Autora: Ana Triviño |
Hasta hoy todas las ediciones del Día del Cerco
se habían celebrado en día festivo, bien fuera sábado o domingo,
en un claro gesto de concienciación de la población adulta y en un ingenuo pensamiento de que los éstos traerían a los
niños para verlo. El paso del tiempo nos ha demostrado cuán equivocados
estábamos quienes diseñamos el evento: ni los adultos del pueblo,
contemporáneos nuestros, están más concienciados a la vista de los resultados
patrimoniales obtenidos en el Cerco, ni se ha incrementado el número de niños
que visitan el Cerco, salvo por alguna actividad esporádica que haya organizado
nuestro colectivo.
De modo que, asumiendo el fracaso educativo entre los mayores, en tanto que el Cerco Industrial se sigue deteriorando y ninguno de nosotros, y vamos a incluirnos los colectivos patrimoniales también, hemos sabido encontrar después de 10 años una solución no ya para recuperarlo para uso público, sino para frenar su deterioro, queremos dedicar esta edición del Día del Cerco a los niños de Peñarroya-Pueblonuevo y a las personas con discapacidad, aquellos que aún tienen la mirada limpia y cuyas actitudes no se han visto contaminadas por las posverdades históricas, las soluciones facilonas (ninguna solución a los problemas del Cerco lo es) o las posturas basadas en la incultura patrimonial que tanto gustamos de compartir entre las generaciones que gestionamos algún área de este municipio en la actualidad.
Por tanto hemos decidido invitar a todos los centros de educación primaria y educación especial del municipio (los centros de educación secundaria han declinado la invitación) a un dulce desayuno en el almacén central y a una fotografía aérea en el Cerco humeante con el principal objetivo de seguir transmitiendo hábitos positivos en relación a este patrimonio único en Europa y que a pesar de los avances en materia de protección legal, continua amenazado de desaparición.
Una chimenea encendida en Peñarroya-Pueblonuevo cambia más cosas de las que pensamos: hace reflexionar a aquel que la observa y la reflexión es el principio de la acción posterior |
Para lo adultos, los
concienciados lógicamente, organizamos el II Concurso de fotografía
A-cércate que tan magníficos trabajos alumbró durante la primera edición. Las
bases pueden ser consultadas en el siguiente enlace:
https://drive.google.com/file/d/1GAWjtibWE9MR-kIfLF0rmi0n5mha6phA/view?usp=sharing
Nuestro agradecimiento a Guadiato Mavic por ofrecerse a realizar las fotografías artísticas a ojo de
dron, a los voluntarios de Protección Civil de Peñarroya-Pueblonuevo y bomberos de Peñarroya-Pueblonuevo, que siempre
trabajan altruistamente en pro de nuestro bienestar y también de la cultura y,
por supuesto, al Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, que sostiene económicamente
la actividad. También al profesorado de los centros educativos de
Peñarroya-Pueblonuevo por querer dar vida a un evento fomentando la
participación de los niños de la localidad a pesar de las restricciones a las que les somete el Covid.
Encender la chimeneas del Cerco nunca
es un acto inútil porque hace reflexionar, aunque sólo sea por un instante, a
cualquier ciudadano que vea una chimenea
exhalando humo de color. Y la reflexión
siempre es la base sobre la que se sostiene la acción posterior.
El concurso fotográfico A-cércate ofreció obras como ésta Foto ganadora del I concurso de fotografía A-cércate |
Titular: Asociación La Maquinilla
IBAN ES1831870586674721079814
Concepto: ayuda proyectos La Maquinilla
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