jueves, 20 de noviembre de 2014

Porque no todo son minas y ferrocarriles










Fotos Rubén Cañamaque
En nuestro esfuerzo por defender y difundir el patrimonio industrial del Valle del Guadiato este   blog ha dedicado muchas líneas (el tiempo se lo dedican ustedes cuando nos leen) al Cerco de Peñarroya,  a las estaciones y casetas de nuestros ferrocarriles y a las minas de nuestra comarca. En esta búsqueda de una conciencia ciudadana hacia el patrimonio industrial  no  ha sido el capricho propio sino la relevancia social, histórica y etnográfica para la comarca así como el riesgo de desaparición, bien por deterioro bien por expolio de estos bienes lo que nos ha llevado a dar prioridad a unos elementos por encima de otros.

No obstante, esta manera de contar, esta manera de fomentar el conocimiento de nuestro patrimonio en algún momento ha podido llevarnos al error de explicar y de hacer entender  el patrimonio industrial del Guadiato de manera sesgada, es decir, desprovista de otros elementos industriales que también han formado parte de nuestra cultura del trabajo y que por ello, son una fuente inagotable de riqueza. Y es que el patrimonio industrial del Guadiato es mucho más que ferrocarriles y minas ¿Qué decir, por ejemplo del  numeroso patrimonio industrial de origen agrícola que hoy se encuentra diseminado y mucho más olvidado que el anterior? Es por ello que urge plantear el patrimonio industrial del Guadiato con una mayor amplitud.



 Chimenea de la fábrica de Harinas de Peñarroya-Pueblonuevo, con el edificio al fondo
Foto Rubén Cañamaque

La  localidad pionera en la comarca en cuanto a rehabilitación de este tipo de patrimonio fue  Peñarroya-Pueblonuevo, con la restauración de la  fábrica de harinas Santa María en 2010 a través de un taller de empleo. El edificio, construido por la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya  en 1909 para la venta de pan y harina a los  trabajadores de la multinacional  y otras  empresas del ramo,  conserva actualmente la maquinaria original en perfecto estado de conservación y pasa por ser una de las  más valiosas de nuestro país. A día de hoy, el que iba a ser bautizado como "Museo del pan" continúa cerrado a las visitas y ha iniciado desde hace meses el rutinario proceso de vandalización que padece todo aquello que se abandona,  a la espera de que alguien de una vez caiga en la cuenta de que merece la pena rentabilizarlo. 


Tecnología Daverio del interior de la Fábrica de Harinas de Peñarroya-Pueblonuevo
 Fuente: minasdesierramorena


Desde aquel acontecimiento, no del todo valorado como se merece, han pasado 4 años sin noticias agradables sobre este tipo de Patrimonio. La escasez de recursos económicos y, sobre todo, una deficiente  educación (por no decir inexistente) de la ciudadanía y sus gobernantes, apuntan como principales factores que explican este parón en cuanto a rehabilitación se refiere. Y así ha sido hasta fechas recientes, cuando  Villanueva del Rey se ha  sumado a la lista de municipios sensibilizados con su conservación y protección. 

Con decenas de hectáreas de olivar en su término municipal, Villanueva del Rey  ha sido el pueblo que históricamente ha estado más vinculado a la industria del  aceite en nuestra comarca. No en vano, su cooperativa (Santiago Apóstol) forma parte del grupo de 20 que, junto a la de Villaviciosa y Los Blázquez,  en los años 80 integraron el grupo oleíola Cordoliva, el cual posteriormente se fusionaría con la Sociedad Cooperativa Hojiblanca de Málaga. Actualmente, el conglomerado de empresas (Dcoop.) al que pertenece la cooperativa de Villanueva del Rey se ha convertido en 2014 en el primer productor mundial de aceite de oliva.
Instalaciones de la Cooperativa Santiago Apóstol, en Villanueva del Rey
Foto Rubén Cañamaque

El Ayuntamiento de este municipio ha restaurado una vieja prensa de aceite de principios del siglo XX. El artilugio, además, posee la peculiaridad de  haber sido rectificado en las últimas décadas para la obtención de vino, hecho  que le confiere una gran singularidad entre todas las existentes en su categoría.
La máquina, convertida en monumento y adecuadamente recreada ha sido instalada frente a las modernas instalaciones que actualmente posee la Cooperativa  Santiago Apóstol, hoy en activo, y fue inaugurada la semana pasada con motivo de las I Fiesta de la Trasiega. El evento ofrece las bondades agroalimentarias de este pueblo  y promete convertirse en un futuro próximo en toda una referencia de la ferias tradicionales en el  norte de Córdoba.  

En un blog en el que desgraciadamente damos tantas  malas noticias en relación a nuestro patrimonio industrial, para nosotros supone un placer  a la vez que  una inmensa alegría  contarles iniciativas como ésta. Felicitamos, por tanto, al Ayuntamiento de Villanueva del Rey  por haber construido su propia senda hacia la recuperación de su pasado industrial en un marco comarcal y les animamos a no conformarse con este pasito dado en la buena dirección, diseñando nuevas actividades de concienciación entre los más jóvenes y fomentando la recuperación de más elementos, que a buen seguro los hay. Por nuestra parte, también comentar  que sería un error  concebir la prensa como un simple objeto decorativo o pintoresco. Más allá del puro ornamento, debe ser la base sobre la que asentar el conocimiento de la propia historia industrial del municipio entre las nuevas generaciones y un un inspirador de una cultura del trabajo de la que todos estamos/están  tan necesitados.

A nivel general, verdaderamente nuestra  comarca es  deficitaria en ejemplos como el que les hemos presentado para conseguir que el Patrimonio Industrial deje ser un asunto de minoritarias élites intelectuales y  crear una cultura social en relación a él. ¿Quién quiere ser el siguiente?

 El patrimonio industrial agrícola de nuestra comarca es impresionante
Harinera de Belmez
¿Tendrá una segunda oportunidad?
Foto Rubén Cañamaque

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