Todos los que viven en
Peñarroya-Pueblonuevo tienen ya una idea aproximada de la dimensión que llegó a
alcanzar la Sociedad Minera y Metalúrgica en nuestra zona y en las provincias
limítrofes de Badajoz y Ciudad Real, pero lo que mucha gente todavía no sabe es que fue una
multinacional con miles de trabajadores repartidos por medio mundo: Francia,
Grecia, Italia, las Repúblicas exyugoslavas, Marruecos, Turquía, Argentina… son
solos algunos ejemplos de países en los
que la empresa Peñarroya dejó su impronta desde
un punto de vista económico, cultural y social, al igual que en esta
localidad del Guadiato.
El cierre de su última factoría,
en Noyelles Godault (Francia) en 2004 y su liquidación supuso el fin de una bonita historia de más
de un siglo emprendida por los más importantes hombres de negocios de Europa,
una singladura repleta de retos, obstáculos y beneficios para las sociedades en
las que se instaló pero que, sobre todo, dejó una legado repleto de viejas
fábricas metalúrgicas, edificios civiles y una sensación de orfandad tras su
desaparición de la que aún no nos hemos recuperado.
Con la P de Peñarroya. Cerco Industrial de la Compañía Peñarroya
en Noyelles Godault (Francia)
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Bien sabemos que no es posible
reescribir la historia industrial de estos municipios unidos por esas 4
iniciales, SMMP, para hacerla, si quiera, más amable. Los pueblos y
ciudades SMMP tienen que reinventarse,
encontrar, esta vez sin ayuda, una identidad, una nueva forma de sobrevivir en
este mundo global, imprevisible y cruel con los no adaptados.
La gran mayoría de estos municipios aún sigue
preguntándose hacían dónde ir tras décadas al amparo de esta empresa. Sus líderes
públicos, sus ciudadanos, su tejido empresarial y social tienen ante sí la
enorme tarea de encontrar un sitio de progreso alejado, esta vez, si, del
carbón y del metal. Sólo el futuro, el
talento que les ha quedado y, sobre todo, su suerte saben si lograrán este objetivo. A todos ellos les
decimos que seremos comprensivos si no lo consiguen dada la extrema dificultad
del reto de transformar una ciudad que
pertenecía a una empresa en una ciudad con empresas diferentes en un contexto
claramente deslocalizador.
Sin embargo, lo que no podemos rehuir es nuestro
deber por preservar el Patrimonio
Industrial que hoy nos une a todos en forma de ferrocarriles, fábricas, pozos
mineros y chimeneas.
ACED Matallia, Asociación de ex-trabajadores de la Compañía
Peñarroya en Noyelles Godault (Francia) defienden el Patrimonio material
e inmaterial de nuestra empresa.
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Esta herencia común lleva
desapareciendo sin freno desde hace décadas, bajo el voraz poder especulativo
de la industria inmobiliaria o bajo las teorías
ecologistas y ecologicistas que
se han convertido en una moderna y sutil
forma de intolerancia con unos recintos que significan mucho para mucha gente y que podrían ser reciclados para
acoger nuevos servicios públicos o privados, bien sean sociales, culturales, económicos o
turísticos.
A diario asistimos, perplejos,
absortos en nuestra propia desesperanza por el paraíso perdido, a la
desaparición de nuestros lugares de la memoria colectiva.
Es por ello que se hace necesario
que las entidades culturales, autoridades y sociedad civil como los que nos reuniremos en Noyelles
Godault el próximo fin de semana comencemos, ya en serio, a luchar por la preservación de nuestras señas de
identidad, una lucha que, sin duda, es compatible con la búsqueda de un futuro
mejor para nuestros vecinos.
Peñarroya-Pueblonuevo, como
origen de aquella epopeya empresarial,
quiere ser de nuevo pionera, esta vez en la protección patrimonial y
medioambiental de su legado histórico.
Fruto de todo este trabajo
concienzudo ha sido la inclusión del viejo complejo industrial de la SMMP en el Catálogo Andaluz
de Patrimonio histórico y la creación de una ruta cicloturista sobre un
ferrocarril creado por la SMMP que hoy recibe miles de visitantes al año.
No contentos con ello, en la
actualidad, el colectivo de La Maquinilla está llevando a cabo un ambicioso
proyecto de restauración de una chimenea
de la SMMP, un proyecto inclusivo e integrador en el que están participando
todos los ciudadanos del pueblo y que está llamado a ser a la vez el auténtico símbolo del cambio patrimonial
que los municipios unidos un buen día por esta compañía están llamados a realizar.
Como herederos universales de este patrimonio contamos con los amigos de ACED
Metallia y el municipio de Noyelles Godault para hacerlo posible. Les invitamos
perseverar en la protección y recuperación de nuestras señas de identidad
industrial con independencia de nuestro destino, sea metalúrgico o no.
Bien es cierto que el futuro no
lo conocemos, pero lo que tenemos claro
es que nuestro pasado común puede tener aún
mucho futuro. Construyámoslo juntos.
Un Cerco que cabe en una rotonda. Esto es todo lo que queda
del Cerco de Peñarroya en Noyelles Godault
Así de triste. Así de inútil. Así de estúpido
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