lunes, 27 de octubre de 2014

Hay Padres y padres


En el asunto  de la educación de nuestros hijos, solemos encontrar  dos tipos de padres: 1) aquellos que piensan que es el  Estado  el que tiene la responsabilidad de educar a sus hijos en base a un dinero que pagan mensualmente al Ministerio de Hacienda y 2) aquellos que se esfuerzan a diario por educar a sus hijos en casa y los envían al colegio o el instituto  para que estos reciban una formación que les prepare para competir en el mundo laboral, aparte de complementar a la que ya reciben en allí.

Dependiendo del concepto de educación que impere en cada familia y no del tipo de profesor construiremos un tipo de ciudadano u otro,  porque en casa se transmiten valores, mientras que  en la escuela se inculcan conocimientos. El diálogo fluido entre ambas partes es el que garantiza el verdadero éxito en la creación de seres humanos libres y autónomos ¿Qué es más importante para el niño o un adolescente?  ¿Que sepa leer o que le guste leer? Probablemente, las dos cosas. Sin embargo, la primera se aprende en la escuela, la segunda, en casa. Con ello quiero hacer constar que el hecho verdaderamente educativo reside en la familia, sin dejar de reconocer que la Escuela es un pilar también fundamental, aunque complementario. El niño al que le gusta leer aprenderá a leer más y mejor que el resto. Aquel que aprende a leer pero no le gusta  acaba por no practicar la lectura.


En aquellos Centros Educativos donde los padres y madres entienden la educación como un proceso abierto, integrador y sumativo y no como una parcela exclusivamente docente  las Ampas  (Asociación de madres y padres de alumnos) funcionan y se  convierten entonces en una herramienta crucial para el desarrollo del alumnado.

Un  ejemplo de buenas prácticas paterno(materno)-docentes lo encontramos en el Colegio Público Bilingüe Alfredo Gil de Peñarroya-Pueblonuevo. Hace un mes, la Asociación de Madres y Padres de este Centro se puso en contacto con nosotros para organizar una jornada de convivencia por la Vía Verde de La Maquinilla con los objetivos de educar al alumnado en materia medioambiental, historia contemporánea de la zona,  salud y literatura.

Este esfuerzo común dio como resultado la realización del pasado sábado, 24 de Octubre, de una marcha de padres, abuelos y alumnos por la Vía Verde a su paso por el parque periurbano de Peñarroya-Pueblonuevo  visitando de forma guiada restos de la actividad minera e industrial y la plantación de 50 árboles de  especies autóctonas (pino piñonero y algarrobo). A los árboles se les anilló una tarjeta con una frase que relacionaba literatura, humanismo, cultura y  medio ambiente (propuesta del profesor y padre Antonio Martín). El resultado del trabajo pueden contemplarlo en el kilómetro 6,4 de la Vía Verde.


A la vuelta de la actividad se celebró un banquete en el mismo colegio 

Es un hecho pedagógico contrastado que los niños aprenden más aplicando fuera aquello que han aprendido en la aulas. Del mismo modo, se ha demostrado que  cuando los padres trabajan  junto  al profesorado en la educación de los hijos el resultado es  la construcción de verdaderos ciudadanos. Por desgracia éstos no son mayoría. Antes al contrario, lo más común es encontrar progenitores cabreados con el sistema, que mantienen prejuicios docentes, apáticos y que entienden el colegio con almacén de personas.


Es por ello que decimos que hay padres y padres.  Nosotros, desde luego, nos quedamos con los que conocimos el pasado sábado. Esperemos que cunda el ejemplo y que muchas Ampas  de esta  localidad y otras del entorno  pongan en práctica este tipo de iniciativas, en la Vía Verde o fuera de ella, porque estas representan  el paradigma de la verdadera educación.

Desde aquí felicitamos a Miguel Martínez,   Antonio Martín  y Antonio Luis Luna por haber tenido esta genial idea, al tiempo que les animamos a perseverar en ese empeño de dar a sus hijos, que son de todos,  profundas raíces y fuertes alas.






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