viernes, 8 de julio de 2016

A-cércate: con los últimos de Peñarroya (I parte)



Es impresionante el interés  no sólo a nivel histórico sino desde el punto de vista social que despiertan  los últimos seres que estuvieron, poblaron, habitaron, guerrearon, resistieron o vivieron en un lugar o en un momento concreto de la historia. Así,  el imaginario de numerosos países del mundo está salpicado por  alusiones a los protagonistas  terminales de cualquier acontecimiento. En nuestra memoria hay un hueco guardado para la orquesta anónima del Titanic que amenizaban con su música los últimos momentos de la  tragedia, por hablar de las historia en pequeño, o  para los últimos habitantes de Chernóbil que apresuradamente abandonaron la ciudad modelo de la propaganda soviética, por hablar de la historia en grande ¿Y qué me dicen de los últimos de Filipinas? Esos  soldados españoles  que soportaron estoicamente  un asedio de casi un año y que sólo entregaron la plaza con la firma del armisticio entre España y Estados Unidos. Verdaderamente, nadie se acuerda de los obreros la Harland and Wolf, del año en que empezó a funcionar la Central Nuclear Ucraniana ni tampoco de los miles de soldados que mantuvieron el control de esta colonia asiática durante los 4 siglos de ocupación hispana.    Admitámoslo, la memoria humana es capaz de recordar algunos comienzos, pero, por encima de todo, retiene los finales. Y mucho menos los “durantes”.  Nuestros especialistas en marketing político, a los que todos convenimos en llamar políticos a secas, entienden mucho de este maquiavélico funcionamiento de la mente humana, y lo usan contra la gente, para ganar elecciones y cosas así.

Y es que los últimos protagonistas de una historia  hablan, por un lado, del fin de una era irrepetible, entendida normalmente en sentido positivo (lógicamente es un supuesto falso, que le pregunten a los que vivieron cualquiera de los hechos arriba planteados)    y, por otro lado, de la fortuna de haber sobrevivido a o vivido una época diferente y lógicamente mejor que la siguiente o la actual. Tal vez sea por todo esto por lo que hablamos de ellos con una mezcla de  admiración, respeto, cariño o, simplemente, les recordamos. Que ya es mucho en esta sociedad de la desmemoria.

Hay últimos en todos los lados. En los  pueblos hay todavía más, especialmente si son pequeños, por aquello de la despoblación: el último herrero, el último pastor, el último artesano, el último minero, el último niño… así sucesivamente hasta llegar al último pueblo. Después de los últimos ya no queda nadie. Tan sólo la historia, el recuerdo de algunos y, en el mejor de los casos, el Patrimonio. Por eso es tan importante lo que hacemos: intentamos que en nuestra tierra, independientemente del futuro que tenga, haya siempre una historia que contar, bien sea de los últimos o  de los primeros.  

En el mundo de las empresas también hay últimos, probablemente muchos más que en otros ámbitos.

Monsieur Serge Ferquel, último director de la SMMP
en las VII Jornadas del Metal de Noyelles-Godault

Por proximidad, la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP),  tras la marcha, también, de sus últimos trabajadores desde nuestro Cerco hacia Cartagena, y que  dejó una imborrable huella en forma de chimeneas,  instalaciones mineras, edificios civiles o incluso pueblos enteros (Pueblonuevo del Terrible) desapareció en 2004. Era el fin de una bonita historia que comenzó 123 años antes en nuestra tierra, una historia de la que conocíamos el principio, pero poco sobre su final. Tras una continua huida hacia adelante que llevó a esta empresa a los más recónditos confines del planeta para sobrevivir (competir), ya no había más Cercos que crear ni fábricas a donde refugiarse. De las decenas de miles de trabajadores que tuvo  a nivel mundial quedaban  ¡sólo! 2.000, que fueron despedidos de un día para otro, sin prejubilación y con un exiguo subsidio  negociado por el gobierno francés.  Eran los últimos protagonistas de  uno de los símbolos de la industrialización europea de los siglos XIX y XX.

No los conocíamos, y, por otra parte, tampoco pensábamos que fuésemos a conocerlos jamás, pero lo que si sabíamos es que eran la última generación de las muchas que, como las nuestras, pudieron desarrollar su vida gracias a esta empresa, desde finales  siglo XIX hasta ayer. 

En 2013, durante  nuestro primer viaje a  Roubaix al que acudimos para hablar del I Día del Cerco,  Olivier Muzelec, Presidente de la Asociación Non Lieu,   habló de la existencia de  una asociación  de antiguos trabajadores de la SMMP en una localidad vecina que  trataba de preservar el Patrimonio material e inmaterial de la empresa  en el municipio de Noyelles-Godault (Departamento Norte-Paso de Calais), al igual que la Asociación La Maquinilla en Peñarroya-Pueblonuevo.

Como saben por entradas anteriores, contactamos con ellos  comenzamos a sentar las bases de un hermanamiento oficial. Dos directivos de este colectivo acudieron a Peñarroya-Pueblonuevo a contemplar el IV Día del Cerco, en Diciembre de 2015 y tres de los nuestros visitaron Noyelles-Godault la semana pasada,  con motivo de las VII Jornadas del Metal  2016.

ACED Metallia, representa para nosotros todo aquello que quisiéramos que fuese nuestra Asociación en el futuro: posee 180 socios, todos ex trabajadores de Peñarroya, manejan un presupuesto anual de 66.000 Euros, cuentan con sede propia en un edificio del interior de su viejo Cerco Industrial y tienen el apoyo de ciudadanos e instituciones tanto moral como real en forma de asistencia a sus eventos y  ayuda económica. Quedamos impresionados por el respeto con que hablan estos trabajadores de su empresa y cómo secundan las actividades que organizan para promover su patrimonio, en contraste con nuestros trabajadores de nuestra última gran empresa y heredera de los restos de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya, ENCASUR,  a los que no se les conoce ninguna iniciativa que fomente  su patrimonio con la excepción de un puñado de esforzados y valientes ingenieros técnicos de minas que al frente de la Fundación Cuenca del Guadiato hacen lo que deben y más de lo que pueden por salvar de la desaparición el pasado minero de la zona. Sin acritud, este es un punto sobre el que todos los belmezanos y peñarriblenses deben reflexionar.

Bajo un ambiente de enorme familiaridad  fueron inauguradas las VII Jornadas del Metal. Al acto acudieron numerosas personalidades entre las que destacan Jean Urbaniak, Alcalde de Nolleyes Godault, Jean Francois Graf, Alcalde de Courcelles les Lens, Philipe Kemel, diputado de la Asamblea Nacional, Dominique Watrin Senador, Jean Pierre Corbisez,  ex Ministro de Trabajo francés y Presidente de CAHC y por supuesto el último Director de la SMMP, en el Cerco de Noyelles Godault, Serge Ferquel. La Presidenta de ACED Metallia, Bernadette Slapka,  también nos invitó a participar en el corte de la cinta.

Inauguración de las VII Jornadas del Metal
organizadas por ACED Metallia

El evento, de dos días de duración (18 y 19 de Junio)  estaba compuesto por una zona expositiva  de maquetas de edificios  metálicos de ayer y hoy así como paneles en los que se mostraba la relación del hombre y los metales a través de la arquitectura  desde la antigüedad hasta la actualidad. Un tercio de la exposición  estuvo dedicada al pueblo de  Peñarroya-Pueblonuevo. En ella se explicaba por medio de fotografías  el vínculo de este municipio con la empresa en la que trabajaron, así como los lazos  que unen a ambas localidades desde el punto de vista social, empresarial, arquitectónico e histórico. Para nosotros fue muy emocionante, además de una grata sorpresa contemplar el cariño y el detalle con el que habían preparado esta parte de la muestra.

Afuera, en otra zona ajardinada anexa, artesanos y profesionales del metal mostraban sus habilidades y últimos trabajos.  A muchos de ellos se les podía ver trabajar en directo. La chiquillería del lugar incluso tenía la oportunidad de trabajar en las fraguas en diversos talleres dedicados ex profeso. Una idea interesante que debemos aplicar en nuestra zona para recuperar el vínculo de la ciudadanía con la metalurgia.
Artesano del metal realizando una escultura


Tras  recorrer  la exposición, el grupo  de autoridades procedió a realizar el discurso de apertura de las Jornadas y la firma oficial del hermanamiento entre ambas Asociaciones. A continuación, transcribimos nuestro discurso:

Señor Alcalde de Noyelles Godault, Señor Alcalde de Courcelles les Lens, Señora Presidenta de ACED Metallia,  Señor Director de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya/Metaleurop , señores asistentes a estas jornadas, es un placer  a la vez que un honor  para nuestra Asociación el haber sido invitados a esta ciudad hermana y con la que  nos unen tantos lazos afectivos. Agradecemos vuestra hospitalidad, de todo corazón.

Para nosotros decir  Peñarroya en este sitio tan lejano al nuestro en lo geográfico y que seamos entendidos  es motivo de  orgullo   y nos hace sentirnos como en nuestra propia casa.

Y es que Peñarroya  fue, ante todo, un proyecto común, un sueño compartido por miles de europeos, una empresa universal sin la cual es imposible entender la historia económica y social  de nuestro continente.  En esta suma de voluntades que es Peñarroya, participó,  nuestra pequeña localidad,  cuyo nombre sirvió para bautizar  la empresa,   cientos de españoles, italianos, portugueses, franceses, belgas…  que  trabajaron en las primeras minas e industrias de nuestro pueblo y , lógicamente   algunos de  los más ilustres  compatriotas vuestros, que  con su valentía, poder financiero y capacidad técnica  situaron a la compañía a la cabeza  de las grandes corporaciones  industriales mundiales de todos los tiempos.

A través de su inmenso legado en forma de edificios, ferrocarriles, minas, tradiciones y vivencias repartidas por un sinfín de países podemos entender de dónde venimos, por qué somos como somos y hacia dónde caminan nuestras humildes sociedades. La huella dejada  en nuestros territorios es imprescindible para entender la industrialización europea del siglo XX.

Pero Peñarroya no son sólo números, estadística o historia,  sino que, aún hoy,  representa una manera de ser, una manera de hacer las cosas, una visión del mundo, una cultura y, por qué no decirlo, una manera de sentir.  Tal vez por esto último sea por lo que estamos aquí reunidos: Todos sentimos que pertenecemos a una comunidad diferente, especial y, en consecuencia, algo incomprendida.

Por ello, más allá de  recurrir a la nostalgia o a la tristeza hasta cierto punto lógica por la desaparición de nuestro modo de vida,   los herederos de todo este bagaje cultural representados  por ACED Metallia y la Asociación La Maquinilla junto a sus autoridades tienen/tenemos la responsabilidad  de encontrar un adecuado un futuro  al pasado de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya, no sólo por placer, sino como deber histórico con los ciudadanos europeos de hoy y del mañana.
Muchas gracias.



Tras los discursos protocolarios, se procedió a la firma del documento de  hermanamiento entre ACED Metallia y Asociación La Maquinilla así como el intercambio de regalos conmemorativos. Tanto para nosotros como para ellos fue  un día muy importante, no sólo por la proyección internacional que adquiere nuestro trabajo o nuestros pueblos sino por saber que no estamos solos en nuestro caminar. Allá, afuera, hay alguien que nos entiende, que piensa y siente como nosotros. ACED Metallia/La Maquinilla, una manera de construir nuestros pueblos y también una manera de hacer Europa. 

Fin de la primera parte
documentos relacionados con esta entrada

Vídeo de las jornadas http://www.iltv.fr/videos/1168/les-7emes-journees-metallia-a-noyelles-godault.html

Galería fotográfica:


Bernadette Szlapka, Presidenta de ACED Metallia



Jean Urbaniak, Alcalde de Noyelles Godault




Documento de hermanamiento


Jean Pierre Corbisez

Espacio destinado al  hermanamiento ACED Metallia/La Maquinilla

 Entrega del regalo del Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo
al Ayuntamiento de Noyelles Godault


Entrega del regalo del Ayuntamiento de Noyelles Godault
al Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo


La torre del plomo, auténtico símbolo
del Cerco de Noyelles Godault
en primer término. escultura realizada por un miembro
de ACED Metallia






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