Los trenes que no perdimos

Fuente: Asociación  Desde la Cima

Hace tres años, cuando este movimiento ciudadano comenzaba a dar sus primeros pasos, elaboramos varias entradas de blog (patrimonio emigrante) en las que comentábamos la conveniencia de priorizar la  recuperación de material ferroviario abandonado en la  propia zona frente la adquisición de piezas foráneas. Entre las razones que esgrimimos en su momento para argumentar tal propuesta se encontraban las  sentimentales (la gente se identifica y quiere que se restaure el patrimonio local) y las  económicas (una donación es más barata que una compra).

Han sido muchos los elementos ferroviarios que se han ido  perdiendo en la zona  por el desdén crónico de nuestras instituciones y la falta de organización de la sociedad civil. Entre todo el bestiario de  metal que  hemos dejado marchar, podemos citar, entre los casos más relevantes, el automotor Creussot-Naval 1158,  de vía estrecha, que fuera construido en entre 1953 y 1958 dentro del Plan de modernización de las líneas de vías estrecha españolas y que finalmente fue destinado a la línea Peñarroya-Puertollano. Este ingenio ferroviario tiene que ser contemplado a 1.000 kilómetros de aquí, concretamente en el Museo Vasco del Ferrocarril. Después de todo, esta pérdida es comprensible en base a que la citada máquina fue trasladada a los ferrocarriles vascos y posteriormente valencianos tras el cierre de la línea Peñarroya-Puertollano (1970) hasta ser dada de baja en 1987. Fueron, posteriormente, los técnicos del citado museo del ferrocarril quienes hicieron las gestiones oportunas en 2008 para trasladar el automotor, en estado calamitoso de conservación, a sus instalaciones en Azpeitia para ser restaurado y puesto en funcionamiento.

Automotor Creussot-Naval 1158 Fuente: Conquista Juan Gutiérrez

Coche salón PFAX2 Fuente: Vapor Madrid

Coche pagador PFAX1 Fuente: Vapor Madrid

Pero si hubo algún ejemplo paradigmático de miopía institucional y civil desde el punto de vista del patrimonio ferroviario en la localidad de Peñarroya-Pueblonuevo, ese fue el de los  vagones PFAX1 (vagón pagador) y PFAX2 ( coche salón para personal técnico y altos empleados), ambos propiedad de  la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya y construidos en el Cerco Industrial de la misma localidad. Estas joyas del patrimonio ferroviario del Guadiato reposaron en las dependencias de los antiguos talleres generales (TAPESA, posteriormente) del Cerco hasta el año 1996, en que los propietarios y herederos de todo aquel material rodante (CALADOS S.A.)  lo vendieron legítimamente a Vapor Madrid, Asociación sin ánimo de lucro cuya sede se encuentra en Arganda del Rey, ante la pasividad del gobierno municipal de aquellos tiempos. Pese que tenían conocimiento de ello, las autoridades del municipio ni siquiera intentaron participar en la puja, o bien, buscar unos fondos para la compra que más que probablemente hubiesen encontrado en las instituciones provinciales y/o autonómicas de aquellos tiempos, que no  de éstos.

La historia del patrimonio ferroviario comarcal está plagada de expolios consentidos, consensuados, legales e ilegales, para vergüenza nuestra. Y así  ha sido hasta hace aproximadamente un año, momento en que  la Fundación Cuenca del Guadiato, nacida en 2012 con el objetivo de preservar el patrimonio industrial, minero y ferroviario del Guadiato  empezó ha firmar acuerdos  con diveras instituciones  y colectivos para  desarrollar el proyecto de Museo  del del Ferrocarril que fuera iniciado por el Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo en 2011 con tanta ilusión y dinero como poco acierto.

Así, destacamos la firma de un convenio con la Asociación Cordobesa de Amigos del Ferrocarril (ACAF) y Ayuntamiento de Peñarroya para la custodia de material ferroviario cordobés en el verano de 2013 y el contrato con ENCASUR fruto del  cual se ha rescatado todo el  material rodante abandonado en la Corta Cervantes desde hace décadas para su exposición permanente en el Almacén Central de Peñarroya-Pueblonuevo. A continuación, detallamos la relación las unidades recuperadas:

-Locomotora de Vapor tipo Baldwin Nº 5 (Belmez) de 1901.

-Locomotora de Vapor Couillet Nº 4 construida en 1924.

-Locomotora Diesel Ferrotrade de 1970.

- 4 vagones de carga:  tolva metálica modelo T-12, un vagón de aguada  y dos vagones de madera  para transporte de mineral.

Estas piezas se unen a la locomotora Marta (SHMB1), la máquina Teuler de las Minas de Cala y el vagón de recuperación de MZA, que fueron adquiridos y restaurados en épocas anteriores con fondos mineros para la reactivación de comarcas mineras.

Locomotora Belmez. Fuente: Fundación Cuenca del Guadiato

 SMMP 4
Fuente: Fundación Cuenca del Guadiato

Tractor diésel Ferrotrade
Fuente: Fundación Cuenca del Guadiato

 vagón aguadas 
Foto Rubén Cañamaque

vagón de bordes medios
Foto: Rubén Cañamaque

Vagón T-12 Foto Rubén Cañamaque

Después de años perdiendo trenes, nunca mejor dicho, es una fantástica noticia el hecho de que La Fundación "Cuenca del Guadiato" haya empezado a recuperar aquéllos que todavía se encontraban repartidos por las viejas instalaciones mineras y que, a buen seguro, hubieran desaparecido por acción de la rapiña humana. Reconocemos, por tanto, el acierto que ha supuesto reactivar la idea del Museo del Ferrocarril en la localidad,  al tiempo que animamos  a sus miembros a recuperar algunos de los trenes que no supimos valorar en el pasado reciente. No en vano,  los vagones PFAX1 y PFAX2 siguen a la venta en la actualidad.

Desde el punto de vista de nuestro proyecto asociativo, comentar que el futuro Museo del Ferrocarril constituirá un atractivo turístico para las decenas de personas foráneas que  a día de hoy visitan  la Vía Verde de La Maquinilla durante los fines de semana, pero también al revés, es decir, el Museo del Ferrocarril podría ofertar visitas guiadas en la Vía Verde de La Maquinilla, como contenido complementario a sus actividades, aprovechando que ésta discurre junto al Almacén Central.

Almacén Central, sede el museo de la minería y la industria

Fuente: Diario Córdoba

Desde aquí, felicitamos a la Fundación, al Ayuntamiento de Peñarroya-Puenblonuevo como promotores de esta iniciativa y ofrecemos la colaboración para ulteriores proyectos en relación a ésta: documentación gráfica, información histórica, restauración, musealización...