lunes, 24 de febrero de 2020

Empresarios jóvenes y muy verdes


En Peñarroya-Pueblonuevo buscamos empresarios jóvenes
y verdes 

Bien conocen nuestros seguidores y quienes usan habitualmente nuestras vías verdes  la necesidad de sombra que hay en sus recorridos y también  la obligación que tenemos todos de ir recuperando desde el punto de vista medioambiental  espacios degradados y contaminados que antes pertenecían a la industria y a la minería.


Este triste y tóxico  legado que nos han dejado las empresas que explotaron y se beneficiaron de los recursos que nuestro subsuelo sólo puede resolverse con mucho dinero de la administración, con paciencia y con participación ciudadana. 


Así el dinero que ha traído  Diputación de Córdoba  gracias al proyecto de vía verde ha facilitado la realización de  importantes mejoras medioambientales  en nuestro entorno, la plantación de  más de 500 árboles, una parte de los cuales ha logrado sobrevivir y ya empiezan  a recuperar hábitats perdidos hace muchos años.


La dedicación de nuestro colectivo al cuidado de los árboles y la limpieza de los tramos rehabilitados ha dado continuidad al esfuerzo económico de Diputación, creando espacios agradables  para la visita y el disfrute de nuestro Patrimonio Industrial. Sin embargo, era la participación ciudadana la que se estaba quedando un poco rezagada con respecto a estos dos pilares: aunque habíamos hecho algún que otro llamamiento hacia la donación de árboles en diversas ocasiones es cierto que íbamos sumando de uno en uno, un ritmo bastante lento para cubrir de vegetación y arbolado  las amplias zonas que todavía quedan pendientes. 

Roberto Pablo y Verónica, Verónica y Roberto Pablo, todo un 
buen ejemplo de jóvenes empresarios que generan riqueza en su pueblo
y que, además, ayudan a su mejora en otros ámbitos


Ejemplos de esta falta de  interés ciudadano en la recuperación ha sido la última iniciativa de recogida de árboles de Navidad, que se ha saldado con la 8 ejemplares de los cuales 3 han sido cedidos por Semillería El Molino. Incluso, uno de ellos procede de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira, lugar hasta donde llegó nuestro llamamiento gracias a internet. Ello hace un total de 4 árboles recogidos en la comarca del Guadiato, un  pobre balance.

No obstante, cuando todo parece que cuadra con ese tópico negativo sobre nuestra apatía natural y la falta de participación histórica  siempre aparece alguien para hacernos cambiar de opinión sobre este particular.


La semana pasada la nueva gerencia del Peñón Gym Club, conformada por Roberto Pablo Molero y Verónica Pérez, ha donado  50 ejemplares de casuarina. Este árbol,  como todos sabemos, fue un símbolo de la localidad de Peñarroya-Pueblonuevo durante más de 100 años en tanto que rodeaba minas, industrias. Incluso la colonia francesa residente en este lugar también los plantaba en sus propias viviendas-jardín  por sus propiedades de cohesión del suelo y anticontaminación. 


En los años 80 del siglo XX  la falta de políticas urbanísticas y la insensibilidad histórica de los gobernantes de la localidad  mermaron la población de esta especie hasta convertirla en  testimonial. De este modo de los varios miles de casuarinas se pasó a menos de un centenar que sobrevive en los alrededores del Centro de Salud (antiguo hospital minero), la vía verde de la maquinilla  y algunas viviendas-jardín cuyos dueños aún conservan el buen gusto e antaño.

Plantación de las casuarinas donadas por Peñón Gym Club


Restan aún numerosas e inmensas  áreas del parque periurbano y de la vía verde de La Maquinilla por llenar de árboles hasta conseguir el entorno que merecemos, aproximadamente 3 hectáreas, pero no cabe duda de que sumando aportaciones de 50 árboles como la que les hemos presentado  no tardaremos mucho tiempo en completarlas.


Por lo demás, sólo nos queda agradecer la cara donación de estos empresarios locales del  Peñón Gym club, todo un ejemplo de colaboración privada con el medio ambiente de  nuestros municipios y también un modelo a imitar en nuestra comarca.


El Guadiato  necesita más  jóvenes como éstos,  con ganas de trabajar por su pueblo no sólo invirtiendo su patrimonio en  su localidad en contra de la lógica para quedarse aquí generando riqueza  sino siendo ciudadanos proactivos y  responsables en su mejora y,  desde luego, le sobran aquellos que sólo se quejan de lo mal que está todo, que  no mueven un solo dedo para labrarse una oportunidad de futuro en el  lugar en el que viven  y que vagan de un a lado para otro quemando gasolina con el coche que le han pagado sus padres  esperando a que alguien se la dé.  

Desde la Asociación La Maquinilla sólo podemos comprometernos a cuidar estos árboles hasta que se hagan adultos y  dar la mayor publicidad posible a este positivo y original caso de implicación empresarial con la vía verde del Guadiato. Si algún día fuera joven, me gustaría ser como ellos.

La Vía Verde la construimos entre todos, también con el apoyo de nuestros empresarios  si son jóvenes mejor que mejor. 


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