jueves, 23 de febrero de 2012

Imaginemos


Tras las compra del Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo en 2010 por parte del Ayuntamiento, muchos conciudadanos y políticos han comenzado a plantearse, con más o menos acierto, con más o menos ilusión, qué hacer con todo el  inmenso patrimonio minero, industrial y ferroviario que contiene.

La enorme importancia del yacimiento arqueológico insdustrial de este pueblo del Valle del Guadiato y el gran interés que está despertando este tipo de arquitectura en los últimos años a nivel nacional ha provocado la expansión de este debate más allá de lo estrictamente local o comarcal, trascendiendo, incluso al ámbito académico.

A día de hoy  no resulta extraño encontrar grupos de estudiantes procedentes de prestigiosas universidades andaluzas paseando por "el Cerco" admirando unos vestigios fabriles que representan, sin duda, el mayor exponente del desarrollo industrial en el sur peninsular entre finales del siglo XIX y principios del XX, como tampoco extraña encontrar en la bibliografía cada vez más y más proyectos universitarios de fin de carrera donde los futuros profesionales resucitan estos viejos edificios sobre un papel para darles un nuevo uso, bien sea empresarial, social o artístico.

La última de estas propuestas acaba de llegar de la mano de  Roberto Tejero Blasco, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla (ETSAS). Debemos el hallazgo de este documento a la Asociación Cultural Le Rumeur.

Su trabajo gira en torno la fundición de plomo y sus posibilidades como Centro de Arte. Aquel o aquella interesado/a en ampliar esta información puede pinchar en este enlace.

Sin entrar en valoraciones sobre la conveniencia o no de desarrollarlo, ideas como las de este joven arquitecto no hacen sino poner el acento, una vez más, sobre la envergadura de nuestro patrimonio minero, industrial y ferroviario, un patrimonio más apreciado, respetado y conocido por foráneos que por quiénes lo tienen al lado.

No obstante, mientras se hacen realidad sueños como el de este arquitecto natural de Villanueva del Duque, nuestras autoridades si tienen el deber de emplear, al menos, todos los medios de que disponen para evitar un mayor deterioro del sitio.

Fuente: server3.foros.net
La utilización de este lugar, por ejemplo, como área de juegos bélicos durante los fines de semana no parece ser el mejor camino para conseguir este propósito. 

Todos sabemos que restaurar cuesta dinero, mucho dinero. Un dinero que no tenemos, y que, probablemente, tardará en llegar para estos menesteres, de acuerdo con la situación económica en que vivimos actualmente. Legislar y velar por su conservación no cuesta nada.

El Excmo. Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, como propietario de todo este inmenso patrimonio de incalculable valor, tiene el deber de protegerlo adecuadamente, arbitrando las medidas necesarias para compatibilizar el uso recreativo y/o turístico con su mantenimiento como monumento y aplicando las sanciones oportunas en caso de su incumplimiento.

En el Cerco cabe todo, pero con cierto sentido. La Fundición de Plomo, la Nave Nordon, la Central Térmica, el Almacén Central... no pueden ni deben servir para jugar a lo que tercie según gustos, pongamos que a la guerra. Si se prefiere, es posible acotar dentro del mismo lugar otros espacios de juego que no afecten a unos edificios que son imprescindibles para entender la tardía e incompleta revolución industrial española.

Y no cuela el pretexto de que son ruinas para ocuparlos. Medina Azahara, cuyos restos son igualmente imprescindibles para entender la el esplendor Omeya de nuestro territorio, también están en ruinas y a nadie se le ocurre usar como refugio o parapeto la Residencia de Abderramán III.

Unas palabras para la reflexión: salvando las preferencias personales, todo historiador reconoce que tanto la Revolución Industrial en España como la Ocupación Musulmana de la península ibérica son periodos diferentes de la historia universal,  pero igual de importantes a la hora de explicar la vida y obra de nuestros antepasados.

La historia de la humanidad no es como el fútbol, de Primera, Segunda o Tercera División. Toda ella está en una misma categoría.

Fuente: infoguadiato.com
Solo en la medida en que logremos superar esta visión deportiva, parcelaria y acomplejada de la historia podremos dar a la nuestros espacios el valor que realmente se merecen. 

4 comentarios:

  1. José A. Torquemada Daza23 de febrero de 2012, 22:50

    Rubén, acabas de poner el listón muy alto en las entradas de este blog. Es perfecta.
    Y el proyecto de centro de arte, me deja sin palabras.
    Sí, Imaginemos...

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  2. ¡Excelente entrada, Rubén!
    A ver si aprenden nuestros ilustres dirigentes que los proyectos para futuribles obras, se adjudican mediante concurso de ideas y no mediante el dedo mágico del amiguismo. Porque ya con los proyectos de las obras realizadas o a medio acabar de las anteriores corporaciones, no se puede hacer nada para remediarlo…

    Saludos: http://otodonaire.blogspot.com/

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  3. Me ha gustado mucho la comparación que haces al final con el patrimonio Omeya.
    Ahora estoy trabajando en mi pequeña idea respecto a la estación de vía estrecha de Peñarroya. Te invito a que me des tu opinión.

    Buena entrada.

    Un saludo.

    antoniomachines.blogspot.com

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  4. Totalmente de acuerdo.
    Por cierto: yo, por desgracia soy uno de los muchos que tuvieron que abandonar mi tierra para trabajar fuera y solo me entero de lo que pasa a traves de vosotros y otras paginas afines, y lei en algun sitio que ha desaparecido lo que llamabamos " el oleon".
    ¿ alguien me podria comentar sobre ello?
    Gracias y una vez mas enhorabuena por el blog.

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