Es muy común el abuso de tópicos negativos
cuando nos referimos a servidores públicos. Del mismo modo, acostumbramos a resaltar en
redes sociales y reuniones con amigos aquello que no hacen, o ponemos acento en lo que no funciona de nuestro
sistema público a nivel local o nacional, tanto da, en unos ejercicios identidad que nos cohesionan como grupo. Desprestigiar docentes,
cuerpos de seguridad del Estado y profesionales de la sanidad resulta obvio o incluso necesario entre aquellos que desean ser aceptados como iguales en una sociedad que en la práctica adora la homogeneidad, pese a que en la teoría se le llena la boca de tanto derecho a la libertad de opinión.
Este manto de descrédito en
numerosas ocasiones oculta numerosos
casos en los que cumplen con su deber o, simplemente hacen bien su trabajo.
A nivel local, una de las mayores dianas de este
discurso negativo ha sido
históricamente el Cuerpo de la Policía Local de Peñarroya-Pueblonuevo. Sus
dificultades, sus deficiencias y sus defectos, a menudo han sido y son objeto de crítica, en la mayor
parte de los casos con falta de información y fundamento.
Es por ello que con motivo de los
últimos actos vandálicos que se vienen produciendo en el tramo peñarriblense de
la vía verde alzamos la voz en defensa
de este cuerpo que, al menos desde la óptica de nuestro colectivo, hace
lo que puede o incluso más de lo que debe para proteger la vía verde de La
Maquinilla y nuestro Patrimonio.
En los últimos 6 años son
numerosas las llamadas de auxilio que ha realizado el colectivo de La Maquinilla cuando ha detectado algún expolio o acto de vandalismo tanto en el Cerco o como en la
Vía Verde, y todas ellas han sido
atendidas en el 100% de los casos,
del mismo modo que conocemos que algunos
agentes fuera de servicio eligen estos
lugares para practicar deporte con el ánimo de preservar unos espacios que ha costado mucho esfuerzo ciudadano y
dinero público recuperar.
Hace dos semanas quienes
visitaron el parque periurbano observarían que uno de los paneles turísticos de
la vía verde había sido arrancado de cuajo. La redes sociales, siempre amigas
de los juicios superficiales y de la
falta de reflexión, rápidamente se hicieron
eco de este acto, no con ánimo de condena de
lo sucedido sino con la resignación negativa sobre el estúpido e indomable
carácter del homo peñarriblensis y,
cómo no, para atizar al cuerpo de la
Policía Local sobre la falta de vigilancia.
En la misma mañana de la detección
del problema nos personamos en comisaría
para dar información de lo sucedido. Pues bien, dos días más tarde los miembros
de este cuerpo ya habían localizado los
responsables, de los cuales, uno de ellos, el dueño del quad que chocó con este
mobiliario ha sido sancionado.
Actualmente se están realizando las gestiones para el cobro del arreglo del
mencionado panel con el seguro del vehículo.
Episodios como éste no suelen
salir a la luz por la discreción de nuestros agentes y porque parece contrario
al tópico imperante y, por tanto, alejado de la opinión generalizada de la
tribu, pero ponen de manifiesto que quienes
velan por la seguridad del municipio hace mucho más de lo que parece o se dice,
no sólo en la Vía Verde, sino en muchos otros ámbitos.
Desde nuestro colectivo queremos manifestar
nuestra satisfacción por la labor que hace la Policía Local de
Peñarroya-Pueblonuevo en las materias a las que nos dedicamos, al tiempo que
pedimos apoyo para unos profesionales, que además son vecinos nuestros y que con pocos recursos humanos tratan de
hacernos la vida un poco más fácil.
La tribu tiene que entender que los
actos vandálicos, como cualquier tipo de acto perpetrado contra las normas de
convivencia no sólo son responsabilidad
de los agentes de la autoridad o de nuestros Ayuntamientos, sino de la sociedad
civil y lógicamente de una ciudadanía bien educada y civilizada, que es
mayoría, pero que adopta una actitud pasiva o cobarde ante la destrucción o el gamberrismo.
Sabemos y asumimos que en la a
vía verde se seguirán dando actos vandálicos en proporción al número de
visitas que tiene un lugar público cuyo
número de visitas es equiparable al que recibe
el Llano o el Parque de
Peñarroya o cualquier lugar habitado por humanos. Lo que no aceptamos es hacer culpable del problema siempre al mismo factor.
Si la vía verde de La Maquinilla
ha sido producto de la suma de todos, tendremos que admitir que su perjuicio
será el resultado de la resta de todos.
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