Hay mucha historia de nuestros pueblos contenida en las capitales españolas. Sólo hay que saber buscarla. La Torre de perdigones de Sevilla es un buen ejemplo Fuente:wikipedia |
Quienes tienen un mínimo de
curiosidad por la historia de la zona en general y de Peñarroya-Pueblonuevo en
particular hemos ido conociendo a través de reportajes publicados en este medio
de comunicación las interrelaciones que tuvo la industria del Guadiato con
acontecimientos de carácter universal, con otras localidades
de Europa (París, por ejemplo) y también con algunas capitales andaluzas. Así, gracias al blog de La Maquinilla hemos aprendido, por
ejemplo, el terrible legado de muerte
que los Cercos Industriales en la I Guerra Mundial dejaron en las trincheras
europeas con la producción de los
elementos esenciales para la fabricación de armas químicas para el ejército
francés, la gran movilidad profesional
que tenían los trabajadores franceses
de la SMMP entre sus centros productivos
con nuestro viaje desde Peñarroya-Pueblonuevo hasta el Cerco de Noyelles Godault (Francia) o las capilares
relaciones de la industria malagueña y sevillana con nuestra zona, la primera,
gracias al ferrocarril (Herrera, Larios y Loring eran dueños de importantes
minas de la nuestra cuenca minera y potenciaron la conexión de Belmez con la
capital de la costa del sol) y la segunda, a través del reportaje que publicamos
sobre pabellón de la SMMP en la
exposición iberoamericana de 1929.
Gran parte de la información expuesta está basada en datos e imágenes encontradas por nuestros valientes
eruditos locales en documentos, libros, transcripciones orales y en prensa
histórica. Ello supone un nutritivo alimento para una minoría que saborea cada descubrimiento con fruición. Pero
para el gran público, que no lee o lee poco y, en el caso de leer lee otras
cosas y cortitas, los textos tienen un
limitado éxito de difusión. El común del ciudadano se aproxima mejor a
la historia si se la cuenta alguien en vivo y, sobre todo, si se explica en un
escenario original y de la época. Ese es el motivo por el que nuestros free
tours por el Cerco Industrial tienen tanto éxito y por qué los reportajes con
más visitas son las que incluyen algún elemento
restaurado como el de la viajera de la SMMP.
Fábrica de plomo San Francisco de Paula y Torre de perdigones en una instantánea de los años 20 del siglo pasado. Fuente: sevillaperdida.blogspot.com |
Así, las grandes capitales
andaluzas, que debido a sus problemas de especulación inmobiliaria destruyen más patrimonio industrial que el
que pueden conservar, todavía ofrecen al visitante vestigios industriales que
tuvieron relación con nuestra industria. El penúltimo elemento del que hemos
tenido conocimiento gracias a un excelente trabajo de divulgación del doctor Julián Sobrino es el de la torre de perdigones de la antigua fábrica
de plomo San Francisco de Paula del popular barrio sevillano de la
Macarena. Fundada en 1878 por el factor ferroviario de MZA Manuel Mata y Muñoz, la fábrica producía manufacturas de plomo
(barritas, planchas y tubos), balas, perdigones, ladrillos, piezas especiales
para hornos y arcillas refractarias, entre otros bienes. Llegó a ser uno de los
más dinámicos complejos industriales de
la capital de Andalucía diversificándose más tarde, en 1892, con la construcción de una fábrica de
tejidos. En cuanto al funcionamiento de la torre, era bastante sencillo: los
lingotes de plomo se subían hasta lo alto de la misma para fundirlos en un horno. La colada resultante a la que se le añadía otros metales para dar tensión a la mezcla
se hacía pasar por gravedad a través de
un tamiz metálico. Las bolitas caían como lluvia a un pozo de agua ubicado
en el fondo donde se enfriaban y se seleccionaban.
El profesor Sobrino asegura que el plomo en lingotes empleado en dicha fábrica procedía
de la fundición del Cerco de la SMMP en Pueblonuevo del Terrible tras
realizar un viaje de 200 km. en tren por
la línea de Belmez a Córdoba, primero, y
por la línea Córdoba Sevilla, después,
hasta la misma puerta de la fábrica. Y es que el área extramuros del barrio de La Macarena fue entre el siglo XIX y
principios del XX una pujante zona industrial de la ciudad debido, sobre
todo, a la llegada del ferrocarril.
Sin embargo, la arqueología industrial de bajo coste que practicamos quienes vivimos junto al
Cerco Industrial de Peñarroya ponen de manifiesto que el vínculo del Cerco Industrial con esta fábrica sevillana iba mucho más allá de
la simple venta de plomo, ya que el
entorno de la fundición de Peñarroya-Pueblonuevo está repleto de
ladrillos para construcción y también refractarios de esta fábrica hispalense.
Anuncio de la fábrica San Francisco de Paula Fuente: todocolección |
La elección de esta marca sevillana por parte de la SMMP entre las decenas que había en las orillas del antiguo Betis no fue casual. Tras la muerte del fundador, Manuel, su hijo Francisco alquiló y posteriormente vendió la fundición de plomo de la Macarena a los Figueroa, riquísima, afamada y ubicua familia que desde principios del siglo XX era socia accionista de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya. La saga de origen murciano poseía, incluso, asiento en el consejo de administración de la multinacional francesa, por lo que se justifica que Mata-Sevilla fuera suministradora de tejas y ladrillos para las instalaciones industriales de la SMMP en Badajoz, Córdoba y Ciudad Real. Este tipo de conexiones empresariales han sido habituales desde los orígenes del capitalismo mismo y ponen de manifiesto que la libre competencia en muchos casos esconde incestuosos monopolios.
Uno de los miles de ladrillos refractarios marca Mata del Cerco Industrial de Peñarroya |
Tras casi un siglo de vida, el
edificio de la vieja fundición Mata fue abandonado por la última
empresa propietaria, que construyó una nueva en el polígono Calonge. El Área Industrial y
ferroviaria de La Macarena fue desmantelada paulatinamente quedando la mayoría de las fábricas
que hoy serían consideradas patrimonio industrial al albur del concepto actual de progreso basado en la destrucción especulativa más que en el reciclaje.
Tan sólo se mantuvo en pie la mencionada torre de perdigones que fue conservada por el Ayuntamiento de Sevilla por su
singularidad histórica y arquitectónica con motivo de la Exposición Universal del 1992.
Hoy en día la torre alberga una cámara oscura y es una de las 7 torres de perdigones que se conservan en nuestra Comunidad Autónoma.
El presente reportaje más allá de seguir incidiendo en la más que evidente conexión histórica de nuestra comarca con capitales
españolas y europeas a través del metal pretende fomentar el espíritu curioso entre nuestros
vecinos viajeros y nos enseña que podemos tropezar con un poco del legado industrial de nuestras olvidadas
localidades a miles de kilómetros de aquí, en cualquier lugar del
mundo. Tan sólo hace falta educar nuestra mirada. El Patrimonio Industrial del Guadiato nos muestra con toda
su belleza, con toda su crueldad, que descubrir
lugares ajenos nos abre la puerta hacia nosotros mismos.
ENLACES RELACIONADOS CON ESTA ENTRADA:
https://sevillacityoffice.es/wp-content/uploads/2023/03/Dossier-Informativo-Torre-de-Perdigones.pdf
http://sevillaperdida.blogspot.com/2017/10/la-resolana-algo-mas-que-un-sitio-de.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Torre_de_los_Perdigones_%28Sevilla%29
https://www.visitarsevilla.com/que-ver/monumentos/torre-de-los-perdigones/
https://sevillasecreta.co/5-curiosidades-la-torre-los-perdigones/
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