En contra del dicho y del tópico es
cierto que no parece
ayer cuando empezamos a construir esta tradición del encendido de las chimeneas del Cerco Industrial de
Peñarroya hace casi una década. Estamos más viejos, un poco más cansados, somos
más sabios, además de haber perdido la inocencia. Aquel simbólico (y polémico)
acto de defensa de lo que consideramos
uno de los patrimonios industriales más importantes de España se ha convertido
con el tiempo en la mayor efeméride del
patrimonio local, no sabemos si errónea o acertadamente, puesto que lo festivo
en muchas ocasiones destruye la reflexión y los verdaderos motivos por los que se
organizó.
En cualquier caso, lo que es
innegable es que 10 años de encendido de las chimeneas han servido al menos para que la población local y especialmente la población joven, haya sustituido
en su cabeza el sustantivo ruina por patrimonio,
lo que no es un asunto menor. La ruina se abandona, pero el patrimonio trata de
conservarse, o al menos se tiene la intención e hacerlo.
En el apartado puramente
administrativo y de gestión, el día del Cerco también ha servido para estimular
a nuestros líderes públicos en la búsqueda de soluciones para su protección,
un aspecto tanto o más importante que el primero. Ahí está la declaración de Bien de Interés Cultural del Cerco Industrial para
demostrarlo.
Otro de los resultados del Día
del Cerco ha sido la suspensión de actividades militares en este espacio y la
anulación de permisos para celebrar partidas de airsoft por parte del Ayuntamiento, dado que se ha instalado en la población el concepto
y entre nuestras autoridades de que el Cerco es un espacio arqueológico de todos.
Es posible que estos resultados sean considerados en pobre botín dada la celeridad con la que se requiere actuar. También quedan aún por resolución problemas cruciales de la contaminación que ejercen de tapón para su transformación. Sin embargo, lo que no se puede negar es que se ha avanzado algo en la dirección adecuada.
En la actualidad el Día del Cerco
se va llenando de actividades paralelas para escolares y adultos que lo enriquecen
y que han creado una imagen de marca
de Peñarroya-Pueblonuevo más allá de su término municipal explotada incluso
turísticamente.
Tales motivos junto a la pretensión de declarar el Día del Cerco como fiesta de
interés turístico provincial (hay que alcanzar la 15 ediciones) y,
lógicamente, la reivindicación de recuperar
el mayor número de elementos posible de este Titanic es lo que nos hace continuar trabajando con los bomberos y los miembros de Protección
Civil, ambos de Peñarroya-Pueblonuevo, en el encendido de las chimeneas cada mes de Diciembre.
En esta décima edición nos reuniremos con los Institutos de Enseñanza Secundaria Alto Guadiato, Florencio Pintado y
Presentación de María una actividad de
concienciación patrimonial para borrar con su alumnado los grafitis de la pared sur que afean el Almacén
Central. También se les ofrecerá un desayuno industrial para, posteriormente, distribuirlos
por el Cerco Industrial con el fin de participar
en el concurso de fotografía con móvil durante
el encendido.
Una chimenea encendida marca el día
de todos lo que amamos este tipo de patrimonio en Peñarroya-Pueblonuevo pero,
sobre todo, es prueba de que en el Cerco
no habitan ni el desprecio ni el olvido.
Enlaces relacionados con esta
entrada:
Bases del concurso fotográfico
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