jueves, 26 de mayo de 2016

EL CAMINITO VERDE


Desde hace ya bastantes años una de las terapias más recomendadas por los médicos es andar, para todos en general y a mayores en particular. Ciertamente, es un remedio para muchos males: “Menos plato y más zapato”.
Las vías verdes sirven para eso, a poco que te des cuenta llevas ya un par de kilómetros andados, por un trazado llano o con escasa pendiente y, casi siempre, frecuentado por otras personas con las que se puede echar un buen rato.
El título de esta entrada alude precisamente a eso, a cómo las personas mayores han ido tomando como suyas las vías verdes de estos pueblos y realizan en ellas sus terapias. En el caso de Belmez, tal vez porque nuestros mayores vean las cosas de forma más sencilla y llamen a las cosas como las sienten, mezclando unos conceptos con otros, para muchos el nombre del trayecto que hacen a diario es el de “Caminito Verde” y, precisando más aún, “ese que empieza en la casita de colores”. 

Nuestras Vías Verdes, la de La Maquinilla y la de Peñarroya-Pueblonuevo, son frecuentadas a diario por cientos de personas que se dedican a eso tan sano que es caminar, con lo que favorecen su forma física y, al mismo tiempo se relacionan. También ¿y por qué no? Los mentideros de antaño tienen ahora forma de Vía Verde: se habla, se critica y se chismorrea. A fin de cuentas lo mismo que hacen los millones de personas que a esas misma hora ven Tele Cinco, pero en nuestro caso de una manera muchísimo más saludable para cuerpo y alma.
Estas personas hacen también de guardianes. Disfrutan de todos los elementos de nuestra vía, vigilan a diario todo lo que pueda estar pasando en su/nuestro camino verde y no tienen reparos en dar quejas o poner en aviso si alguien comete alguna tropelía, si hay algún destrozo o si algún árbol necesita cuidados.
Pero no es solo para mayores y andarines, como veníamos advirtiendo desde hace años, la repercusión de las Vías Verdes trasciende de nuestros municipios. Son una demanda en nuestra sociedad del ocio. Los “bikers” (sí, esos a los que hasta hace unos años llamábamos ciclistas pero que ahora son bikers, lo mismo que los corredores son ahora runners) han “ocupado” nuestras vías. De eso se trataba. Villanueva del Duque, Belmez y Peñarroya ven, sobre todo los fines de semana, auténticas mareas de ciclistas transitando por ellas. Y cuando estos tres pueblos queden definitivamente unidos, con un recorrido de casi 40 kilómetros, el número de usuarios se multiplicará por mucho.

Por lo pronto, los ocho kilómetros de la Vía Verde de La Maquinilla ya van apareciendo en folletos y guías turísticas, la última, la Guía de Cicloturismo publicada por la Junta de Andalucía, en la que hemos comprobado con muchísimo agrado cómo nuestra vía “vuela sola”, como si se tratara de un hijo que se emancipa, ya no depende de que seamos nosotros quienes la anunciemos, sino que nos la publicitan desde fuera, sin intervención nuestra.
Es posible que alguien piense que esto no es gran cosa, pero es mucho. Nuestros “caminitos verdes” trascienden por sí mismos más allá del Guadiato.

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