc.), el comercio de todo tipo de productos y la sanidad, también tienen sus correspondientes apartados, sin olvidar el transporte de productos agrícolas y ganaderos.
Por último, se explica el cómo y el porqué del cierre de estos ferrocarriles y el uso final de la línea Almorchón-Belmez-Córdoba como tren del carbón.
En sus casi doscientas páginas se recopilan más de trescientas fotografías y documentos que, sin duda, hacen muy didáctico su contenido y más apetecible su lectura.  

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miércoles, 4 de julio de 2018

Sobre la Vía Verde de Sierra Morena

Tal como anunciamos, el pasado  23 de junio fuimos invitados a participar en una jornada sobre la Vía Verde de Sierra Morena, desde Córdoba a Cerro Muriano.

Aunque la tarde fue calurosa, fueron muchos quienes asistieron a interesarse por el patrimonio histórico-industrial de Cerro Muriano, por las posibilidades de futuro de esta vía verde y por su situación actual.
Comenzamos con una interesantísima visita al Museo del Cobre, en la que su director, Fernando Penco, nos explicó todo lo referido a la explotación de las minas de Cerro Muriano, desde el Calcolítico hasta el siglo XX, pasando por la época romana. Es lástima que este acto apenas duró una hora, pues tanto el museo como las minas y su entorno hubieran dado para toda la tarde.

Fernando Penco, explicando el Museo del Cobre (foto notascordobesas.blogspot.com)
Pero había que iniciar la jornada, con la participación de distintos representantes políticos que representaban muy diversas iniciativas en torno a esta vía verde. Pocas veces, se puede ver cómo representantes tan diversos coincidían en la importancia de la construcción de esta vía verde y en los esfuerzos que desde las distintas administraciones se están haciendo al respecto.
El parlamentario andaluz David Moscoso explicó la iniciativa aprobada por unanimidad en el Parlamento de Andalucía  el pasado  1 de marzo sobre la construcción de esta vía.
Pedro López, Alcalde de Obejo, expuso las iniciativas que se están tomando desde este Ayuntamiento y las numerosas gestiones realizadas con Fomento y Defensa.  
Auxiliadora Pozuelo, Delegada de Medio Ambiente de la Diputación de Córdoba, puso también de manifiesto la importancia que desde la entidad que representa se le está dando a las vías verdes de la provincia y las cuantosas inversiones que se están haciendo en ellas.
También explicó el esfuerzo que se está haciendo en conectar la Vía Verde de la Campiña con el casco urbano de Córdoba, prolongando esta vía cinco kilómetros hasta la capital. En esta iniciativa coincidía con Amparo Pernichi, Delegada de Medio ambiente e infraestructuras del Ayuntamiento de la capital, que exponía igualmente la colaboración de las dos instituciones en la prolongación de esta vía verde y en que la de Sierra Morena se podría considerar otra prolongación más, creando así un corredor de más de cien kilómetros desde Cerro Muriano hasta Marchena. 
Pedro López y Auxiliadora Pozuelo (Foto notascordobesas.blogspot.com)
 
Todos hicieron mención a la oposición que a esta vía se hacía “desde Peñarroya”, donde se han aprobado diversas mociones para el mantenimiento y la conexión ferroviaria del Guadiato con la capital, unas propuestas a las que desde nuestra asociación nos hemos unido en más de una ocasión.
¿Cuál es el problema? Realmente los problemas con esta línea de Cerro Muriano a Córdoba son dos. El primero es que ningún Gobierno está dispuesto a desafectar al tráfico ferroviario el tramo desde Cerro Muriano hasta el arroyo de Pedroches (desde este arroyo hasta Córdoba ya está desafectado), y ello porque se considera al ferrocarril como el medio de transporte más ecológico y sostenible, por lo que su cierre definitivo sería muy impopular.
Por otra parte, hay que recordar que en Cerro Muriano está la sede del Euroejército, y desde Europa se exige una salida por ferrocarril en caso de que fuera necesario, de modo que, sobre el papel, esta línea es imprescindible, aunque la realidad es que prácticamente no existe la vía en muchos tramos del recorrido y que no se puede utilizar por las tropas, por cuanto que las características del trazado (curvas de poco radio, fuertes pendientes y túneles estrechos) imposibilitan su uso para los vehículos y carros de combate del ejército. Es decir, no se puede utilizar, pero no se puede prescindir de ella.
Es aquí donde todos coincidían en que la solución está en la construcción de una nueva línea desde Cerro Muriano hasta Córdoba, con un nuevo trazado que sirva a los intereses del ejército y cumpla con las exigencias que se hacen desde el Guadiato, al mismo tiempo que liberaría el actual trazado y permitiría la construcción de la tan deseada Vía Verde.

Horno romano del Museo del Cobre (foto notascordobesas.blogspot.com)
Después llegó el turno de José María Kindelán, que expuso el proyecto de Vía Verde de Sierra Morena elaborado por el GAS (Grupo Andalusí de Senderismo), en el que se analizan los costes de esta vía y los beneficios, tanto sociales como económicos, que podría generar, estimando que su coste (alrededor de un millón y medio de euros) se vería ampliamente superado por los ingresos que podría generar (unos seis millones de euros anuales).
Nuestra fue la intervención que cerró la jornada, en la que expusimos las numerosas actividades que realizamos referidas a la reivindicación de las vías verdes del Guadiato y a la enorme respuesta social de estos proyectos, así como a la necesidad de implicar en ellos a vecinos y todo tipo de colectivos.
Después de un ágape, se cerró la jornada con una ruta de senderismo nocturno desde Cerro Muriano a Córdoba, que dada la gran acogida que tuvo, los organizadores prometen repetir el próximo año.  

Adela Romero y Jerónimo M. Carrillo (Foto notascordobesas.blogspot.com)
Queremos felicitar, por último a los organizadores Adela Romero y Jerónimo M. Carrillo, por la encomiable labor que hacer en la promoción de las vías verdes y por su lucha por conseguir que la de Sierra Morena sea una realidad.  

 
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viernes, 22 de junio de 2018

JORNADA SOBRE LA VÍA VERDE DE SIERRA MORENA

Dicen que el próximo sábado 23 de junio va a hacer mucha calor, por lo que es recomendable no hacer actividades al aire libre en las horas centrales del día.
Por eso os proponemos una actividad que puede resultar interesante y que, además, cuenta con aire acondicionado: Asistir a la jornada sobre la Vía Verde de Sierra Morena que se celebrará en Cerro Muriano a partos de las 17,30 horas, en el local municipal del Centro de Tercera Edad.
 
A esa hora está prevista la recepción de asistentes, y hay que ser puntual, porque a las 17,45 iremos a visitar el museo del cobre, guiados por su director, Fernando Penco.
A las 18,30 está previsto el inicio de la jornada sobre vías verdes, moderada por Adela Romero Blanque (concejala del Ayuntamiento de Obejo) y por Jerónimo M. Carrillo García.
Participarán David Moscoso Sánchez (Parlamentario Andaluz y Profesor Titular de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, Departamento de Sociología), Auxiliadora Pozuelo Torrico (Delegada de Medio Ambiente en la Diputación de Córdoba), Andrés Lorite Lorite (Diputado Provincial y Concejal del Ayuntamiento de Obejo), Pedro López Molero (Alcalde de Obejo), Amparo Pernichi López (Delegada de Medio Ambiente e Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba), Manuel Trujillo Carmona (Presidente de la Plataforma Ibérica de Caminos Públicos), José Mª Kindelán Jaquotot (Médico Neumólogo) y Miguel Fdez. Molina (Economista).
También está invitada nuestra asociación, que aportará su experiencia sobre el proceso de realización de la Vía Verde de La Maquinilla.
La jornada se cerrará sobre las 20,30 con un taller teórico-práctico de YOGA y Relajación, al que seguirá un ágape por gentileza del Excmo. Ayuntamiento de Obejo, y a las 21,55 horas,  Senderismo Nocturno por la VÍA VERDE de SIERRA MORENA, con salida desde la antigua estación de Cerro Muriano y llegada a Córdoba hacia las 2,30 horas.
Como puede verse, la jornada promete ser muy interesante, por lo que si te gusta el tema de las vías verdes y el senderismo, no te la puedes perder. Seguro que va a ser muy divertida.
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jueves, 6 de abril de 2017

VISITA Y PRESENTACIÓN – LA CRÓNICA

Tal como anunciamos, el pasado sábado 1 de abril la Asociación Cordobesa de Amigos del Ferrocarril (ACAF) nos honró con su presencia y, ciertamente que la jornada no pudo ser más interesante. Días después su presidente, Álvaro Olivares, nos hizo llegar el agrado que había causado en todos los asistentes.
Y es que, para un aficionado a los ferrocarriles, es muy satisfactorio poder ver las seis locomotoras (4 de vapor, 1 diesel y 1 de baterías) expuestas en el Almacén Central de Peñarroya, más si, como sucede en este caso, han sido hasta ahora tan desconocidas dentro del mundo ferroviario.

Locomotora nº 5 echando humo
Pero vayamos por orden. Como estaba previsto, hacia las once de la mañana comenzó la visita a la estación de Alhondiguilla, donde estaba detenido uno de los trenes carboneros que hacen los servicios entre la Central Térmica y Puertollano.
La visita continuó en la restaurada estación de Espiel, actualmente un albergue en el que había muchísima animación. 

Visita a la estación de Alhondiguilla
En Belmez la cosa dio para visitar las tres estaciones o, al menos lo que queda de ellas: Por un lado la rehabilitada estación de Belmez-Ermita (actual piscina municipal), en la vía estrecha, además de El Montadero, antiguo apeadero del ferrocarril minero La Maquinilla. También tuvo interés la estación de Renfe (antigua de MZA), no por tanto por lo que queda de ella (nada), sino porque aún conserva la señalización del punto de unión en el que cambia el kilometraje de las antiguas líneas Almorchón-Belmez y Córdoba-Belmez.
En Peñarroya-Pueblonuevo también se visitaron las tres estaciones: Pueblonuevo del Terrible, Peñarroya (vía estrecha) y Peñarroya (vía ancha), estas dos situadas una frente a la otra.

Comida en Peñarroya-Pueblonuevo
Después de la comida y tras un agradable paseo en el que nuestros invitados pudieron conocer algo del Barrio Francés, el edificio de la Dirección de la SMMP y hacerse una idea de lo que fue el Cerco Industrial, comenzó la segunda parte de la jornada.
Se trataba de la visita al Almacén Central y la presentación del libro “La Maquinilla – Ferrocarriles mineros de Belmez y Peñarroya”, publicado el pasado verano por nuestra asociación.
Añadir leyenda
Es muy de agradecer el trabajo que en las últimas semanas ha llevado a cabo la Fundación Cuenca del Guadiato para que el acto resultara brillante. El lugar elegido para la presentación no podía ser más acogedor: la recreación del antiguo Casino de El Terrible. Con asistencia de José Ignacio Expósito, alcalde de Peñarroya-Pueblonuevo, y Dori Cuadrado, concejala de cultura, además de Álvaro Olivares y María del Carmen García, Presidenta de la Fundación Cuenca del Guadiato, la presentación resultó de lo más interesante.
Mª Carmen García, José Ignacio Expósito, Álvaro Olivares y José A. Torquemada
 
 
 
Público asistente a la presentación del libro. Un rincón realmente acogedor 
 
Tras la presentación del libro, Francisco José Aute fue explicando a los asistentes la historia de las locomotoras expuestas y Manuel Muñoz hizo lo propio en la visita a la galería de mina, recientemente remodelada con un magnífico resultado.
Como anécdota, hay que decir que Isabel Jurado preparó una divertida performance en la locomotora nº 5, actualmente en restauración, instalándole un sistema de sonido y que durante toda la tarde estuvo echando humo, lo que causó las delicias de los asistentes, que no cesaron de fotografiarse ante ella. (Dejamos la restauración de esta locomotora para una futura entrada en este blog).
Visita a la galería de mina
Antiguo CTC de la estación de Córdoba, instalado en el Almacén Central

Una de las pequeñas asistentes, disfrutando en la locomotora nº 1
 
Pasadas las siete de la tarde finalizó la jornada. Aunque aquí solo se han mencionado algunas, son muchas las personas a las que hay que agradecer su trabajo. Fueron muchos voluntarios y empleados del Ayuntamiento los que se afanaron en que el Almacén Central luciera como debería lucir siempre, limpio, ordenado, abierto a visitas: sencillamente espectacular. Y parece que nuestras autoridades, por fin, se están dando cuenta de ello.   

El Almacén Central luciendo todo su esplendor
 
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jueves, 24 de noviembre de 2016

ALMORCHÓN-PEÑARROYA-CÓRDOBA. EL NO LIBRO

A raíz de la publicación en este blog de la reseña del recientemente editado libro “Almorchón-Belmez-Córdoba. El Ferrocarril del Guadiato”, ha habido bastantes comentarios en las redes sociales que manifestaban que el título correcto debería ser “Almorchón-Peñarroya-Córdoba”, por ser Peñarroya-Pueblonuevo la localidad más importante por la que discurría la línea.
 
 
Se trata ahora de aclarar las cosas y de divulgar un poco de cultura ferroviaria básica.
Plano esquemático con las cinco líneas ferroviarias del Guadiato
Hubo un tiempo en el que no existía la RENFE. La Renfe se creó en 1941, pero ferrocarriles había en España desde muchas décadas antes. Y en ese antes los ferrocarriles los construían empresas privadas que hacían y gestionaban diferentes líneas, con material y personal propio e independiente. Eso es lo que sucedió con el ferrocarril del Guadiato, que en realidad fueron dos líneas diferentes, con distintos propietarios, distinto personal, distinto material y distinta gestión.
Vamos por partes. La primera línea la construyó la “Compañía del Ferrocarril de Ciudad a Badajoz y de Almorchón a las minas de Carbón de Belmez” (Sí, así de largo era el nombre de la compañía). La línea de Almorchón a Belmez se inauguró en 1868 y en 1880 pasó a manos de la compañía MZA, que fue su propietaria hasta que se creó la Renfe. La estación de Belmez era entonces una estación término, pues ahí se acababa este ferrocarril.
La segunda línea fue la de Córdoba a Belmez, construida por la “Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Espiel y Belmez”. Fue inaugurada totalmente en 1873 y siete años después pasó a manos de la “Compañía de los Ferrocarriles Andaluces”, que fue su propietaria durante sesenta años, hasta que se creó la Renfe.
Horario de trenes - 1891
Como ya se ha dicho, ambas líneas eran independientes y se gestionaban por separado, con personal propio para cada una de ellas, de tal modo que en la estación de Belmez había edificios de MZA (los principales), pero también de Andaluces (una casa de pequeño tamaño). Había una báscula de MZA y otra de Andaluces, vías de MZA y de Andaluces, etc. Y, si bien los pasajeros y mercancías no hacían trasbordo de los vagones de una compañía a los de la otra, en la estación de Belmez sí se cambiaban las locomotoras, circulando en cada tramo locomotoras diferentes.
Cuando en 1941 se creó la Renfe ambas líneas pasaron a ser una sola  (Córdoba-Almorchón), pero el cambio de locomotoras en la estación de Belmez siguió haciéndose durante más de veinticinco años, con la expresa prohibición de que las locomotoras de un tramo pasaran al otro, a pesar de estar unificada la línea en manos de Renfe.
El título del libro no es, por tanto, ningún desprecio hacia Peñarroya-Pueblonuevo. Todo lo contrario, en sus páginas queda bien clara la importancia de su estación y las vicisitudes por las que fue pasando, considerando siempre que era la más grande y con más tráfico de la línea.
No hay que olvidar por otra parte, que cuando se construyeron ambas líneas (A-B y B-C), realmente existía un solo ayuntamiento, Belmez, del que por entonces dependían Peñarroya y El Terrible. El auge, la secesión y la posterior unificación de estas dos poblaciones en un solo e importantísimo ayuntamiento, Peñarroya-Pueblonuevo, no se culminó hasta 1927.

Horario de trenes - 1965
Tal como se decía en la reseña, esperamos que pronto vea la luz el tercero de los libros referidos a nuestros ferrocarriles, dedicado a la línea Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano-San Quintín, con los nombres de las estaciones que corresponden a los distintos tramos y que en un principio fueron tres líneas diferentes cuyo propietario era la SMMP: Fuente del Arco-Peñarroya, Peñarroya-Conquista y Puertollano-San Quintín.
Pretender que el “Almorchón-Belmez-Córdoba” sea “Almorchón-Peñarroya-Córdoba” sería, desde el punto de vista del ferrocarril, un error semejante a que el “Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano” fuera, por ejemplo, “Fuente del Arco-Pozoblanco-Puertollano”.
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jueves, 5 de septiembre de 2013

NUESTROS FERROCARRILES EN LA GUERRA CIVIL IV

El ferrocarril en el frente
A partir de octubre de 1936 y durante 1937 tuvieron lugar numerosas acciones militares entre republicanos y nacionales, que habían establecido sus comandancias en Pozoblanco y Belmez respectivamente. Éstos recibían tropas y armas desde Córdoba, fletando para ello todos los trenes que fueran necesarios, por lo que la línea Belmez-Córdoba se convirtió en el objetivo prioritario de la guerrilla republicana, con continuas incursiones nocturnas desde Pozoblanco y Villanueva de Córdoba para realizar actos de sabotaje tanto en la carretera como en las vías del tren. La prensa republicana daba cuenta de ello y el 28 de febrero se podía leer en el ABC de Madrid (hay que recordar que este periódico tenía una edición republicana en Madrid y otra nacional en Sevilla) que “los facciosos han concentrado gran cantidad de material bélico en la línea de Peñarroya, Belmez y Espiel”.
En el ya referido libro de Francisco Moreno “La Guerra Civil en Córdoba” se recogen algunos de estos sabotajes, pudiéndose citar como más significativas las acciones del 11 de diciembre de 1936 en El Vacar, cortando carretera y ferrocarril, y otra en enero de 1937, con la voladura de un puente en la vía férrea. Hay constancia también de que en el mes de abril hubo varios muertos ocasionados por un ataque contra un tren que hacía el trayecto de Espiel a Peñarroya.
La actividad de la guerrilla republicana en ese tiempo fue tan intensa que llegó a conquistar la estación de El Vacar 12 de junio de 1937, interrumpiendo varios días las comunicaciones y el envío de tropas desde Córdoba hacia la cuenca minera. El ejército nacional daba partes mensuales de todos los actos de sabotaje cometidos contra la vía férrea de Belmez a Córdoba, convirtiéndose en una pesadilla para las guarniciones de El Vacar, Villaharta y Espiel, por lo que se ordenó la ocupación de Obejo a toda costa, por considerarlo “madriguera de rojos”, desde donde partían la mayoría de los ataques.

Pintada que aún puede verse en las ruinas de la estación de Cámaras Altas
Entretanto, la línea a Puertollano seguía cortada entre las estaciones de Belmez-Ermita y Villanueva del Duque, circulando regularmente trenes sólo entre Pozoblanco y Puertollano por un lado y desde Peñarroya a Fuente del Arco por el otro, aunque esporádicamente se utilizaron los tramos de Pozoblanco hasta el Soldado y de Peñarroya a Cámaras Altas.
En marzo de 1937, luchando por el control de la carretera de Belmez a Villanueva del Duque, fue utilizado el ferrocarril por la caballería de los dos ejércitos para el movimiento de tropas y refuerzos, sirviendo también las trincheras de la vía para la defensa de las posiciones. Como consecuencia de los combates el ejército republicano se apoderó de un tren que los nacionales habían llevado hasta El Soldado para suministrar víveres y munición a sus soldados.

Uno de los muchos nidos de ametralladora que quedan en la zona de Cámaras Altas
La intensidad de los combates en la zona llevó a las fuerzas republicanas a utilizar trenes blindados, preparando para ello la locomotora nº 22 con gruesas planchas de acero, y ametralladoras, haciendo circular delante de ella una batea con sacos de tierra y dos ametralladoras más. Con esta ayuda llegaron a controlar totalmente la estación de Peñas Blancas y se plantaron en el cerro de la Alcornosilla, desde el que dominaban la estación de Cámaras Altas.
Con el apoyo de un tren blindado, las tropas republicanas conquistaron el 4 de abril la estación y el pueblo de Valsequillo, que por su carácter de puerta de entrada a la cuenca minera desde el norte, estaba fuertemente preparada para su defensa. Al día siguiente tomaron La Granjuela y Los Blázquez, llegando a cortar la línea a Fuente del Arco en las proximidades de la estación de vía estrecha de La Coronada el día 9, dando cuenta de que “después de nuestras últimas conquistas, las fuerzas republicanas se encuentran a 12 y 10 kilómetros de Fuenteovejuna y Peñarroya, y de dos estaciones, Peñarroya y Belmez, que son las que faltan para que pase íntegro a nuestro poder el ramal ferroviario de Almorchón a Belmez”. No obstante, no pudieron reconquistar ninguna de estas tres poblaciones.
Sólo cuatro días después, guerrilleros republicanos llevaron a cabo el más espectacular acto de sabotaje contra esta línea, a cinco kilómetros de Granja de Torrehermosa, causando cuatro muertos y quince heridos de entre los viajeros de un tren.


Locomotora nº 22 después de su reparación tras la guerra. Foto F.J. Aute

Protegido por la artillería y la aviación republicana, el 21 de septiembre un tren blindado llegó desde Valsequillo hasta escasos metros de la estación de Peñarroya “vomitando metralla por sus dos costados contra las posiciones enemigas”. La crudeza del combate fue tal que en una sola jornada se lanzaron “más de seis mil proyectiles de todos los calibres” contra Belmez, Peñarroya y Pueblonuevo.  
Desde finales de septiembre de 1937 la situación fue de una calma tensa, con escarceos por parte de uno y otro bando, aunque sin mucha intensidad, tal como manifestaba el ejército republicano: “El enemigo no da señales de vida ni en Cabeza Mesada, ni en Peña Ladrones ni en Peñas Blancas. Nuestros jefes no quieren, por tanto, gastar municiones inútilmente”.
Por su parte, en el Informe del Servicio Militarizado de la S.M.M.P. de octubre de 1937 se indicaba que en el tramo controlado por los nacionales habían impactado hasta entonces 100 obuses de artillería, 10 bombas de aviación y sufrido 29 voladuras con explosivos, añadiendo que “Hemos de resaltar igualmente los servicios prestados con nuestro personal y material para el aprovisionamiento y municionamiento de las posiciones de extrema vanguardia en el sector de Cámaras Altas, y otros muchos servicios hechos en condiciones que por sus proximidades a los frentes pueden suponerse”.
En junio de 1938 cambiaron las tornas. Las fuerzas nacionales planearon el ataque a la comarca de La Serena con el fin de controlar en su totalidad el ferrocarril desde Córdoba a Almorchón, para cuya defensa el ejército republicano volvió a utilizar trenes blindados. Un primer ataque consiguió la toma de La Granjuela y Valsequillo y las sierras próximas, fortificadas por los republicanos con el fin de defender desde allí la línea férrea. La conquista además de Los Blazquez y Peraleda del Zaucejo permitió el 18 de junio la apertura de la línea desde Peñarroya hasta Valsequillo.

 Noticia aparecida en el diario "Azul".
Aunque se editaba en Córdoba, está fechada en Santander
La importancia de esta toma se entiende mejor con noticias como la que aparecía en el Diario de Córdoba del 24 de junio, en la que se daba cuenta de que, como trofeos de guerra, estaban expuestos en la plaza de las Tendillas de Córdoba “El Felipe” y “La Leona”, los dos cañones de grueso calibre arrebatados a los republicanos, con los que custodiaban la línea férrea y hostigaban a la población de Peñarroya. Con esta acción el ejército nacional volvía a defender las industrias de Peñarroya desde Valsequillo, por lo que, conocida la noticia y dando por hecho la protección de las minas y fábricas en la cuenca y que el final de la guerra no habría de estar muy lejano, las acciones de la S.M.M.P. en la bolsa de París subieron 40 francos en un solo día.


"El Felipe", tras ser arrebatado a los republicanos.
En el mes de septiembre hubo un nuevo ataque republicano, intentando conquistar Córdoba e interceptar el ferrocarril, preferentemente entre Villanueva del Rey y Alhondiguilla, así como reconquistar todas las posiciones perdidas en los cerros y peñas próximos a carreteras y vías férreas, tratando de cortar las comunicaciones con Peñarroya. El diario ABC de Sevilla así lo manifestaba el 4 de noviembre: “¡Seremos los dueños de las alturas y desde ellas cortaremos la carretera! ¡Bombardearemos Belmez, Pueblonuevo, Espiel, Peñarroya! - dijeron los marxistas”.
La contraofensiva republicana de enero de 1939, la última gran batalla de la Guerra Civil, de la que ya se habló en el apartado dedicado a los éxodos de la población, fue el penúltimo episodio de la guerra en nuestra comarca. Entre el 5 de enero y el 4 de febrero entraron en acción más de 160.000 combatientes de ambos bandos. El trasiego de trenes militares con destino al frente de guerra, establecido en Valsequillo, llegó a ser tal que el 14 de enero se produjo un choque de trenes entre las estaciones de Belmez y Villanueva del Rey con un balance de once muertos y 24 heridos.
El último capítulo de la guerra vino después. Fue el de los muchos trenes repletos de miles de prisioneros republicanos que, partiendo de los campos de concentración establecidos en las ruinas de Valsequillo, La Granjuela y Los Blázquez los fueron desperdigando por cárceles y campos de trabajo de toda España.
 Valsequillo en ruinas, una vez acabada la guerra




The railway at the front
From October of 1936 and during 1937 large military actions took place between Republicans and Nationalists, who had established their command headquarters in Pozoblanco and Belmez respectively. Republicans received troops and weapons from the Belmez-Córdoba line, which was the priority objective of the Republican guerrilla band, with continuous night attacks from Pozoblanco and Villanueva de Córdoba to commit  sabotage  either on the road or on the tracks. The Republican press informed of that and on 28th February in the ABC newspaper  (which had a Republican edition in Madrid and another national in Sevilla) it could be read in the Madrid edition that: “ the rebels have assembled a large  quantity of war supplies on the line of Peñarroya, Belmez and Espiel”.

In Francisco Moreno’s already referred book “La guerra civil en Córdoba” some of the sabotages are collected. The most meaningful actions happened on 11th December 1936 in El Vacar, cutting the road and the railway and another in January of 1937, with the blasting of a bridge on the railway track. There is also evidence that in April there were various deaths caused by an attack on a train between Espiel and Peñarroya.

The activity of Republican guerrilla at that time was so intense that they  even took El Vacar station on 12th June 1937 which caused  a cut off  in connections and  the sending of troops from Córdoba to the mining area. The National Army sent monthly dispatches of the sabotages done to the railway track from Belmez to Córdoba. This became a nightmare for the garrisons of El Vacar, Villaharta and Espiel, so the occupation of Obejo was ordered at all costs because it was considered “hole of reds”, where most attacks came from.


Meanwhile, the Puertollano line continued to be cut bewteen the stations of Belmez-Ermita and Villanueva del Duque. The trains ran regularly only between Pozoblanco and Puertollano and from Peñarroya to Fuente del Arco, although the stretches of railroad were used from Pozoblanco to “el Soldado” and from Peñarroya to Cámaras Altas.

In March of 1937, the fight for the control of the road from Belmez to Villanueva del Duque went on. The railway was used by the cavalry of both armies for the movement of troops and reinforcements, the trenches of the lane along the way were used for the defense of the positions. As a consequence of the combats, the Republican army took control of a train that the Nationalists had carried to El Soldado to supply provisions and ammunition for their soldiers.


Due to the intensity of the combats in the area the Republican forces used armoured trains. The locomotive number 22 was prepared with thick steel sheets and machine guns and made run in front of it a tray with sacks of soil and two machines guns more. With this help they reached the Peñas Blancas station  and positioned themselves  Alcomosilla hill, where they were able to to get total control of Cámaras Altas station.

With the support of an armoured train, on 4th April the Republican troops took the station and the village of Valsequillo, which was strongly prepared for the defense because it was considered to be the door to the mining area from the north. The next day La Granjuela and Los Blázquez were taken and on 9th they  cut the line to Fuente del Arco near the narrow gauge La Coronada station. “After our last conquests, the Republican Forces are 12 and 10 kilometres from Fuenteovejuna and Peñarroya and from Peñarroya and Belmez stations which are needed to entirely control  the branch line from Almorchón to Belmez”. But neither of these three villages could be retaken.
Only four days later, the Republican guerrillas carried out the most spectacular sabotage against the line, five kilometers from Granja de Torrehermosa, which caused  the death of four  people and injured 15 among the passengers of the train.


On 21st September an armoured train, which was protected by the Republican artillery and air force, arrived from Valsequillo a few metres away from Peñarroya station “throwing up grapeshot from both sides against the enemy positions”. The combat was so harsh that in only one day “more than 6.000 ammunitions of all calibre” were launched against Belmez, Peñarroya and Pueblonuevo.

From late September 1937 the situation was of a forced  calm, with scuffles on both sides although they were not very strong as the Republican army reported: “the enemy didn’t show signs of life in Cabeza Mesada, in Peña Ladornes or in Peñas Blancas. Our bosses don’t want to spend ammunition needlessly”.

In the report of the Militarized Service of the S.M.M.P in October of 1937 it was said that in the controlled stretches by the Nationalists 100 shells and 10 aviation bombs had collided until that moment and they had suffered 29 bombings with explosives, adding that “We have to emphasise equally the given services with our staff and material for supplies and ammunition of the position of extreme vanguard in Cámaras Altas sector and a lot of others services made in difficult conditions due to the proximity to the fronts”

In June of 1938  the tables turned. The National forces planned the attack to La Serena region with the intention of totally controlling the railway  from Córdoba to Almorchón for whose defense the Republican army again used  armoured trains. A first attack  took La Granjuela, Valsequillo and the close mountains fortified by the Republicans to defend the train line from there. The conquest of Los Blazquez and Peraleda del Zaucejo also put into service the line from Peñarroya to Valsequillo.


The importance of this occupation  is better understood with news like that published in Diario de Córdoba on 24th June where it was said that “El Felipe” and “La Leona”, two cannons of thick caliber, grabbed from  the Republicans, were exhibited in Las Tendillas square in Córdoba. These cannons had been used to watch over the railway and harass the villagers of Peñarroya. With this action the National Army again defended  the factories in Peñarroya from Valsequillo . And as this `piece of news was known and the protection of the mines and factories were granted  in the area and the end of the war wasn’t far, the shares of the S.M.M.P in the stock market of Paris increased 40 francs in only one day.


In September there was a new Republican attack, trying to take Córdoba and to intercept the railway, mainly between Villanueva del Rey and Alhondiguilla, as well as to retake the lost positions in the hills and crags near roads and railways, trying to cut the communications with Peñarroya. The ABC newspaper from Sevilla reported on 4th November: “We will be the owners of the heights and from there we will cut off the road! We will bomb Belmez, Pueblonuevo, Espiel, Peñarroya! Said the Marxists”

The Republican counter-offensive in January of 1939, the last great battle in the Civil War, which was explained in the section dedicated to the exodus of the population, was the penultimate chapter of the war in our area. Between 5th January and 4th February 160.000 combatants of both sides went into action. The traffic of military trains to the front, which was established in Valsequillo, was so significant that on 14th January a train crash happened between the stations of Belmez and Villanueva del Rey, with the outcome of 11 dead and 24 injured.

In the last chapter of the war there were a lot of trains full of thousands of Republican prisoners, who left the concentration camps set up in the ruins of Valsequillo, La Granjuela and Los Blázquez. The prisoners were dispersed to prisons and forced-labour camps throughout whole Spain.

Translation by Silvia Alonso Blanco
 
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