Premiados en la III Edición de los premios José Horrillo 2021 |
Hace 10 años, allá por el año
2011, un grupo de amigos de la comarca, de la historia de la zona y del Patrimonio
Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo se reunieron en torno a una mesa de un bar para constituir la asociación La Maquinilla.
Lógicamente, en el acta fundacional aparecían los objetivos, que bien podrían
hacer sido sustituidos etimológicamente por la palabra sueños. Uno de esos
sueños, lógicamente fue construir una vía verde en el Norte de Córdoba. Han
pasado los años, por no decir que ha pasado una década, ahí es nada, y
observamos que ese sueño se ha hecho realidad casi del todo, ya que quedan aún
algún municipio por unirse a esta causa. Sin embargo, dadas la circunstancias
de las que partíamos y a la vista de los problemas que hemos ido encontrando en
nuestro caminar, sólo podemos decir que estamos muy satisfechos.
No obstante, lo que jamás
imaginamos es que en ese devenir por esta ruta desconocida (todas las rutas lo
son, incluso aunque creamos que las conozcamos) fuimos sumando otros sueños
diferentes al proyecto primigenio, aunque complementarios. Algunos ya los hemos
cumplido como es restaurar e iluminar una chimenea de Peñarroya-Pueblonuevo
como símbolo de la localidad o la creación de un Centro de Interpretación de la
Vía Verde del Guadiato y Los Pedroches, algo muy necesario cuando existen 38 km. de ruta
ecoturística continua. Otros, los que están por llegar, empezaron a dar sus primeros pasos en forma de
conversaciones, lluvias de ideas entre compañeros y bocetos en un papel.
Uno de ellos, el más importante,
era la creación de un albergue y un Centro cicloturista en una de la estaciones
de vía estrecha de Peñarroya-Pueblonuevo tal y como ya existe en las rutas cicloturísticas
de España y Europa. Y es que siendo este pueblo el centro neurálgico del ferrocarril métrico en el pasado y, sobre
todo, contando con que un 30% de su trazado ha sido recuperado como ruta ecoturística sabíamos
que algún día rozaríamos este sueño transformado
en aspiración.
Los Premios José Horrillo parecían
una buena oportunidad para presentar públicamente esta idea confrontándola con
otras ante un jurado exigente, presidido por el propio José María Horrillo, peñarriblense
de bien que ha alcanzado las más altas
cotas de excelencia en el ámbito empresarial nacional.
Finalmente, el fallo del jurado determinó
que el proyecto de Albergue y centro cicloturista era el ganador entre las 8 iniciativas
presentadas. No podemos ocultar nuestra alegría por hacer recibido este
galardón y que los 3.000 euros con los que hemos sido obsequiados van a servir
para continuar desarrollando proyectos generadores de riqueza y progreso
alrededor de nuestro Patrimonio Industrial en la comarca. Sin embargo, lo
verdaderamente importante de este reconocimiento es que nos ha dado el impulso
necesario para continuar adelante con éste.
Evidentemente, todavía queda mucho tiempo para hacerlo realidad porque no somos ricos y porque perduran sobre estos edificios limitaciones que, igual que el proyecto de vía verde, sólo puede resolverse con trabajo y con tiempo. La estación de Pueblonuevo aún permanece y en manos privadas a un precio inaceptable por parte de cualquier ciudadano de bien o institución interesada y la Estación de Peñarroya todavía se encuentra en manos de ADIF (Administrador de Infraestructuras ferroviarias). Sin embargo, el saber que esta idea cuenta con la respaldo de la sociedad local (hace unos años no existía ese consenso) y con el apoyo de las instituciones y del comité de selección de este premio nos hacen acelerar ese proceso de exploración del proyecto desde el punto de vista de la factibilidad. A nadie que nos conozca bien le debe quedar duda de que, si la salud nos respeta, y si algún joven emprendedor local no lo impulsa antes, algo que no nos sorprendería ya que empiezan a ser necesarios en la Vía Verde del Guadiato y Los Pedroches este tipo de servicios y es una verdadera oportunidad de autoempleo, construiremos este Centro más pronto que tarde.
Hasta la fecha, no conocemos ninguna idea que pongamos en funcionamiento de la que nos hayamos arrepentido. Estamos convencidos de que ésta tampoco lo será cuando le llegue su momento. Tiempo al tiempo. Porque para un emprender o grupos de emprendedores la única razón para el arrepentimiento es la de no haberlo intentado.
Desde la Asociación La Maquinilla
queremos agradecer a la Fundación Progresa, A D. José María Horrillo, como su
Presidente y a ASEMPE la concesión de este galardón y por haber tenido el valor de explicar el discurso que nadie quiere escuchar y que es la única salida para encontrar
ese progreso que tanto ansiamos para nuestra
tierra: formación, emprendimiento y excelencia.
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