Durante las IV Jornadas de Historia de Villanueva del Duque, a las que
habíamos sido invitados para hablar del ferrocarril Fuente del
Arco-Peñarroya-Puertollano, uno de los asistentes, Antonio María Calero
Cabrera, geólogo y de los mejores conocedores de la minería del Valle de
los Pedroches, se ofreció a hacer una visita guiada por las minas de plomo de
El Soldado. Y allá que nos fuimos. Esta es una pequeña crónica de lo que vimos esa mañana y alguna de las cosas que aprendimos.
Explotadas ya por los
romanos, las minas de la zona Alcaracejos-Villanueva conocieron una nueva época
en las últimas décadas del siglo XIX, alcanzando su máxima producción ya en el
siglo XX merced a la construcción del ferrocarril de vía estrecha en 1906, que
permitió enviar el mineral extraído a la fundición de Peñarroya. La política de
la SMMP fue primero establecer alianzas con la Sociedad Escombreras Bleyberg,
propietaria de algunas de las mejores minas de la zona, Triunfo, Pepita y
Luisa, constituyendo entre ambas la Sociedad Minera de Villanueva del Duque en
1903 y absorbiéndola definitivamente unos años más tarde.
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Lavadero de mineral y Pozo Pepita Norte - 1926
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En torno a estas minas,
a unos dos kilómetros de Villanueva del Duque, la SMMP creó el llamado Cerco de El
Soldado, junto a la estación del mismo nombre, donde instaló en 1909 una
central eléctrica (ampliada en 1910 y 1911), el lavadero de mineral del Pozo Pepita
Norte en 1910, un hospital en 1912 y hasta un grupo de escuelas en 1916, que
serviría para la educación de los hijos de los casi 2000 mineros que trabajaron
en las minas hasta su cierre en 1933.
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Zona residencial de El Soldado - Casas de ingenieros |
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Central eléctrica |
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Casas de empleados |
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Hospital |
Para alojar a estos
trabajadores construyó cuarteles en las proximidades de las mina, hoy
desaparecidos, además de casas para ingenieros y directivos, en el interior del
Cerco, cuartel de la Guardia Civil, iglesia, cantinas, economatos, etc., cuyos
restos conforman un interesante patrimonio, desgraciadamente bastante degradado
y de propiedad privada.
En cuanto a los
ferrocarriles y ramales que servían a estas minas e industrias, desde la
estación salían dos ramales de vía métrica, uno hasta la central eléctrica y
otro al lavadero, de cuyas instalaciones y trazado se conservan algunos restos.
También hay que destacar el sistema de transporte mecánico que en 1910 se
estableció desde los pozos Triunfo, Carolina, Granito, Pepita Sur y Luisa hasta
el lavadero del Pepita Norte, toda una obra de ingeniería de la que se conservan
también bastantes restos.
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Restos de infraestructuras para el transporte de mineral |
Estas minas fueron
extraordinariamente productivas, situándose en su época en el primer puesto de
Europa. Más de 600.000 toneladas de plomo se extrajeron de ellas en apenas tres
décadas, la mitad de las cuales procedían del pozo Luisa, que con más de 600
metros fue el más profundo de la provincia de Córdoba.
Seguir hablando de estas minas
daría para mucho más, por lo que hay que conformarse, por ahora, con estas
pinceladas de lo que El Soldado fue. Ya habrá ocasión para algo más.
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Escombreras de estériles: un paisaje lunar |
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