jueves, 28 de junio de 2012

FÚTBOL, FÚTBOL, FÚTBOL

Son las dos cuestiones de actualidad: la prima de riesgo y el fútbol. Cuando los trenes circulaban por aquí, el primero de los temas ni estaba de moda ni se sospechaba. Algunas primas sí que había, pero por ganar o dejarse perder. Lo segundo si, lo de darle patadas al balón ha sido siempre muy de aquí.

Todo empezó en los últimos años del siglo XIX con la aparición del deporte, sobre todo el fútbol, como un nuevo entretenimiento. Aunque en España tardara algunos años en generalizarse, ya se estaban celebrando espectáculos deportivos desde hacía bastantes tiempo en Inglaterra y Francia, que habían recibido el espaldarazo definitivo en 1896, con la celebración de las primeras olimpiadas de la época moderna.

Siendo el Valle del Guadiato una más de las colonias francesas, no tardaron en aparecer aquí las primeras manifestaciones deportivas en los primeros años del siglo XX, e incluso antes. Tenis, ciclismo, bolos, criquet y fútbol fueron los deportes con más adeptos en la comarca, si bien en un principio sólo fueron las clases más acomodadas y los ingenieros y directivos franceses los únicos que los practicaron, pues para los obreros, con largas jornadas de duro trabajo en minas y fábricas, era un gasto de energía innecesario.

Es sintomático que el equipo de fútbol más antiguo del que se tiene noticia en Belmez fuera el del casino “de los señoritos”, al que se puso el nombre de “Casino Gimnasio”, siendo su equipo de fútbol el primero que, por su mayor poder adquisitivo, se desplazó para jugar partidos a otras localidades.

Tras la Ley de Descanso Dominical y la aplicación efectiva en la comarca de las leyes de jornada laboral a partir de 1919, comienzan a aparecer en Belmez, Pueblonuevo del Terrible, Peñarroya y Fuente Obejuna numerosos equipos de fútbol formados por obreros. Por tratarse de un deporte barato y accesible a todos, el fútbol comenzó desde entonces a desplazar a las corridas de toros como espectáculo de masas.

Dos nudos ferroviarios frente a frente: Belmez Vs Puente Genil
A finales de los años veinte era ya el deporte rey. Tal como recoge Jerónimo López Mohedano, fueron muchos los equipos que por aquí hubo. En Peñarroya y Pueblonuevo destacaron el “Unión Sporting de Peñarroya”, el “Deportivo de Pueblonuevo”, el “Club Terriblense” y el “Peñarroya Club de Fútbol”. Hubo otros de menor entidad, del que destacaremos el de la barriada de la Estación, el “Club Balompédica de Peñarroya”, además de otros con nombres más peculiares: “Los Once Rojos”, “Titán”, “Numancia”, y hasta un “Betis” de Peñarroya.

La cosa no fue menos en Belmez, donde destacaron el “Belmez Club de Fútbol” y el “Club Deportivo Nacional FC”, además del equipo de la “Hullera Belmezana”, embrión del actual “Recreativo Belmezano”.

Casi todos los domingos, por ser de uso gratuito, La Maquinilla se convertía en un ir y venir de futbolistas y aficionados entre estos pueblos.

En nuestro entorno se crearon en la década de los años veinte numerosos equipos en casi todos los pueblos, destacando Pozoblanco (“Club Deportivo de Pozoblanco”), Villanueva de Córdoba (“Unión Deportiva de Villanueva de Córdoba”), Azuaga y Granja de Torrehermosa. Referido a éste último, Felipe Montero escribió una crónica de su primer partido, en la que se dice: 
(...) El primer partido que tiene lugar en Granja de Torrehermosa, contendiendo con equipos forasteros, se celebró el año 1923, y cuyo oponente fue Bélmez. La técnica de juego empleada en aquellos años cualquiera puede colegirla: correr como locos allí donde el balón fuera. Bélmez, por más veteranía, tenía ya una concepción más conjuntada en el hacer de su equipo. A partir de esta fecha, se suceden una serie de encuentros con otras poblaciones: Llerena, Azuaga, Villafranca, Peñarroya...”.
Lo mismo sucedía con los dos equipos de Azuaga, el “Azuaga Fútbol Club” y el “Sporting Club de Azuaga”, que a falta de competiciones oficiales, esperaban con entusiasmo los partidos que anualmente celebraban contra los equipos de Belmez y Peñarroya, como así lo atestiguan las crónicas.

Precisamente, los principales equipos de Peñarroya y Pueblonuevo estaban integrados en la Federación Regional del Sur, pero jugaron en el campeonato de Extremadura. No hay duda de que las líneas de Peñarroya a Fuente del Arco y de Belmez a Almorchón tuvieron mucho que ver en eso; como la línea de Peñarroya a Conquista y Puertollano debió tener su influencia en el despegue del fútbol en la zona de Los Pedroches. Curioso dato: todos los pueblos referidos hasta ahora tenían estación de tren.

En el resto de la provincia de Córdoba fueron también aquellos pueblos que estaban unidos entre sí por ferrocarril, y por tanto con mayor facilidad para desplazarse a jugar partidos con equipos forasteros, los que más se señalaron en esos años en la práctica de este deporte, destacando el “Egabrense” y los equipos de Palma del Río, Posadas, Lucena y Puente Genil, el gran nudo ferroviario del sur. 

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