La Asociación La Maquinilla ha
adquirido material ferroviario del ferrocarril Peñarroya Puertollano y
Peñarroya a Fuente del Arco que ha permanecido oculto durante más de 50 años. Se trata de 4
placas de bronce de algunas de las más antiguas locomotoras de vapor que surcaron
la línea de vía estrecha transportando minerales,
manufacturas, ganado y viajeros: la "Fuente del Arco", la "Villamayor", la "Almodóvar del Campo" y el número de la locomotora "Berlanga".
Locomotora Fives Lille "Almodóvar del Campo" (1914) en la estación de Peñarroya |
Locomotora de la Sociedad Alsaciana "Villamayor" (1900) |
Locomotora de la Sociedad Alsaciana Berlanga (1914). Nótese el número 19 en la chimenea |
Locomotora Fives Lille "Fuente del Arco" (1914) en la Estación de Peñarroya |
Para aquellos que se estén iniciando en el mundo ferrocarrilero, les aclaramos que las compañías que construían y gestionaban los caminos de hierro solían bautizar las locomotoras con los nombres de los pueblos que conectaban, al menos en lo que a su término municipal se refiere, ya que en muchos casos, las estaciones se edificaban a varios kilómetros del núcleo urbano primando intereses económicos sobre los sociales.
El precio de este tesoro ha sido
de 1600 Euros, toda una fortuna para esta humilde Asociación, una inversión de la que tardaremos en recuperarnos. No
obstante, desde el primer momento entendimos que esas piezas arqueológicas
debían descansar en Peñarroya-Pueblonuevo como parte de su legado ferroviario y rápidamente hicimos las
gestiones para comprarlas.
En este sentido, añadir que estas
piezas suelen ser muy apreciadas en el mercado ferroviario de segunda mano y que,
de no haber tenido este golpe de suerte, ya estaría en manos de cualquier
coleccionista privado o bien colgada en las paredes de alguna prestigiosa
asociación ferroviaria nacional.
Rubén Morón en el momento de la entrega de la placa de la Fuente del Arco Nuestro agradecimiento por su contribución a la preservación del patrimonio ferroviario de nuestra comarca |
Pero seríamos muy injustos apuntándonos el mérito de lo conseguido. Detrás de este deslumbrante descubrimiento se encuentran personas expertas en el tema como Rubén Morón, pionero del ferrocarril histórico español y Rafael de la Mata Escudero, profesor de la Universidad de Granada y restaurador de locomotoras, con la suficiente honestidad histórica como para saber que el patrimonio debe estar en el sitió en el que se gestó.
Tras haber encontrado las placas
en una chatarrería, al fin y al cabo, el espacio donde desgraciadamente acaba y
desaparece gran parte de estos bienes, en
lugar de especular con él sacando un precio mucho mayor por éste decidieron
ponerse en contacto con nosotros para entregándonoslo
a precio de costo.
Chatarra inservible para algunos,
salvo por su peso en bronce, u objeto de culto para quienes saben apreciar el
valor de lo auténtico, lo cierto es que estas placas ya se encuentran en el
lugar de donde nunca debieron haber salido,
Peñarroya-Pueblonuevo, y serán expuestas una vez restauradas en el Centro de Interpretación de Vías
Verdes y del Ferrocarril de Vía Estrecha junto a otros trocitos de historia de esta
línea tras su inauguración.
Rafael García de la Mata, otro de los artífices de la cesión |
Desde aquí y aprovechando esta buena nueva, volvemos a recordar a los ciudadanos de la comarca que tienen material histórico relacionado con este o u otros ferrocarriles que la casa de uno nunca debe ser el lugar donde exponer un patrimonio que es de todos sino que deben descansar en aquellas instituciones culturales y/o filantrópicas que promueven su conocimiento y preservación para futuras generaciones.
No somos ingenuos, sabemos que
el derecho de propiedad en este país es inalienable y que la decisión del poseedor
de materiales con valor histórico está por encima de cualquier poder. Sin
embargo, los coleccionistas involuntarios vía herencia (familiares) o casualidad
(es que un amigo me la dio…, es que me metí en una estación y me lo encontré…) deben
saber que guardar piezas de museo en el hogar con el mayor de los mimos y
orgullos es un acto de egoísmo que, además, no garantiza su supervivencia
como objeto que habla de la vida de nuestros antepasados en el futuro. La única
vía real para que dichos elementos tengan una auténtica conservación es donarlas,
o venderlas (algo que también es legal) a organizaciones altruistas, independientes
y sin ánimo de lucro entre las que, lógicamente, se encuentra La Maquinilla.
Feliz verano.
Titular: Asociación La Maquinilla
IBAN ES1831870586674721079814
Concepto: ayuda proyectos La Maquinilla
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