jueves, 11 de septiembre de 2014

AUTOMOTORES BILLARD EN LA VÍA ESTRECHA

Comentábamos hace algunos meses que empezaban a aparecer vídeos sobre los ferrocarriles del Guadiato. Ya presentamos uno de La Maquinilla y varios sobre la vía estrecha, uno de ellos de Julián de Elejoste. El recuerdo de este vídeo nos da pie para tratar los automotores que circularon por esta línea.  

Iniciada la década de los cincuenta los servicios de pasajeros en las líneas que confluían en el Guadiato apenas habían mejorado desde los primeros coches de viajeros que comenzaron a circular en el siglo XIX, con velocidades medias por debajo de los 40 Km/h, lo que en absoluto cubría las nuevas demandas de comodidad y rapidez que los viajeros venían exigiendo. Esto sucedía en la mayoría de las líneas españolas y especialmente en las de vía estrecha, por lo que el Gobierno aprobó en 1953 un Plan de Ayuda para la renovación del material ferroviario destinado al transporte de viajeros, que se manifestó como una excelente oportunidad para que las compañías recuperaran una clientela que se estaba decantando por el uso del autobús. El Plan consistía en la compra de automotores por el Estado y su cesión a las compañías con unas favorables condiciones de financiación.
Los primeros automotores Diesel que adquirió el Estado en virtud de este plan fueron cuatro Ferrostahl, (números 2001 al 2004) construidos Alemania por la Maschinenfabrik Esslingen, uno de los cuales circuló durante algún tiempo por la línea Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano. Aunque este automotor no se adscribió oficialmente al servicio de la Compañía de los Ferrocarriles de Peñarroya y Puertollano, estuvo en ella dedicado al tráfico de viajeros y se conoció como “El Forestal”, por la castellanización popular de “Ferrostahl”.
Automotor Ferrostahl en Peñarroya (foto F.J. Aute)
Cuando el Estado se hizo cargo de la línea en 1956 contempló la posibilidad de la incorporación definitiva de automotores, pues la renovación de los coches de viajeros se había hecho imprescindible y no era cuestión de desaprovechar las magníficas condiciones de compra y la fácil adaptación de estos vehículos a los servicios demandados por los clientes: mayor comodidad en comparación con los trenes que circulaban hasta entonces y velocidades de hasta 70 Km/h, con medias de entre 50 y 60 Km/h.  
Aprovechando la experiencia acumulada durante años en la construcción de material ferroviario y la excelente cualificación técnica del personal, los Talleres de Peñarroya se ocuparon durante varios años en el montaje de automotores diesel Billard, de los que se llegaron a construir tres subseries:
La primera fue de cuatro coches motores (2101 al 2104) y dos remolques (5101 y 5102) para ancho español de 1,067 m, construidos en Tours (Francia) y acabados de montar en Peñarroya en 1956.
La segunda fue la más amplia, y estaba compuesta por 21 coches motores (2111 al 2131) y 10 remolques (5101 al 5110) para ancho de un metro, también montados en Peñarroya, entre 1956 y 1958.
La tercera y última fue construida unos años después. Fueron cinco coches motores (2141 al 2145) y cinco remolques (5111 al 5116), también para vía métrica. Éstos fueron los únicos que no se montaron en Peñarroya.
Tres de los coches motores, los números 2111, 2112 y 2113, fueron incorporados a la línea Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano, a la que se adscribieron también dos remolques, los 5101 y 5102 de la segunda subserie.
Automotor Billard repostando en Peñarroya (Foto F.J. Aute)
Los demás de vehículos de esta subserie también circularon por esta línea, que con sus tramos rectos y llanos, y otros curvos con fuertes pendientes, se convirtió en una excelente pista de pruebas para todos ellos. Es por eso por lo que la mayoría de los automotores Billard que se pueden ver en el vídeo que presentamos fueron construidos en Peñarroya y circularon por nuestras líneas de vía estrecha.

1 comentario:

  1. En estos automotores íbamos desde Alcaracejos a Puertollano a examinarnos, creo desde 1960 a 1963. También había un tren de mercancias cin algunos vagones de pasajeros. Al tren lo llamábamos como "el tren del Oeste"....era mmuy incómodo, lento. En esos trenes y automotores los maestros seguían dándonos clases de repaso......hasta legar a Puertollano. Era muy divertido......como una atracción de feria.

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