lunes, 5 de julio de 2021

LA MAQUINILLA RECUPERA VALIOSO MATERIAL DEL FERROCARRIL MÉTRICO

 


La Asociación La Maquinilla ha adquirido material  ferroviario  del ferrocarril Peñarroya Puertollano y Peñarroya a Fuente del Arco que ha permanecido  oculto durante más de 50 años. Se trata de 4 placas de bronce de algunas de las más antiguas locomotoras de vapor que surcaron  la línea de vía estrecha transportando minerales, manufacturas, ganado y viajeros:  la "Fuente del Arco", la "Villamayor", la "Almodóvar del Campo" y el número  de la locomotora "Berlanga".

Locomotora  Fives Lille "Almodóvar del Campo" (1914) en la estación de Peñarroya 


Locomotora de la Sociedad Alsaciana "Villamayor" (1900)

Locomotora de la Sociedad Alsaciana  Berlanga (1914). Nótese el número  19 en la chimenea

Locomotora Fives Lille "Fuente del Arco"
 (1914) en la Estación de Peñarroya

Para aquellos que se estén iniciando en el mundo ferrocarrilero, les aclaramos que las compañías que construían y gestionaban  los caminos de hierro solían bautizar las locomotoras con los nombres de los pueblos que conectaban, al menos en lo que a su término municipal se refiere, ya que en muchos casos, las estaciones se  edificaban a varios kilómetros  del núcleo urbano primando  intereses económicos sobre los  sociales.

El precio de este tesoro ha sido de 1600 Euros, toda una fortuna para esta humilde Asociación, una inversión  de la que tardaremos en recuperarnos. No obstante, desde el primer momento entendimos que esas piezas arqueológicas debían descansar en Peñarroya-Pueblonuevo como parte de su legado  ferroviario y rápidamente hicimos las gestiones para comprarlas.

En este sentido, añadir que estas piezas suelen ser muy apreciadas en el mercado ferroviario de segunda mano y que, de no haber tenido este golpe de suerte, ya estaría en manos de cualquier coleccionista privado o bien colgada en las paredes de alguna prestigiosa asociación ferroviaria nacional.

Rubén Morón en el momento de la entrega de la placa de la Fuente del Arco
Nuestro agradecimiento por su contribución a la preservación del patrimonio ferroviario de nuestra comarca

Pero seríamos muy injustos apuntándonos el mérito de lo conseguido.  Detrás de este deslumbrante descubrimiento se encuentran personas expertas en el tema como Rubén Morón, pionero del ferrocarril histórico español y Rafael de la Mata Escudero, profesor de la Universidad de Granada y restaurador de locomotoras, con la suficiente honestidad histórica como para saber que el patrimonio debe estar en el sitió en el que se gestó.

Tras haber encontrado las placas en una chatarrería, al fin y al cabo, el espacio donde desgraciadamente acaba y desaparece  gran parte de estos bienes, en lugar de especular con él sacando un precio mucho mayor por éste decidieron ponerse en contacto con  nosotros para entregándonoslo a precio de costo.

Chatarra inservible para algunos, salvo por su peso en bronce, u objeto de culto para quienes saben apreciar el valor de lo auténtico, lo cierto es que estas placas ya se encuentran en el lugar de donde nunca debieron  haber salido, Peñarroya-Pueblonuevo, y serán expuestas una vez restauradas  en el Centro de Interpretación de Vías Verdes y del Ferrocarril de Vía Estrecha junto a otros trocitos de historia de esta línea tras su inauguración. 

Rafael García de la Mata, otro de los artífices de la cesión

Desde aquí y aprovechando esta buena nueva, volvemos a recordar a los ciudadanos de la comarca que tienen material histórico relacionado con este o u otros  ferrocarriles que la casa de uno nunca debe ser el lugar donde exponer un patrimonio que es de todos sino que deben descansar en aquellas  instituciones culturales y/o filantrópicas que promueven su conocimiento y preservación para futuras generaciones.

No somos ingenuos,  sabemos que el derecho de propiedad en este país es inalienable y que la decisión del poseedor de materiales con valor histórico está por encima de cualquier poder. Sin embargo, los coleccionistas involuntarios vía herencia (familiares) o casualidad (es que un amigo me la dio…, es que me metí en una estación y me lo encontré…) deben saber que guardar piezas de museo en el hogar con el mayor de los mimos y orgullos es un acto de egoísmo que, además, no garantiza su supervivencia como objeto que habla de la vida de nuestros antepasados en el futuro. La única vía real para que dichos elementos tengan una auténtica conservación es donarlas, o venderlas (algo que también es legal) a organizaciones altruistas, independientes y sin ánimo de lucro entre las que, lógicamente, se encuentra La Maquinilla. Feliz verano.

 


 La Asociación La Maquinilla no está subvencionada y depende de donaciones privadas para su funcionamiento.  Si compartes nuestros objetivos y te gusta lo que hacemos quizás puedas ayudarnos. Con  poco hacemos mucho.


Titular: Asociación La Maquinilla

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                                                   Concepto: ayuda proyectos La Maquinilla


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