lunes, 18 de abril de 2016

Vías Verdes, auténticos monumentos y sitios




Pablo Luque es colaborador ocasional de la Asociación La Maquinilla casi desde el principio de nuestra andadura y está considerado uno de los mayores expertos en vías verdes de España. Ha realizado numerosos estudios académicos y  publicado  ensayos divulgativos en  sobre antiguos trazados ferroviarios en desuso de nuestro territorio. En sus ratos libres, para descansar, es activista de las Vías Verdes, no  importa dónde  se encuentren. Hoy, con motivo del Día Internacional de los Monumentos y Sitios, ha querido dedicar unas líneas en este medio de comunicación para recordarnos, a todos, que las Vías Verdes, por encima de su valor deportivo o turístico, son monumentos en sí mismos.


Desconocíamos por completo esta efeméride, por lo que su artículo, que reproducimos a continuación, no puedes ser más oportuno:
Cada 18 de abril tiene lugar el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, propuesto por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) el 18 de abril de 1982 y aprobado por la Asamblea General de la UNESCO al año siguiente. Esta jornada sirve para promover la toma de conciencia acerca de la diversidad del patrimonio natural y cultural de la humanidad, de su vulnerabilidad y de los esfuerzos que se requieren para su protección y conservación.

Todos conocemos que las Vías Verdes son antiguos trazados ferroviarios en desuso reutilizados como itinerarios no motorizados, aptos para caminar, ciclismo, correr, patinar, rutas ecuestres, movilidad reducida, etc. Gracias a las cuáles tenemos acceso al extraordinario patrimonio natural (a veces son Espacios Naturales Protegidos) y patrimonio industrial y/o ferroviario (en ocasiones son Bienes de Interés Cultural) que inunda nuestra geografía nacional, que de otra manera sería verdaderamente complicado. En sí mismo, estos espacios se comportan como verdaderos Monumentos y Sitios Naturales, aunque no existan ninguna mención o reconocimiento oficial hacia las mismas.

Cuántos de nosotros, los viaverdistas, hemos gozado de un paisaje natural, un viaducto, un túnel, un edificio ferroviario, una chimenea de fundición, una cantera-mina o una locomotora-vagón, a la vez que practicamos nuestro deporte favorito gracias a la Vía Verde. Es decir, convertimos este antiguo espacio industrial-ferroviario en una verdadera instalación deportiva- turística al aire libre.

Pues bien, este año 2016 ICOMOS ha querido dedicarlo al Patrimonio Deportivo. Por tanto, debemos estar de enhorabuena, por que las VÍAS VERDES aúnan Patrimonio, Naturaleza, Cultura y Deporte.


                                                             Un monumento visto desde otro monumento: el Castillo de Belmez
                                                                                               desde la Vía Verde de La Maquinilla







 

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