Tal vez uno de los motivos por
los que nuestra cuenca minera es sistemáticamente ignorada o minimizada sea por
el grave déficit de publicaciones que hacen referencia a ella, y las pocas que
hay, con una distribución muy deficiente en algunas ocasiones.
Pongamos un ejemplo: Aunque las
compañías de Riotinto y Peñarroya, la una inglesa y la otra francesa, son hasta
cierto punto comparables en funcionamiento e importancia, hay un tremendo
desfase entre la bibliografía referida a una y otra. Hay muchísimas
publicaciones sobre Riotinto y casi nada sobre Peñarroya.
Instituciones como la Fundación
Riotinto, Universidad de Huelva, Diputación provincial, etc., se vuelcan con
cualquier libro que se publique y que se refiere a las minas onubenses.
En nuestro caso, nadie hace caso. La
Fundación Cuenca Minera, por mucho que se afana en ello, no cuenta con los
medios suficientes. Universidad, Diputación y otras entidades están a otras
cosas. Así podemos encontrarnos casos como el del trabajo de José Manuel
Cano Sanchiz, “La Explotación
Inglesa de las Minas de Cerro Muriano”, que se ha publicado en Inglaterra,
pero que por aquí no ha encontrado quien lo financie.
Uno de los objetivos que nos marcamos
desde La Maquinilla era el de dar a conocer nuestro patrimonio y creemos que
esto no solo ha de hacerse a través de un blog, sino también y, con toda la modestia
que podemos, publicando algunas cosas.
Y a eso vamos. Para este año estamos
preparando dos publicaciones, y la primera de ellas es inminente: “Cinquentenaire – SMMP 1881-1931”. Seguro
que hay quien ya lo conoce.
En 1931, con ocasión de su cincuenta aniversario,
la SMMP publicó este pequeño libro de apenas 20 páginas, en el que, como si se
tratara de un cuento para niños, narraba en cortos relatos su origen, su
actividad y cómo eran los lugares en los que estaban ubicadas sus minas y
fábricas: Peñarroya-Pueblonuevo, Belmez y La Mancha.
El libro estaba escrito en francés y
solo se imprimieron cien ejemplares para repartirlos entre los directivos,
ingenieros y altos cargos de la compañía. Hoy día no se encuentra ni en la
Biblioteca Nacional de España ni en la de Francia, aunque hemos conseguido una
copia del mismo, que es la que queremos publicar, con el añadido de una
traducción al español que hemos pretendido lo más fiel posible a la idea
original.
Fue escrito por Armand Malye, ingeniero
director de las minas de Peñarroya, nacido
en Clermont-L'Hérault, en 1867, y fallecido en 1942, a los 75
años. Se casó en 1897 con la también francesa Marie
conmunal, con la que tuvo cinco hijos, al menos uno de los cuales, Maurice,
nació en Peñarroya. Era cuñado de Louis Drogoz, también director de la SMMP.
Aunque por
su brevedad, el libro no profundiza mucho en cómo era la sociedad de los
comienzos de la SMMP, en algunos de los relatos sí que pone énfasis en el
cambio que hubo en pocos años de una sociedad agrícola a una sociedad
industrial, de unos paisajes idílicos a edificios grises y altas chimeneas, del
olor a tomillo a los humos de las fábricas…
Consideramos
que se trata de un relato entrañable de cómo eran las cosas y cómo nos veían
desde fuera: Los pastores, el alcalde, el guardia civil, las mujeres que iban a
la fuente con sus cántaros, etc., y también cómo surgieron nuevas poblaciones y
barrios obreros alrededor de las minas. Sin olvidarse de la leyenda de
“Terrible” y de las recuas de asnos que transportaban el mineral antes de que
hubiera ferrocarriles.
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