Abril de 2011. Proyecto Camino del Guadiato. Alumnos del IES José Alcántara visitando Cerco Industrial de Peñarroya |
En el cuarto de siglo en que el término Patrimonio Industrial lleva instalado en la sociedad del Guadiato se ha hablado de catalogar, de proteger, de promocionar, de reciclar, de restaurar los bienes culturales que en relación a la industria, las minas y los ferrocarriles existen en la zona, pero jamás se pensó en concienciar sobre su valor a los ciudadanos que viven junto a ellas.
Las instituciones locales como principales garantes de su custodia y recuperación han asumido durante años una filosofía equivocada de recuperación del patrimonio industrial, basada en la restauración física de determinados lugares con valor histórico y en la redacción de reglamentos basados en la sanción para evitar su deterioro, pero sin un oportuno trabajo cultural y de formación del ciudadano corriente.
Las instituciones locales como principales garantes de su custodia y recuperación han asumido durante años una filosofía equivocada de recuperación del patrimonio industrial, basada en la restauración física de determinados lugares con valor histórico y en la redacción de reglamentos basados en la sanción para evitar su deterioro, pero sin un oportuno trabajo cultural y de formación del ciudadano corriente.
A este despotismo pedagógico ha contribuido también la sociedad civil de
los municipios implicados, mediante la organización de bienintencionadas charlas,
reuniones, conferencias, pero que terminaban por convertirse en guetos elitistas de este saber desde un punto de
vista conceptual.
Por describir la situación con un ejemplo, hemos pretendido regalar una bicicleta a un niño que todavía no ha aprendido a caminar.
Por describir la situación con un ejemplo, hemos pretendido regalar una bicicleta a un niño que todavía no ha aprendido a caminar.
Esta manera de proceder, aunque ha solucionado algunos problemas de visibilidad de este tipo de patrimonio en las poblaciones, todavía no ha conseguido arreglar la desafección de sus habitantes por éste.
La lacra-losa cultural a la que se enfrentan las viejas poblaciones industriales y mineras de este y otros Guadiatos tiene una raíz exclusivamente educativa. Y es que no nacemos con la cualidad para respetar sino que lo aprendemos en casa y en la escuela.
La lacra-losa cultural a la que se enfrentan las viejas poblaciones industriales y mineras de este y otros Guadiatos tiene una raíz exclusivamente educativa. Y es que no nacemos con la cualidad para respetar sino que lo aprendemos en casa y en la escuela.
Jamás ha existido una política educativa sobre Patrimonio Industrial formal o informal en nuestros municipios y ello nos convierte en cómplices, en unos casos y víctimas en otros tantos, de nuestra propia ignorancia. A todos. Desde los mayores hasta los más pequeños, pasando por padres, madres, profesores maestros... y concejales.
Los edificios restaurados, por si mismos son incapaces de enseñar su historia o su valor si no es a través de la honesta labor de transmisión de conocimientos de un ser humano a otro ser humano sobre él. En esta materia, como en el resto del país burbujeante, hemos querido poner ladrillos donde hacían falta libros; hemos reconstruido algunas ruinas mientras dejamos solares en las cabezas de nuestra gente. Así y sólo así se explica el expolio cotidiano y el desdén de nuestros vecinos por el patrimonio minero pese al esfuerzo y el dinero invertido.
Vaya como descargo que en materia de Patrimonio Industrial, el problema no ha sido que se haya trabajado poco, sino que se ha trabajado mal. Es decir, con un enfoque deficiente.
Pensando en la gente, los poderes públicos se han olvidado de la gente, como protagonista principal en la conservación de este tipo de bienes, como generadores del verdadero cambio.
Afortunadamente, en los últimos meses las instituciones educativas de la zona se han mostrado sensibles a esta carencia y han comenzado a sentar las bases del remedio a esta situación tan grave como histórica. El Centro de Profesores de la Sierra de Córdoba (CEP), organismo dependiente de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía con sede en Peñarroya-Pueblonuevo, va a poner en marcha durante el próximo trimestre un curso específico de formación de profesorado sobre el patrimonio industrial.
El objetivo del mismo no es otro que educar (también) a los educadores, es decir, impartir formación específica sobre el patrimonio industrial de la localidad al tiempo que proporcionar herramientas de trabajo en el aula y extraescolares para fomentar en el alumnado el conocimiento y el gusto por el conocimiento del inmenso legado arquitectónico, cultural y social que la industria, las minas y los ferrocarriles dejaron en la zona.
Esta actuación de pequeña escala aporta un grano de arena en la buena dirección y debe servir como punto de partida para la construcción de una más que necesaria política municipal educativa en favor el patrimonio industrial en nuestros pueblos. Conviene recordar que entre las funciones de las Delegaciones de Educación y Cultura de cualquier Ayuntamiento se encuentra la de CREAR UNA IDENTIDAD CULTURAL MUNICIPAL DENTRO DE UNA VISIÓN INTEGRADORA, una identidad que descansa en gran medida sobre el patrimonio arquitectónico.
Lo hemos comentado en otras ocasiones: las personas son capaces de defender las cosas en la medida en que poseen información sobre ellas. Se ama aquéllo que se conoce. Desde nuestra humilde atalaya demandamos a nuestras autoridades una educación para los hijos de esta comarca en materia de patrimonio industrial, al tiempo que les ofrecemos colaboración para desarrollar un plan general de actividades destinado a crear una memoria colectiva alrededor de éste.
Aunque pudiera parecer un contrasentido, sólo el conocimiento del pasado por parte de sus habitantes mediante los instrumentos adecuados puede dar una oportunidad de futuro a un patrimonio tan denostado como lo es el industrial.
"Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo", dijo una vez el inefable Benjamin Franklin. De momento, sólo decimos...
2011. Proyecto Camino del Guadiato
Alumnos del IES José Alcántara en la antigua estación FEVE de Belmez-ermita
Reconocer y respetar el patrimonio propio también es un objetivo de la educación
Información general del Curso:
Título:
Aprovechamiento didáctico del patrimonio histórico e industrial.
Profesores que lo imparten:
D. Antolín Fraile Mancebo, Catedrático de Historia.
D. Luis Prados Rosales. Doctor ETSA. Director del IES Alto Guadiato de Peñarroya-Pueblonuevo.
D. Jerónimo López Mohedano. Maestro. Cronista Oficial de Peñarroya-Pueblonuevo.
Coordinación:
Pedro A. Cabrera Ruiz.
Colectivo:
Profesorado internivelar dependiente de la Consejería de Educación.
Lugar de Realización:
CEP Sierra de Córdoba (Peñarroya-Pueblonuevo).
Duración:
10 horas.
Horario: de 17 a 20 horas.
Número máximo de participantes: 25
¡¡Enhorabuena por la iniciativa!!
ResponderEliminar¡¡Enhorabuena!! por esta iniciativa y por la labor divulgativa que hacéis desde este blog
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