jueves, 3 de noviembre de 2016

Monumentos de papel



La Vv. de la Maquinilla ya está  incluida en la Guía Andaluza de Turismo Industrial

Quienes siguen los movimientos de la Asociación La Maquinilla desde el comienzo saben perfectamente que partimos totalmente desde cero, por no decir en negativo, en esto de la puesta en valor de las plataformas ferroviarias del Guadiato como Vía Verde. Aquel grupo de ciudadanos de Belmez y Peñarroya que un día de 2011 se unió para cambiar una parte de la realidad  patrimonial de la comarca lógicamente soñaba a lo grande, es decir, en  construir los 47 km. de Vía Verde del Guadiato, aunque también pensaba en pequeño, consciente de las dificultades a las que se iban a encontrar. Fue así como surgió la idea de transformar en primer lugar la plataforma ferroviaria de La Maquinilla en Vía Verde. parafraseando al Presidente  Roosevelt  que eligió a los nazis como el primer enemigo a derrotar en la II Guerra Mundial, dijimos "La Maquinilla, primero".

Hoy en día, en que las aspiraciones del Guadiato en materia de Vías Verdes han crecido y  van mucho más allá de los 14 km. de Vía Verde desconectados  sería injusto decir que no tenemos nada y que lo logrado por la sociedad civil y nuestras autoridades en este ámbito  no tiene ningún mérito.

Pero lo que jamás imaginamos fue que esta infraestructura,  nuestra pequeña infraestructura, llegara tan lejos desde cualquier punto de vista: social, turístico o patrimonial.

La semana pasada tuvimos noticia de un nuevo hito alcanzado por esta ya popular ruta cordobesa y andaluza. La Vía Verde de La Maquinilla  acaba de ser incluida en la Guía Andaluza de Patrimonio Industrial, elaborada por la Consejería de Turismo y Deporte con el objetivo de dar a conocer y visibilizar el Patrimonio Industrial de nuestra comunidad, uno de los más ricos y también  expoliados de Europa occidental.

Sin dejar de reconocer que la primera institución andaluza ha tardado en darse cuenta de que Andalucía es mucho más que olivos, cochinos, tomates, playas y  cante, y que la mencionada guía tenía que haber sido elaborada 20 años atrás, es justo admitir que ha realizado un trabajo más que decente, y no lo decimos porque beneficie a los  intereses particulares de la Asociación, sino porque el catálogo es bastante completo.

Claro, que... cuando ojeamos las páginas correspondientes a la comarca del Guadiato es inevitable preguntarse sobre la conveniencia de que aparezcan en ella unos elementos que en un 90% no son visitables por cuestiones de seguridad, acceso o posible contaminación. Avergüenza un poco pensar en que la guía caiga en manos de un turista pongamos que almeriense o de una Comunidad  lejana  para  comprobar ya in situ y tras un largo viaje que no puede entrar con sus hijos en el Cerco Industrial de Peñarroya por el peligro que supone transitar por él ya que no existe ninguna ruta acondicionada, que tiene que conformarse con fotografiar desde la carretera la Mina Aurora porque además de estar cerrado a la visita, el edificio anexo no alberga nada que permita interpretar lo que allí se hacía o había, o que los museos geológico y minero y del territorio minero están cerrados durante los fines de semana y festivo si no es con cita previa.

Estoy seguro de que los técnicos de la Junta de Andalucía han hecho su trabajo con buena fe  y que han acudido a los cauces locales y comarcales oportunos  para elaborar la guía industrial en la comarca del Guadiato, una vez que asumimos que no sería operativo para ellos comprobar mediante visita y estudio todos los puntos de interés industrial de la región más extensa de España. De lo que no estoy tan seguro es sobre si quienes a nivel local han decidido promocionar tales elementos a la categoría de monumentos saben de la grave irresponsabilidad y el fraude  que supone publicitar como productos turísticos unos elementos que por falta de inversión y falta de interés institucional en su puesta en valor no lo son.

Pozo Aurora, muy bonito,. Aparece en la guía, pero no se puede visitar
sin permiso especial

Pienso que todos, empezando por nuestros Ayuntamientos y terminando por los ciudadanos, deberíamos hacer un ejercicio de honestidad que se traduce en asumir que tenemos grandes tesoros patrimoniales, pero que  no  podemos enseñarlos a nadie porque  aún no hemos aprendido a cuidarlos como es debido.

Del aprendizaje de esta lección básica del turismo dependerá que continuemos haciendo el ridículo ante  nuestros potenciales visitantes o que adquiramos el pretendido  prestigio que se nos aplica en las guías turísticas.

 
Si tenemos que elegir entre postureo y explicar la realidad, es mejor quedarse con lo segundo. Al menos así no engañamos a nadie.


Fundición de plomo, en el Cerco Industrial de Peñarroya
Obra cumbre del Patrimonio Industrial español del siglo XIX.
Merecería aparecer en la guía, si estuviese mínimamente acondicionado su acceso,
pero no en las condiciones actuales

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