La Maquinilla: Puertollano, otra vez más lejos.

Cartel anunciador de una Vía Verde suspendida temporalmente

El 95 por ciento de las noticias que hemos dado en este medio de comunicación tienen un carácter positivo, es decir, nos hablan de lo mucho o lo bueno que se ha logrado en relación con el Patrimonio Industrial y las Vías Verdes en este Valle o en otros aledaños.

¿Tenemos que pensar, pues, en la autocensura? ¿Damos tal vez una versión falsa de la realidad? ¿Estamos confabulados con algún grupo de interés o gobierno amigo? Nada de eso. Si en estos 7 años se han dado un sinfín de buenas nuevas sobre estos particulares ha sido debido, exclusivamente, al buen hacer de nuestras gentes, sus pueblos vecinos, o bien, de nuestros gestores públicos o una mezcla de ambos.

Este clima ha podido crear en ustedes, como usuarios habituales o lectores de este medio de comunicación, una falsa sensación de inevitabilidad de los hechos, en la creencia de que todo es irreversible o que las Vías Verdes surcarán éste y otros territorios cercanos y lejanos en poco tiempo, cuando realmente no es así.

Tampoco es cuestión de pedir perdón por ello. La verdad está ahí fuera y así se la hemos descrito con total honestidad. Sin embargo, tenemos que reconocer que hay hechos que jamás pensamos que iban a ocurrir en nuestras plataformas ferroviarias por la evolución que han ido adquiriendo los acontecimientos en los últimos años, los cuales, nos entristecen y deben hacernos reflexionar sobre las dificultades y obstáculos que una sociedad tiene que vencer para que ésta pueda disfrutar de una Vía Verde.

En la localidad hermana de Puertollano saben bien de esto que estamos hablando: la semana pasada recibimos la noticia de que la Vía Verde de Carbón y de la Plata, sobre el trazado del antiguo ferrocarril Peñarroya-Puertollano, que fuera acondicionada con maquinaria de Diputación de Ciudad Real y con el esfuerzo de vecinos del Valle del Alcudia y asociaciones ciclistas y senderistas había sido descatalogada del Censo nacional por la Fundación de Ferrocarriles Españoles.

Aunque lógicamente tenemos algunas lagunas informativas que nos impiden asegurar quién es el responsable o los responsables de esta situación, lo cierto es que esta ruta cultural ha sido retirada por cuestiones de titularidad de terrenos aún no resueltas o, dicho de otro modo, por haber ejecutado obras sobre la mencionada plataforma de ferrocarril sin haber asegurado si ésta tenía carácter público, lo que ha ocasionado discontinuidades y cortes que impiden su uso.

En definitiva, una pésima noticia para quienes defendemos las idea de que nuestros pueblos volvieran a estar unidos por la Vía Verde más larga de España.

Desconocemos si la capital del Valle de Alcudia y sus habitantes podrán reponerse de este serio revés en materia ecoturística. Lo cierto es que con tal decisión se demuestra lo difícil que resulta entrar en el selecto club de las Vías Verdes Españolas y lo fácil que es salir de él en cuanto se deja de invertir esfuerzos o cuando se trabaja mal.

Nuestro colectivo, que desde hace casi un década lleva luchando por la construcción de la Vía Verde del Guadiato, una infraestructura aún en proyecto tras más de 20 años y de la que se han recuperado algunos tramos, sólo puede manifestar su solidaridad con los colectivos ciudadanos que luchan por el mismo objetivo en el otro extremo de la antigua línea de la ferrocarril, al tiempo que les anima a encontrar alternativas que permitan sacar adelante uno de los proyectos culturales más ambiciosos de las últimas décadas en las provincias de Córdoba, Ciudad Real y Badajoz.

Año 2015: Inauguración de la Vía Verde del Carbón y de la Plata

Del mismo modo, tal medida debe poner sobre aviso tanto a autoridades y ciudadanos de nuestra zona sobre la seriedad y el rigor de los responsables nacionales del programa Vías Verdes, un órgano que concede este distintivo internacional por acumulación de méritos e inversiones por parte las localidades beneficiarias en esta materia pero que lo retira con justicia en cuanto dejan de garantizarse unas mínimas condiciones de seguridad y/o confort para los potenciales usurarios.

El castigo para unos es una advertencia para todos.