Todas las capitales de provincia
con la excepción de Ceuta, Melilla y las islas quieren un AVE, del mismo modo
que los pueblos de la España rural que
en el siglo XIX tuvieron acceso a un
ferrocarril hoy clausurado quieren una vía verde. Sin embargo, también es
cierto que no todo el mundo la tiene o la consigue.
Sólo existen 27 caminos naturales construidos sobre un antiguo ferrocarril en nuestra
Comunidad Autónoma, unos 580 kilómetros recuperados como vía verde de los más
de 1.500 que dejaron de utilizarse en algún momento de la historia.
Y es que pertenecer a este
selecto grupo de municipios con una vía verde a veces resulta difícil por
causas relacionadas con el desconocimiento de las clases dirigentes, una ineficaz gestión del suelo público, la inexistencia de una sociedad civil
organizada o, simplemente, a una mezcla condiciones y circunstancias singulares de cada
municipio y que impiden la concreción del proyecto.
En cualquier caso, nuestro movimiento asociativo y reciente éxito de nuestro trabajo en la Vía Verde del
Guadiato ha servido de inspiración a
conciudadanos de otras localidades andaluzas con las mismas inquietudes o, al
menos, les infunde esperanzas en la reclamación de sus necesidades
ecoturísticas.
Tal es el caso de ACUFER,
Asociación Cultural Utrerana Ferroviaria, colectivo fundado en 2015 con una
perspectiva mucho más amplia que la nuestra, pero que
también apuesta por la reconversión en ruta cultural de algunos de sus
antiguos trazados ferroviarios toda vez que no se pudieron mantener activos al
tráfico. Este es el caso de la línea Utrera-Morón, construida por The Utrera and Morón Railway en 1867 y
cerrada 100 años después.
No hay recetas, solo trabajo
Si nosotros lo hemos conseguido, nuestros amigos utreranos
también lo lograrán
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De modo que hemos tenido el gusto de ser invitados para
acompañarles en sus jornadas anuales organizadas para conmemorar el día mundial
de la bicicleta, con el fin de poder explicarles el proceso de construcción de nuestra vía verde, las dificultades que tuvimos
que vencer, nuestros problemas, que fueron muchos, además de la metodología que
nos encaminó a conseguirla. En definitiva, contarles nuestra compleja historia colectiva en el mundo de las vías
verdes de la manera más sencilla posible
para que puedan aprovechar parte de nuestra experiencia en la consecución de
sus propios objetivos.
Tales jornadas están divididas en
dos. La primera, que se desarrolla hoy, es una mesa redonda a la que participan como ponentes
Carmen Aycart, exgerente el plan nacional del vías verdes, Inés Durán Montero,
Presidenta de la Fundación Patrimonio Industrial en Andalucía y Gloria Rivero
Lamela, arquitecta y profesora titular de la facultad de Arquitectura de la
Universidad de Sevilla, analizando desde diferentes ópticas, la ecoturística,
la histórica y la arquitectónica, la línea Utrera-Morón.
La segunda jornada, que se celebra el sábado, intervendremos nosotros aportando el enfoque de la participación ciudadana,
realizando una excursión en autobús a los puntos más relevantes de esta
histórica línea, pionera en la creación del primer eje ferroviario transversal
de nuestra comunidad autónoma.
Todos sabemos que
cada sociedad tiene que encontrar su propio camino hacia la construcción de su vía verde y que nuestro modelo no es una receta o una panacea para solucionar
los problema de otros. Sin embargo, si puede servir como testimonio vivo de que la gente corriente cuando se compromete con
tenacidad, constancia y, sobre todo, paciencia, puede conseguir la meta que se
proponga.
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