Tal como
anunciamos, del 30 de julio al 8 de agosto hicimos los paseos por la Vía Verde
de la Maquinilla, algo que ya va siendo tradicional por estas fechas, aunque en
esta ocasión con un significativo cambio de hora.
La primera semana
se hicieron los paseos a la manera tradicional, coincidiendo con el atardecer,
cuando todavía se pueden contemplar los paisajes industriales y las estructuras
ferroviarias del recorrido, lo que facilita la explicación del cómo y el porqué
de ese ferrocarril tan peculiar que fue La Maquinilla.
La segunda semana
cambió la cosa y los paseos se programaron para las 9,30 con el ocaso del sol y
apenas con media hora de luz, lo que permitía ver y explicar solo el comienzo
del recorrido, pues el resto se hacía a la luz de la luna y de alguna que otra
linterna.
No por ello los
paseos fueron menos entretenidos, pues si para algo sirve la noche es para
contar historias, en este caso historias relacionadas con los trenes, las
industrias y las minas del Guadiato.
Así, tuvimos
ocasión de charlar sobre la repercusión del ferrocarril en los casos de
epidemias, tan frecuentes hasta mediados del siglo XX; de la repercusión que
las nuevas comunicaciones implantadas en el siglo XIX tuvieron en los cambios
en la dieta de la población de la comarca, y hasta de los trabajos que las
mujeres hacían en ferrocarriles, minas y fábricas.
Fueron temas muy
diversos que se enriquecían con la aportación de algunos de nuestros
acompañantes, lo que nos permitía a todos enriquecer nuestros conocimientos
sobre unas formas de vida olvidadas en muchos aspectos.
En total, alrededor de noventa personas han participado este año en los paseos, que esperamos que se vuelvan a repetir el próximo verano, para el que ya estamos preparando nuevas y apasionantes rutas.
En total, alrededor de noventa personas han participado este año en los paseos, que esperamos que se vuelvan a repetir el próximo verano, para el que ya estamos preparando nuevas y apasionantes rutas.
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