jueves, 18 de abril de 2013

VOLVIENDO A LOS ORÍGENES

“¡Qué ganitas tengo!” Ha sido la frase más recurrente entre los que estamos en esto de La Maquinilla en los últimos meses.

Nos referíamos a las ganas que teníamos de que, por fin, dejara de llover, que mejorase el tiempo y que volviéramos a las actividades que más nos demandan: los temas relacionados con el ferrocarril, las vías verdes y nuestras vías verdes.

Los que nos siguen con asiduidad habrán visto que a lo largo del invierno no hemos abandonado lo de nuestras vías, pero que debido a las muchas lluvias, no nos hemos atrevido a convocar muchas actividades al aire libre más allá del mantenimiento de “nuestros arbolitos”, con los alumnos del instituto de Belmez.

Sí, ha sido un invierno de actividades “de salón”, lo que se ha acentuado con el tratamiento de lo relativo al patrimonio industrial. Hemos considerado que la gravedad de lo que estaba sucediendo, el darlo a conocer y los contactos con otras asociaciones andaluzas con las mismas inquietudes, merecían nuestra atención preferente.

Pero sí, ahora volvemos a los orígenes. Parece que el invierno ha pasado, y si el verano llega cuando tiene que llegar y no aprieta mucho la caló, tenemos por delante un par de meses para los que tenemos programadas diversas actividades.

Asistentes al II Encuentro de la ACAF, ante el Puente de Hierro de Mirabueno
Y como anticipo de todo ello, el auténtico regreso a los orígenes fue la estupenda jornada del pasado domingo organizada por la Asociación Cordobesa de Amigos del Ferrocarril.

Como ya anunciamos, este año estaba dedicada al ferrocarril Belmez-Córdoba. Casi cien entusiastas de estos temas se reunieron para visitar algunos puntos de la vía férrea, con sus oportunas explicaciones, y asistir por la tarde a varias ponencias sobre la línea y una proyección del viaje que en 1990 organizó la ACAF.

Para quien no conozca este mundillo de las asociaciones de amigos del ferrocarril, lo primero que hay que contar es que se trata de gente de todo tipo, con el ferrocarril como pasión común. Y cuando digo pasión tal vez me quede corto. Se encuentra gente venida de toda España (pudimos hablar con asociaciones de Málaga, Huelva, Sevilla, Valencia, Ciudad Real…) y aunque pueda parecer que es monotemático, nada más lejos de la realidad, pues lo mismo se habla de historia, que de modelismo, de la Renfe, de tecnología o del AVE de Medina a la Meca. No hay lugar para el aburrimiento.

"Rastreando" las vías de la estación de Obejo
En este caso, lo que más llamó la atención fueron los muchos asistentes que, de alguna forma, habían trabajado en esta “nuestra” línea, y lo conocidísima que es en todo el país por sus fuertes pendientes del tramo de Córdoba a Cerro Muriano. Sin duda, lo más entrañable fueron los relatos de los mayores sobre cómo tenían que tomar impulso con sus locomotoras de vapor en las más duras rampas del recorrido, de tal modo que en ocasiones tenían que dejarse caer hacia atrás, para volver a intentarlo (y todo ello arrastrando trenes de más de 500 toneladas).

Tuvimos también ocasión de conocer a Joaquín Lucena, el protagonista del accidente de La Balanzona que contamos en este blog allá por septiembre del año pasado (ver “De Córdoba a Cerro Muriano”), que nos contó de primera mano cómo sucedió todo, que fue su primer día de maquinista y que escapó vivo de milagro.

También fueron muchos los que se refirieron al difícil paso del “Puente de Hierro”, motivo del cartel de este año, y hasta nos contaron como se hizo la fotografía a primeras horas de la mañana. Nada improvisada, por cierto.

En la estación de El Vacar (todas las fotos son de Álvaro Olivares)
Y por la tarde, a partir de las cuatro y media, una primera toma de contacto con la historia de la línea, que como ya dijimos en su día, fue a cargo de nuestra asociación (hay que reconocer que teníamos mucho miedo con esta presentación por el altísimo nivel de los asistentes); y después una detallada exposición de José A. Ortega Anguiano sobre los sistemas de seguridad que se utilizaron en su día para detener (o despeñar) los trenes en la bajada de Cerro Muriano a Córdoba, cuando se quedaban sin frenos, un sistema que no ha tenido otro igual en el mundo.

Tras la proyección del mencionado vídeo, la sesión la cerró el presidente de la ACAF, Álvaro Olivares, pasadas las ocho y media de la tarde, lo que pone de manifiesto los interesantes debates que se suscitaron en torno a la línea Belmez-Córdoba, que sin duda se hubieran alargado hasta altas horas de la noche.

Desde aquí felicitamos a la directiva de la ACAF por la magnífica jornada que nos hicieron pasar y los animamos a la organización de la próxima.

Presentación de las ponencias en el salón de actos de la Diputación

1 comentario:

  1. Magnífica jornada que puso de manifiesto dos cosas: el interés que suscita esta línea única y su actual estado de abandono y riesgo de perderse lo poco que queda.
    Hay que actuar urgentemente en pro de su conservación, empezando por el puente de Mirabuenos sobre el arroyo Pedroches, que cualquier día lo venden como chatarra.

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