El 1 de abril de 1868 se inauguró oficialmente el
ferrocarril de Belmez a Almorchón, por lo que se cumplen hoy 150 años de la
primera conexión ferroviaria del Valle del Guadiato, que permitió enviar a todo
el país el carbón producido en las minas de la comarca.
Cinco años después, en septiembre de 1873 se abriría
la línea de Belmez a Córdoba, permitiendo que el carbón llegara con un menor
coste a los principales centros de consumo andaluces.
Estación de Belmez |
La idea de conectar por ferrocarril las minas de
Espiel y Belmez se planteó ya en la primera mitad del siglo XIX, pues era el
único medio de transporte que permitía suministrar el combustible en cantidad y
a buen precio a las minas de mercurio de Almadén y a la incipiente industria
madrileña. Siendo esta cuenca la más próxima a la capital de España (las minas
de Puertollano aún tardarían décadas en descubrirse), se dispusieron todos los
medios para la construcción de este ferrocarril.
Y puesto que se trataba también de conectar Madrid con
los puertos de Cádiz y Lisboa, se proyectó una línea común hacia Extremadura y
Andalucía que, una vez que llegaba a Almadén se dividía en dos ramales: uno
hacia Badajoz y Lisboa y otro, pasando por las minas de Belmez y Espiel, hacia
Córdoba, Sevilla y Cádiz.
Sin embargo, la propia dinámica de las compañías
ferroviarias y sus relaciones con políticos y terratenientes acabó por decidir
la entrada en Andalucía por Despeñaperros. A pesar de ello, la construcción de
un ferrocarril hacia Belmez era indispensable para el transporte del carbón,
tal como se encargaron de exponer tanto las compañías como los sucesivos Jefes
de Minas de la provincia, al manifestar que el desarrollo de la minería del
carbón estaba íntimamente ligado a la construcción de estos ferrocarriles, pues
de lo contrario no se podía incrementar la producción.
De este modo, una vez otorgada la concesión en 1864,
la “Compañía del Ferrocarril de Ciudad Real a Badajoz y de Almorchón a Belmez”
se propuso efectuar las obras lo más rápidamente posible, acelerándose estas
cuando el 30 de julio de 1866 se abrió por completo la línea de Ciudad Real a
Badajoz.
Estaciones de Peñarroya (vía ancha y métrica) |
En octubre de 1867 se ocuparon en las obras del
ferrocarril más de tres mil obreros, además de todos los jornaleros que se
ofrecían para ello, así como la mayoría de los carros y caballerías de la
comarca, lo que por ser época de siembra causó muchos problemas en pueblos como
Valsequillo y Belalcázar, donde los agricultores no podían entrar en
competencia con los salarios que pagaba la compañía del ferrocarril para
conseguir los servicios de transporte y el trabajo de los jornaleros.
A finales de noviembre estaba casi terminado el puente
sobre el río Zújar, que era la mayor obra de ingeniería que requería la línea,
y a mediados de diciembre sólo faltaban por terminarse los últimos 11
kilómetros, los más cercanos a Belmez. Para
finales de 1867 ya estaba colocada toda la vía y el 17 de diciembre llegó la
primera locomotora a la mina La Terrible, planeándose que en quince días los
almacenes de Madrid recibirían el primer gran cargamento de carbón conducido
directamente por ferrocarril. Se hacían ya los preparativos para la
inauguración oficial, y aunque la línea todavía no se abriera al público en
general, se dispuso que para el día 25 de diciembre el Ministro de Fomento
visitara en tren la cuenca carbonífera, llevando en su regreso hacia Madrid el
mismo tren cargado con doscientas toneladas de carbón.
Desde los
primeros días de 1868 el tránsito de locomotoras empezó a ser frecuente, aunque
la apertura oficial se retrasó hasta el 1 de abril, que fue cuando se realizó
el primer viaje admitiendo viajeros y mercancías. Desgraciadamente ese mismo
día se produjo una gran explosión en la mina Santa Elisa, que causó 28 muertos,
por lo que se suspendieron los actos y festejos preparados al efecto.
Anuncio publicado en la prensa madrileña el 1 de abril de 1868 |
La línea
Almorchón-Belmez tenía 63,715 kilómetros y con el tiempo llegó a tener las
estaciones de Almorchón, Zújar, Valsequillo, La Granjuela, Peñarroya y la
estación término de Belmez.
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