¿Para qué sirve el Cerco? ¿Qué uso se le va a dar? Seguro que la mayoría de las personas que el pasado viernes abarrotaron la sala en la que se expuso la problemática actual del Cerco, fueron a la reunión con esta pregunta en mente. Y estoy seguro de que, cuando acabó la reunión, seguían haciéndose la misma pregunta. Nada de eso se trató. La cosa no iba por ahí.
Hubo alguien que también pensó que sería una charla acerca de la historia del Cerco. Lógicamente salió bastante decepcionado. Tampoco se trataba de eso.
Esta vez se trataba de plantear la situación, informar acerca de la gravedad de lo que está pasando, denunciar los hechos y, sobre todo, concienciar, concienciar y concienciar.
Tal vez sea ese el origen del problema: No valoramos lo que tenemos, no existe conciencia ciudadana de la importancia patrimonial del Cerco. Para casi toda la población se trata de unos edificios en ruinas, sin ningún valor. Ni siquiera nuestros gobernantes lo han sabido valorar hasta hace pocos años, iniciando la protección legal de algunas de las construcciones que, a la vista de los últimos hechos, son medias que se están quedando cortas y sin contenido.
La reunión informativa del pasado viernes empezó precisamente tratando de esto, del expolio que se está sufriendo (que ya ha quedado debidamente expuesto y denunciado en este blog) y de la forma en que se hace, informando a los asistentes de los accesos que se están utilizando para ello, la procedencia de las personas que lo están llevando a cabo y el destino que le dan a lo robado (sí, no olvidemos que esto, además de un expolio, si se quiere ver de otro modo, es un robo que están haciendo a toda la población).
Hubo alguien que también pensó que sería una charla acerca de la historia del Cerco. Lógicamente salió bastante decepcionado. Tampoco se trataba de eso.
Esta vez se trataba de plantear la situación, informar acerca de la gravedad de lo que está pasando, denunciar los hechos y, sobre todo, concienciar, concienciar y concienciar.
Tal vez sea ese el origen del problema: No valoramos lo que tenemos, no existe conciencia ciudadana de la importancia patrimonial del Cerco. Para casi toda la población se trata de unos edificios en ruinas, sin ningún valor. Ni siquiera nuestros gobernantes lo han sabido valorar hasta hace pocos años, iniciando la protección legal de algunas de las construcciones que, a la vista de los últimos hechos, son medias que se están quedando cortas y sin contenido.
La reunión informativa del pasado viernes empezó precisamente tratando de esto, del expolio que se está sufriendo (que ya ha quedado debidamente expuesto y denunciado en este blog) y de la forma en que se hace, informando a los asistentes de los accesos que se están utilizando para ello, la procedencia de las personas que lo están llevando a cabo y el destino que le dan a lo robado (sí, no olvidemos que esto, además de un expolio, si se quiere ver de otro modo, es un robo que están haciendo a toda la población).
Después vino el debate. Y es aquí donde nos dimos cuenta de la tarea de sensibilización social que hace falta llevar a cabo. Fueron muchos los que plantearon que nadie entiende la protección unas “ruinas” que para nada sirven. Y la contestación, ya que a él se aludió varias veces, es fácil: ¿Para qué sirve el castillo de Belmez? Creo que este es el ejemplo más próximo.
Los presentes estábamos de acuerdo en algo, que no se trata en estos momentos de hablar de su pasado ni de decidir sobre su futuro, sino de que pueda haber un futuro, una referencia o un emblema, como lo es su castillo para Belmez. Si hay un consenso casi generalizado acerca de la protección y conservación de las chimeneas, el Almacén Central o la Fundición de plomo, ¿por qué no concienciar a todos acerca de la necesidad de proteger el conjunto?
La tarea es ardua. A pesar del éxito de la convocatoria, se echaba en falta la presencia de más asociaciones, grupos de vecinos y, sobre todo, de organizaciones juveniles, que a fin de cuentas habrán de ser el futuro. Y de eso también se habló, de la labor de concienciación que hay que iniciar en colegios e institutos. Tal como expuso Ricardo, como representante de la Asociación “Desde la Cima”, para una ciudad como Peñarroya-Pueblonuevo, este es su pasado y ha de ser, sin duda alguna, parte de su futuro.
Sobre el cómo ha de ser el futuro no es cosa a tratar en este momento. La gravedad de la situación obliga a, ante todo, asegurar la conservación de lo que hay, tal cual; y cuando vengan tiempos mejores (que seguro que vendrán), será entonces cuando haya que decidir sobre el futuro. Seguro que los debates sobre ese tema habrán de ser verdaderamente apasionantes.
En fin, que a la espera de concretar actuaciones y proyectos en conjunto con el Ayuntamiento de Peñarroya y con otras asociaciones, aquí dejamos el magnífico vídeo con el que “Desde la Cima” pretenden abrir los ojos a más de uno.
Autora: Minerva Solana Dueñas
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