jueves, 30 de mayo de 2013

Congreso Europeo sobre Chimeneas (y III): Roubaix y Peñarroya. Dos modelos opuestos de conservación de chimeneas

El domingo, 19 de Mayo, fue dedicado a realizar un tour por las chimeneas industriales más importantes de Roubaix y la ciudad vecina de Tourcoing, si bien, realmente ambas poblaciones podrían considerarse una. Están tan juntas que al visitante le resulta imposible reconocer con exactitud si la calle en que se encuentra pertenece a una  u otra. La misma situación ocurre con Lille (200.000 habitantes), hacia el sur de Roubaix. Esta ciudad es el centro de la cuarta conurbación de Francia, formada por decenas de municipios unidos cuya área meropolitana supera el millón y medio de residentes.

Roubaix, desde finales mediados del siglo XIX hasta la Segunda Guerra Mundial fue una de las capitales mundiales del tejido. De hecho se la llamó la ciudad de las 1.000 chimeneas, si bien, tal aseveración no es del todo cierta. Los miembros de la Asociación Le Non Lieu, que han investigado a fondo el asunto, han podido contabilizar hasta 400 chimeneas en el momento de máximo esplendor del municipio y aledaños.


Hoy en día, Roubaix ha perdido el peso económico de antaño a pesar de sus 100.00 habitantes. Apenas quedan un par de fábricas de tejidos en la actualidad de las más de cien que existieron y tan solo 37 chimeneas  permanecen en pie, la mayoría  en buen estado de conservación y lo que es más importante, están protegidas por el municipio y por las autoridades del  Departamento del Norte. Allí las chimeneas son tan sagradas como una catedral para la población local,  los edificios industriales no se destruyen, sino que se reciclan para otros usos, privados o públicos. En este sentido, la Asociación Le Non Lieu, co-organizadora junto a E-Faith del Congreso Europeo, tiene como sede la central eléctrica anexa a una antigua fábrica de tejidos, la cual está siendo rehabilitada por artistas y miembros de dicha asociación con resultados espectaculares.

En el Guadiato, en cambio, la situación es, prácticamente la opuesta. Tan solo cuatro chimeneas tienen protección oficial. Están ubicadas todas ellas en el Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo: las dos chimeneas gemelas de los Hornos de Cock, la equivalente de la antigua Central Térmica, y la chimenea de la Fundición de plomo,  edificio incluido. A diferencia de nuestros vecinos franceses, cuya  apertura de un expediente de custodia ha servido para restaurarlas y ponerlas en valor, incluso como soporte de antenas de teléfono, las chimeneas de Peñarroya-Pueblonuevo parecen un objeto inútil y molesto en el horizonte.

A expensas de los vientos, lluvias y nieves del invierno,  viven una situación más parecida a la de un  jarrón chino que a otra cosa, es decir, se desconoce su valor aunque se le supone, al tiempo que tampoco  se sabe muy bien qué hacer con ellas ni qué uso darles a nivel urbanístico, estético, histórico  o social. La política conservación de las chimeneas del Cerco llevada a cabo por los sucesivos gobiernos municipales durante  los últimos años ha consistido en "Intentar que nadie las tire para que  se caigan solas"  mediante una protección meramente documental y desprovista de cualquier actuación restauradora de las mismas. Esta política se ha convertido hoy en un programa de demolición encubierto y a largo plazo de las mismas cuyos efectos han sido devastadores: algunas chimeneas han perdido parte de su corona, otras tienen el fuste rajado por la mitad y la mayoría de ellas padecen problemas estructurales en su base.

Actualmente,  es imposible diferenciar en Peñarroya-Pueblonuevo  una chimenea que está protegida y/o catalogada y de una que no lo está, desde el punto de vista de la  conservación. Esto se debe a que las autoridades de la localidad  todavía  no han  entendido  que  proteger una chimenea o conjunto de chimeneas es mucho más que redactar un dossier con fotografía sobre su historia y ubicación para  guardarlo en un cajón. Las chimeneas del Cerco, al igual que  el Almacén Central, la Nave Yutera o la antigua sede de la SMMP, merecen un respeto y este respeto se traduce en invertir menos tinta y más dinero para que no se derrumben.

Peñarroya-Pueblonuevo. Chimenea de la Fundición de Plomo.
Se está partiendo por la mitad. Eso si, menos mal que está protegida
Peñarroya-Pueblonuevo. Chimenea de la fábrica de zinc. Primera candidata a
desaparecer en el próximo lustro. No está protegida.
Las buenas intenciones por escrito y las catalogaciones terminan por ser ejercicios de hipocresía si no vienen acompañadas de unas  medidas rehabilitación adecuadas.

Por ello, más allá de la envidia, el  esimismamiento y el llanto por lo perdido, esta localidad debe tomar lo bueno del  modelo patrimonial de Roubaix y empezar a trabajar para mejorar su propia realidad, que no es otra que reconocer que hay un problema de mantenimiento de sus antiguas, que no viejas chimeneas industriales de ladrillo, encontrar soluciones más efectivas que efectistas de protección e invertir recursos económicos en la recuperación de unas construcciones que son depositarias de su esencia como pueblo.

Un municipio puede perderlo todo, excepto su identidad.
  
Base de la chimenea de Desplatación.
Busquemos otro futuro para nuestras chimeneas

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