Mostrando entradas con la etiqueta Miguel Barbero. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Miguel Barbero. Mostrar todas las entradas

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Historia de una paradoja

 

"El ganado de cerda y el ovino, como el de otras especies -caprino, vacuno, asnal y caballar- era también motivo a tener muy en cuenta puesto que en las épocas de la salida de estos animales hacia las capitales más importantes del país, Madrid, Barcelona, Valencia y otras. Pozoblanco sacaba diariamente 2 y 3 trenes completos de cerdos y corderos.

Los meses de Noviembre y Diciembre para el ganado de cerda y en los de marzo y abril para el ovino, la dirección del ferrocarril se las veía y deseaba para atender a los ganaderos de Pozoblanco para ponerle el material necesario solicitado por éstos.

En cada uno de estos trenes las quinientas cabezas si que salían. Asimismo, otra población ganadera y que tuvo el ferrocarril como medio de transporte de ganado fue la de Villanueva de Córdoba, que podía compararse en este sentido con Pozoblanco".

Nuestro Ferrocarril 1895-1970 (1998) Manuel García-Cano Sánchez. Ayuntamiento de Pozoblanco. Citado en "El Ferrocarril y el comercio de productos agroganaderos en una comarca interior". El entorno de Belmez. V Congreso Nacional de Historia ferroviaria. Palma,14-16 de Octubre de 2009. Autor: José Antonio Torquemada.

El ferrocarril Peñarroya-Puertollano ha sido considerado históricamente un medio de transporte de minerales (carbón, plomo, blendas y piritas, principalmente) así como de sus derivados industriales (abonos químicos, fertilizantes, coques, lingotes de plomo dulce y plata, etc.). Sin embargo, la bibliografía de archivo actual ofrece cada vez más datos sobre la relevancia  que tuvo, o pudo tener, el tráfico de mercancías de origen agropecuario en esta línea férrea de carácter privado desde su puesta en funcionamiento.

Jaula de la vía estrecha. (Foto José Antonio Torquemada)
En su interesantísima comunicación, José Antonio Torquemada explica cómo, desde su inauguración, el ferrocarril de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP) también estuvo ligado al sector agrícola y ganadero, como lo demuestra el acarreo de materias primas desde la finca  "La Garganta" hacia las fábricas del Cerco de Peñarroya para la obtención de papel y tejidos, o la carga de ganado, sobre todo porcino y ovino, en las estaciones de Belmez-ermita, Cámaras Altas, Pozoblanco, Villanueva de Córdoba y Azuaga, durante las épocas de montanera y agostadero, respectivamente. En tales circunstancias, no deja de ser curioso a la vez que sorprendente el hecho de que una industria agropecuaria tan importante decida trasladar sus productos en camiones  hacia los mercados nacionales, en lugar de utilizar la vía de ferrocarril que discurría pegada a sus instalaciones industriales.

El vídeo promocional del encabezamiento está fechado en los años 20-30, período histórico en que el que las carreteras del país, tal y como las entendemos en la actualidad, se reducían a unas cuantas decenas de kilómetros en el acceso a las grandes ciudades. No es difícil pensar que, con este medio de transporte, la producción llegaría tarde y mal a sus mercados naturales. 

El porqué de esta incomprensible paradoja se encuentra, más bien, en la política de la empresa propietaria de este ferrocarril, la SMMP. Al dar prioridad al transporte de sus mercancías propias, la multinacional francesa perjudicó los intereses agrícolas y ganaderos de las zonas que atravesaba, encareciendo los portes para el género ajeno a la misma y destinando material rodante insuficiente para satisfacer las necesidades del traslado de mercancías de origen animal o vegetal, por no hablar de los eternos  trasbordos en las estaciones.

Estación de Belmez-ermita.( Foto José Antonio Torquemada)
En palabras de Torquemada, "Hasta 15 días llegaron a esperar algunas piaras de cerdos para ser embarcadas en la estación de Belmez-ermita, durante el otoño de 1917, lo que, además, de incomodidades a los vecinos, causó importantes pérdidas a los propietarios del ganado".

La grabación del convoy humeante del Peñarroya-Puertollano a su paso por la factoría de Impecuarias  (minuto 7´ 14") no tiene nada de casual. Con esas imágenes, el director de la película pretendía ofrecer al espectador una visión moderna de esta empresa agroalimentaria que en absoluto se correspondía con la realidad.

Mirando el film desde la debida perspectiva histórica y desprovistos del mayor de los intereses publicitarios, el hecho de que el tren  pase de largo tras la fábrica no deja de ser una metáfora sobre el fracaso del diálogo que necesariamente debe existir entre el competitivo mundo empresarial y las infraestructuras para la comunicación.

Esta película, junto a la documento del "maestro" (y licenciado en derecho) Torquemada me hacen reflexionar sobre si, tal vez, aquellos tecnócratas franceses de la SMMP cometieron un error de  planificación al construir un ferrocarril que, uniendo exclusivamente sus minas e industrias, ignoraba el transporte ulterior de productos agropecuarios y otros para hacerlo económicamente viable. Recordemos que, en una empresa, el transporte se incluye en el apartado de gastos, que debe encarecer necesariamente el producto, nunca en el de los beneficios. El desplazamiento de otro tipo de mercancías hubiese salvado, sin duda, la cuenta de resultados del P-P. Les recomiendo el documento de Torquemada para ampliar la información.

Es prepotente y ventajista opinar sobre lo que ya ocurrió, pero pienso que la historia de nuestra vía estrecha hubiese sido bien distinta si, tras el agotamiento de los filones y el marchitar de la industria minera, el Estado hubiese adaptado este ferrocarril para el transporte de mercancías de nuestro agro. De hecho, ironías del destino, se cuentan por decenas los intentos realizados por la Sociedad Cooperativa del Valle de los Pedroches (COVAP) y los alcaldes del Guadiato para conseguir la construcción de un nuevo ramal que uniese sus instalaciones industriales con la línea Córdoba-Almorchón a la altura de la localidad de Belmez.

Hoy en día, nuestras calles y bares son caja de resonancia de los fados que cantan a lo que pudo ser y no fue en lo relativo a nuestro ferrocarril y demás riquezas.

Ahora, como ayer, cuando los tiempos han cambiado definitivamente, los restos de este ferrocarril pueden seguir transportando mercancías más valiosas, si cabe, que los minerales o productos del campo. Me refiero a los turistas, a pie, en bicicleta o a caballo (también minusválidos) que utilizarían su plataforma como Vía Verde.

Peñas Blancas. Caseta de guardavía
Por múltiples y tristes razones, ese ferrocarril jamás volverá a parar en nuestras estaciones y casetas. Pues que paren turistas, que no estaría nada mal. ¿No creen?

NOTA: debemos a Miguel Barbero, cronista oficial de Villanueva del Duque el descubrimiento de este vídeo, a María Catalá la descarga del mismo y, por supuesto al blog solienses, donde fue colgado.

¡Sigue leyendo esta entrada...!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Villanueva del Duque, pueblo pionero de Vías Verdes en el norte de Córdoba

Minas del Soldado.Lugar de partida de la Vía Verde de la Minería de Villanueva del Duque
Es cierto. Lo ha conseguido. El esfuerzo y la ilusión de una sola mujer ha sido suficiente para desmontar el mito de la imposibilidad de construir una Vía Verde en el norte de Córdoba. María Isabel Medina, Alcaldesa de Villanueva del Duque, acaba de anunciar en primicia para este blog que a finales de 2012 comenzarán las obras de la futura "Vía Verde de la Minería" a su paso por su término municipal, demostrando, de este modo, que es posible rehabilitar la plataforma del ferrocarril Peñarroya-Puertollano si cada Ayuntamiento se responsabiliza de comprar y arreglar su tramo. 

Recordamos a los lectores y seguidores del blog que, hasta la fecha, solo se había redactado un proyecto unitario, es decir, el que establecía el arreglo íntegro de los 98 km. de plataforma que cruzan ambas  comarcas por 10,5 millones de euros. Como todos sabemos, el proyecto no ha podido ejecutarse por carencia de financiación.

Ante la falta de acuerdo de los pueblos que conforman ambas Mancomunidades para desencallar dicho proyecto, el Ayuntamiento de Villanueva del Duque optó, como única solución plausible, por la adquisición particular y posterior arreglo de su parte de plataforma a través del acuerdo con otras administraciones. El trabajo ha comenzado a dar sus frutos en este verano. 

Por ello, la dirección de este blog ha considerado oportuno entrevistar a su Alcaldesa, no solo por haber sido capaz de sacar adelante en época de crisis un proyecto abandonado desde hace años, sino por  haberse convertido en el espejo en el que todos, gobernantes y ciudadanos del Guadiato y los Pedroches, debemos mirar en el futuro.
Otra perspectiva de la Vía Verde de la Minería a su paso por una caseta guarda-vía
En primer lugar, quiero felicitarle por sacar adelante un proyecto que lleva estancado y olvidado desde hace ya bastante tiempo...

Gracias. Es nuestro deber como servidores públicos encontrar los caminos para el aprovechamiento de nuestros recursos endógenos y la mejora de la calidad de vida de nuestros ciudadanos.

¿Desde cuándo llevan trabajando en el proyecto de Vía Verde?

Desde la primera legislatura, hace ya 8 años.

¿Por qué solos y no acompañados?

No había interés por parte de los pueblos de la Mancomunidad de los Pedroches. Las razones que esgrimían era la venta de muchos tramos de la plataforma a particulares, la desaparición de otros tantos y el precio.

Debo recordar que la situación de la plataforma de ferrocarril en la comarca de los Pedroches es muy distinta de la del Guadiato. En los años 80 FEVE vendió todos los terrenos a los respectivos Ayuntamientos. Posteriormente, los Ayuntamientos, los revendieron a particulares. 

Por suerte, este Ayuntamiento, con buen criterio, mantuvo la propiedad sobre la mayor parte de los terrenos de la antigua vía estrecha y hoy, afortunadamente, nos alegramos de aquella decisión.

María Isabel Medina, Alcaldesa de Villanueva del Duque posando con el proyecto de la
primera Vía Verde del norte de Córdoba
¿Ha mantenido alguna reunión con alcaldes del Valle del Guadiato en relación a este asunto?

No, pero creo que sería interesante que los Ayuntamientos implicados sumasen esfuerzos en este sentido  y continuasen el trazado.

¿Qué impacto va a tener en el municipio la puesta en funcionamiento de esta infraestructura?

Sin duda va a dinamizar todo el sector turístico en la población. Hasta ahora, se han puesto en marcha numerosas iniciativas turísticas en nuestro pueblo que requerían para ser rentables de un motor que las alimentase. La Vía Verde de la Minería es el revulsivo económico que nuestro pueblo necesita.

¿Qué longitud tendrá el trazado?

12 km. aproximadamente, desde la Estación de Minas del soldado, que está totalmente rehabilitada, hasta el fin de nuestro término municipal, que linda con el de Belmez.

¿Qué dificultades ha encontrado para poner en marcha el proyecto?

En primer lugar, nos hemos encontrado con que pequeños tramos de la plataforma habían desaparecido bajo los arados de algunas explotaciones agrícolas. Ello lo hemos solventado tomando caminos públicos alternativos que, en forma de bucle, vuelven a conectar con la antigua vía de ferrocarril. Esta fórmula también la hemos aplicado para "salvar" el tramo de 3,090 km. que discurre por el término municipal de Hinojosa del Duque.

En segundo lugar, hay pequeñas partes del trazado que se encuentran en manos privadas. Tengo que destacar en este aspecto la excelente colaboración de los propietarios de las fincas por donde pasaba el ferrocarril. Todos, sin excepción, han cedido su parte de plataforma para uso público. De manera que el proyecto de Vía Verde ha sido posible gracias, también, a la colaboración ciudadana.

En tercer lugar, la financiación. Este asunto ha podido ser resuelto a través de un convenio de colaboración económica con el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino. La firma del acuerdo está prevista para Septiembre.

¿Qué presupuesto tiene la obra?

En concreto, el proyecto solicitado se denomina "Adecuación socioambiental de la Vía Verde de la Minería y recuperación de área de uso social en el entorno del Albergue Dehesa Boyal de Villanueva del Duque" y está valorado en medio millón de euros. El 80% de esta cantidad será cubierta a través de fondos europeos que el Ministerio de Medio Ambiente destina específicamente para actuaciones de educación y rehabilitación ambiental, como aulas de la naturaleza, parques periurbanos, rehabilitación de riberas, etc. 

El resto del presupuesto será cubierto a través de fondos procedentes de otras líneas de financiación local.

¿Qué entidades pueden beneficiarse de estos fondos?

Cualquier Ayuntamiento que lo solicite. Los fondos europeos destinados para estas actuaciones están vigentes hasta 2015.

¿Quiere decir con esto que, una vez adquirida la plataforma de ferrocarril, el arreglo podría salir prácticamente gratis?

Es posible, en la medida en que pueda negociarse un buen convenio.

¿Cuándo comienzan la obras de la Vía Verde?

A finales de 2012.

¿Qué perspectivas tiene sobre la Vía Verde de cara al futuro?

Espero que el proyecto contagie a otros municipios, especialmente a Belmez, pues una de las partes más vistosas del trazado de la Vía Verde discurre por su término municipal. La construcción de la Vía Verde de la Minería debe producir en el futuro un "efecto dominó" en el resto de pueblos implicados.

La Asociación "La Maquinilla" celebra la futura puesta en funcionamiento del primer tramo de Vía Verde sobre la plataforma del ferrocarril Peñarroya-Puertollano y seguirá trabajando para que el esfuerzo realizado por la población de Villanueva del Duque en lo relativo a las vía verdes tenga eco en la comarca del Guadiato.
Un problema común se soluciona cuando se conoce la fórmula. María Isabel Medina, la ha desvelado. A partir de aquí solo hacen falta gobernantes que quieran aplicarla:

(LUGARES DIFERENTES + PROBLEMAS IGUALES) x (ILUSIÓN + TRABAJO) = Vía Verde
ALGO DE DINERO

La Vía Verde de la Minería será una realidad en 2013

Proyecto de la Vía Verde de Vva. del Duque sobre plano.
La línea verde representa el trazado.
NOTA: agradecemos la colaboración de Miguel Barbero, cronista oficial de Villanueva del Duque, en la elaboración de esta entrevista. Sin él no hubiera sido posible.
¡Sigue leyendo esta entrada...!

jueves, 18 de agosto de 2011

EL TREN DE LOS NOVIOS

Aunque en muchos ámbitos se la viene considerando como un mero ramal ferroviario o como un simple tren minero, La Maquinilla, nuestra Maquinilla, era mucho más que eso, era una verdadera línea férrea, no muy larga, pero con un servicio gratuito de trenes para mineros, empleados de la SMMP y público en general, perfectamente estructurado entre Belmez y Peñarroya.

Los horarios de estos trenes de viajeros coincidían generalmente con los relevos de las minas y los turnos de trabajo de las industrias del Cerco de Peñarroya, en algunos casos trenes completos de viajeros y en otros sólo unos coches que se añadían a alguno de los muchos trenes carboneros que circulaban por la línea.

En los años veinte del pasado siglo dos de estos trenes tenían nombre propio. El primero fue el llamado “Coche de los Heridos”, a las 10 de la mañana, con sólo un vagón, que llevaba a los enfermos o heridos de Belmez para sus tratamientos y curas en el hospital que la SMMP tenía en Pueblonuevo. El segundo era el llamado “Tren de los Novios”. Casi todos los trabajadores del Cerco salían del trabajo hacia las seis de la tarde, por lo que se dispusieron dos trenes en dirección a Belmez, uno a las seis y media, y otro a las siete, diferenciando la hora de salida de los empleados de las diferentes fábricas y talleres para evitar aglomeraciones.

Precisamente este último, el de las siete de la tarde, además de ser utilizado por los trabajadores, que tenían preferencia en los asientos, se utilizaba por los muchos terriblenses y peñarroteros que tenían novia en Belmez para ir a cortejarla. Volvía este tren, con sus novios, dos horas después. Salía de El Montadero de Belmez a las nueve y veinte, llevando a los mineros que entraban en el relevo de las diez y algunos guardas nocturnos de la compañía.

La casualidad ha querido que Miguel Barbero, cronista oficial de Villanueva del Duque, nos haya regalado un relato que escribió hace algún tiempo sobre sus años mozos, cuando sus amigos pretendían a alguna muchacha de Belmez y utilizaban este “tren de los novios”, que seguía cumpliendo su función de celestina algunas décadas después. 

La Plaza del Santo de Belmez, allá por los años treinta 
del pasado siglo, lugar de juegos, reuniones y amoríos.
El relato lleva por título “La Maquinilla, portadora del amor”, y dice así:

Éramos jóvenes de 15 y 16 años, quizás menos. Lo teníamos todo planeado, el día, quiénes íbamos y en qué Maquinilla.

Casi todos estudiantes del Instituto recién inaugurado, nos juntábamos en el recreo y preparábamos el viaje, inquietos por el momento del encuentro con las chicas belmezanas. Porque de eso se trataba. El que más y el que menos ya tenía el corazón “tocado” por ese primer amor que hace temblar al pensar en la joven amada y hacía asomar los colores al rostro, aún imberbe, del muchacho que ya había iniciado en varias ocasiones el traslado de Pueblonuevo a Belmez en aquél tren minero que era aprovechado por jóvenes de ambas poblaciones para desplazarse a la localidad vecina con el fin de conocer a aquellas muchachas que resultaban una novedad y podrían ser una promesa de amor futuro. Creo que siempre ha ocurrido así, los chicos y chicas han intentado encontrar su media naranja en pueblos ajenos al suyo. No tengo explicación a esa conducta, tal vez el conocer a gente nueva, distinta a las que ya conoces por vecindad o la aventura de buscar lo desconocido; reitero que no tengo demasiada claridad en este aspecto. Pero lo cierto es que así ocurría y sigue ocurriendo.

A la hora acordada, nos reuníamos en cualquier banco del Llano y emprendíamos camino de la estación del Cerco, pasando al lado de nuestro centro de estudios. Y había que estar atentos y ser puntuales, pues si perdías la Maquinilla estabas perdido, ya que la próxima salía cuando debías regresar a casa a cenar y acostarte para levantarte al día siguiente para asistir a clase. Más de una vez tuvimos que cogerla en marcha tras un buen carrerón.

Tras unos breves minutos llegabas a Belmez y nos dirigíamos hacia el parque, frente al cuartel de la guardia civil. Allí se encontraban las chicas que también estaban esperando a aquellos jóvenes con los que había un especial compromiso. El resto buscaba la forma de entablar conversación o jugar al corro (que también lo hicimos) y así pasar la tarde. Pero cuando querías darte cuenta llegaba la hora de regresar y el tiempo había pasado volando. Apurábamos tanto que las despedidas solían ser a la carrera y salíamos pitando para la estación a fin de montar en la Maquinilla que nos llevaría de regreso a casa. En varias ocasiones llegamos tarde y tuvimos que volver por carretera, andando o corriendo los 8 kilómetros, con el apremio de llegar a tiempo a casa y no descubrieran nuestros padres dónde habíamos estado.

Muchos matrimonios surgieron de estos encuentros gracias a aquél original ferrocarril que posibilitó el contacto y enamoramiento entre jóvenes de ambas poblaciones. Y también surgieron verdaderas amistades que perduran después de tanto tiempo transcurrido.

Aquella antigua y recordada Maquinilla fue, durante un período de tiempo, además de portadora de trabajadores a los tajos mineros de la zona, el vehículo de las primeras ilusiones juveniles de toda una generación de jóvenes terriblenses y belmezanos. ¡Qué tiempos!

M. Barbero
 
¡Sigue leyendo esta entrada...!

domingo, 17 de julio de 2011

De Peñarroya-Pueblonuevo a Alcaracejos

Tren de viajeros de "La estrecha". Foto José Antonio Torquemada.
 ..."Ese era el viaje que, al menos en tres ocasiones, había que hacer todos los años en el tren de "la estrecha".

Miguel Barbero y su hermano
Perdón, debí presentarme en primer lugar. Mi nombre es Miguel Barbero Gómez, soy maestro de E.F. prejubilado y resido en Villanueva del Duque, pueblo del que tengo honor de ser cronista oficial. Es posible que algunos me conozcan por mi actividad deportiva; fui entrenador del Peñarroya C.F. durante una temporada.

Miguel Barbero y familia en "El llano"de Peñarroya-Pueblonuevo.
Mi esposa es natural de Peñarroya-Pueblonuevo y viví en esta localidad minera desde 1952 hasta 1968, el tiempo que mi padre estuvo destinado como guardia civil. Ahí transcurrió mi infancia, mi adolescencia y mi primera juventud. He de confesar que fui muy feliz jugando en "el llano", jugando aquellos interminables partidos de fútbol entre los eucaliptos de "los franceses" y recuerdo con mucho cariño a los mejores amigos de aquella época, las clases del colegio Santo Tomás de Aquino, allá por el anillo, muy próximo a la vía de ferrocarril, después el instituto donde está ahora el hogar del pensionista, y siempre tengo presente a mi Maestro, don Emilio... ¡Muchos y gratos recuerdos!

Eucaliptos de "El Antolín"
Recientemente he conocido a Rubén Cañamaque y me ha impresionado su pasión por la defensa del ferrocarril y la creación de una Vía Verde en su antiguo trazado. Sin duda, una gran esperanza.

Estación de Puertollano. Foto José Antonio Torquemada.
Pues bien, hablando sobre el tema del ferrocarril que unía Peñarroya-Pueblonuevo con Puertollano le comentaba las innumerables veces que yo realicé ese viaje; una veces para ir a examinarme del Bachillerato a Puertollano y la mayor de las veces para pasar las vacaciones en el pueblo donde nací y del que eran mis padres, Alcaracejos. Le ha parecido a Rubén que debía contar un hecho que durante mi etapa infantil y relacionado con el tren que nos ocupa, viví en varias ocasiones.

Estación de Cámaras Altas. Año 1960. Foto José Antonio Torquemada.
Siendo muy niño, 6 a 8 años aproximadamente, y cuando nos dirigíamos hacia Alcaracejos al pasar por la estación de Cámaras Altas o la de Peñas Blancas, no recuerdo con exactitud, siempre había en el andén una mujer que portaba una cántara de leche, de aluminio, y nos ofrecía a mi hermano y a mí un vaso de leche. Gratuitamente pensaba yo con la ingenuidad propia de la edad, ahora creo que aquella mujer vendía leche para obtener unas pesetas que en aquella época no eran fáciles de obtener y que, además, lo haría a todos lo viajeros del tren con preferencia a los más pequeños ¡que también era difícil de beber el preciado líquido en aquellos años! al menos para los que éramos de "ciudad".

Seguiré contando anécdotas y experiencias vividas en aquel tramo de ferrocarril y que ahora se pretende reivindicar como sendero o Vía Verde que contribuya al acercamiento de dos comarcas hermanas como son el Guadiato y los Pedroches. ¡Un abrazo y hasta otra!"
Vagón de viajeros de "La estrecha". Foto José Antonio Torquemada.
Hasta el día de hoy el presente blog ha sido capaz de demostrar el protagonismo que ha tenido nuestro ferrocarril en los acontecimientos históricos nacionales y comarcales.

Sin embargo, cuando leemos historia, por ejemplo la de nuestro ferrocarril, a menudo tenemos la sensación de que se nos habla de la "tierra media", de un mundo irreal habitado por Reyes, generales, políticos de primera fila, un lugar con el que no nos identificamos, en absoluto. Parece que no hubiera sitio para el hombre común en los libros de historia.

Antiguo instituto de Enseñanza Media. Sección masculina
Los historiadores, en nombre del rigor, apartan a la gente corriente de las efemérides porque consideran sus vivencias como un activo contaminante, maniqueo y, por supuesto, peligroso por su subjetividad. Esa actitud de estudiar las fotos ignorando al fotógrafo, de leer las crónicas sin consultar al mensajero, de analizar los cuadros sin preguntar al pintor mutila el pasado escrito y lo que es peor, provoca que los libros de historia sean los preferidos para decorar las estanterías de nuestras casas. No hablan de tí, de mí, de ellos, de nosotros, de esos miles de seres humanos anónimos que están detrás del fotógrafo, alrededor de los cronistas o inspirando a los pintores.
Recuerdos como el de Miguel, más allá de desvirtuar la historia de nuestros ferrocarriles, la enriquecen, porque alumbran justamente fuera del foco, es decir, en el lado más cotidiano y no por ello más conocido  de nuestros caminos de hierro. Sus palabras ponen voz a los que nunca la tuvieron, a la masa, a aquellos que en los libros de historia se esconden bajo la estadística del genérico epígrafe de "viajeros".

Estación de Cámaras Altas en la actualidad
A través de su testimonio, el usuario del tren, abandona su rol de simple mercancía. Deja de ser como el plomo, el carbón o los productos agropecuarios que transpotaba, materia prima que se compra y se vende. Representa el triunfo de Juanito, Pepe o Antonio sobre los kilos, las toneladas y los quintales, la victoria de los nombres sobre los números. Acerca el microscopio a la realidad social de aquellos días desde la ventana de un vagón de nuestros ferrocarriles.

Estación de Villanueva del Duque-Alcaracejos. Foto Antonio M Cabrera
La dirección del blog agradece la extraordinaria iniciativa de Miguel Barbero. Al margen de lo sentimental,  el valor histórico de su aportación está fuera de toda duda. Del mismo modo, su esfuerzo debe servir de ejemplo para que otros héroes anónimos como él compartan su experiencia ferroviaria con nosotros. Desde aquí les animo a participar, enviándonos sus experiencias y sus fotos por correo electrónico, o bien comentando las entradas. Sus vivencias en el tren, sin perjuicio para el rigor histórico, deben ayudarnos a entender mejor la importancia del  factor humano en nuestros ferrocarriles y reconocer el papel de este medio de transporte en el desarrollo de la cultura popular de nuestras comarcas durante los siglos XIX y XX.

Estación de Peñas Blancas en la actualidad
La rehabilitación de todo nuestro patrimonio ferroviario pasa necesariamente por recuperar la memoria del mismo.

¡Sigue leyendo esta entrada...!