Julián Sobrino Simal, historiador
Enrique Larive López, arquitecto
A.- OPORTUNIDAD
El territorio minero-industrial de la Cuenca del Guadiato viene marcado por su morfología alargada y estrecha, acompañada por su paisaje no visible vinculado a un subsuelo rico en carbón y a un paisaje herido, fruto de la acción extractiva por parte del hombre. Esta fuente de energía junto a la máquina de vapor, como motor de los nuevos sistemas de producción, forman parte del origen de la revolución industrial que a través de un sistema de minas, fábricas y ferrocarril pone en marcha los métodos y dinámicas de extracción de materias primas, la elaboración de productos y su transporte. Este territorio es, por lo tanto, un complejo sistema de relaciones territoriales, sociales y culturales vinculadas a la producción industrial, que hoy constituyen un paisaje en reclamación.
Este territorio cuenta con una mega-estructura industrial de primer orden, el Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo. Es una estructura funcional y espacial que mantiene la belleza compositiva y romántica de los viejos artefactos, contenedores e infraestructuras dispuestos en estratos funcionales que ahora suponen un depósito de información que demanda ser reactivada. Se trata de un lugar con peso para ser transmitido y de una oportunidad de acometer un proceso experimental de relación entre sociedad, cultura y naturaleza a nivel territorial y estratégico.
Este documento inicial pretende fortalecer las relaciones y los vínculos establecidos entre población y territorio, entre memoria y contemporaneidad, entre espacio y tecnología, a través de un enfoque socialmente comprometido y experimental. Se pretende desarrollar un nuevo contexto contemporáneo, un espacio simbiótico y de transición sobre las estructuras industriales abandonadas del Cerco Industrial y el territorio de la Comarca del Guadiato.
Se trata de un modelo integrador del sector público y privado, conectando el espacio urbano con el rural y natural. Este concepto de lugar intermedio apuesta por ofrecer nuevas formas de habitar, de trabajar, de investigar, de comunicar, de socializar y de producir, que colonizan y se insertan en los viejos contenedores e infraestructuras fabriles.
Las arquitecturas contendrán programas mixtos que generen mayor riqueza urbana, mejor cohesión social y una nueva expresión de cultura contemporánea en el territorio, en definitiva un entorno estimulante para la creación y la acción. En este sentido la intervención debe percibirse como dinámica, viva y en permanente cambio.
Pretendemos que aprender, vivir, crear y trabajar sean acciones solapadas en el Cerco, que atraigan y generen conocimiento e intercambio creativo y demanden necesidades personales mucho más diversificadas. Queremos fomentar la emergencia de una economía creativa activando sinergias entre arte y tecnología.
Las nuevas tecnologías están liberando la educación y el trabajo de sus lugares tradicionales y diluyendo las fronteras perfectamente delimitadas de las distintas actividades del pasado (fábrica, oficina, universidad...) que se sustituyen por el trabajo en red. Esta situación nos permitirá incorporar nuevos archipiélagos tecnológicos al sistema global de la información y el conocimiento, estableciendo sinergias e interacciones alternativas.
La estructura urbana que proponemos para el Cerco, es por tanto, compleja y diversa, donde el solapamiento de lugares de arte y cultura con los espacios de empleo, residencia, tecnología y memoria provoque la emergencia de servicios diversificados y la recuperación del espacio urbano como lugar de encuentro en la ciudad.
El Cerco y su territorio se convierten en una oportunidad para establecer criterios de reciclaje y posicionamiento vinculados a una renovación urbana y territorial dinámicas, donde acoger espacios de sociabilidad más vibrantes y actividades de la nueva economía, lo cual se plantea como una premisa de sostenibilidad.
Esta activación relaciona innovación y territorio, relaciona nodos y flujos espaciales y tiene capacidad para acumular creatividad, desarrollo tecnológico, dinamismo innovador y riqueza.
B.- PRESENTACIÓN
Planteamos iniciar un Proyecto Territorial activo y sostenible a través de un laboratorio experimental que reactive y transforme el suelo minero-industrial abandonado y desequilibrado de la Cuenca del Guadiato en un distrito innovador que ofrezca espacios contemporáneos para la concentración estratégica de actividades intensivas en conocimiento.
Se trata del proyecto de transformación urbanística y territorial de espacios rurales más importante de Andalucía en los últimos años y uno de los más ambiciosos de España y Europa. Esta iniciativa es a su vez un proyecto de renovación urbana y un nuevo modelo de ciudad que quiere dar respuesta a los retos de la sociedad del conocimiento.
Es una iniciativa multi-escalar, a corto, medio y largo plazo con una serie de acciones que como piezas de un puzzle intentarán convertir este paisaje herido en una estructura sostenible y avanzada, en “un nuevo paisaje para la Cuenca del Guadiato”.
Las estrategias de acción sobre este territorio deben generar instrumentos y argumentos propios, interrogando el lugar en direcciones diversas:
1.- Papel que ha de jugar respecto al tejido urbano y territorial con el que se encuentra. Memoria de acontecimientos.
2.- ¿Cómo relacionar, reposicionar, reactivar espacios que están devaluados, en transición o en los márgenes de la percepción? Historia, materiales, instrumentos y elementos de composición.
3.- Tratamiento pro-activo frente al retro-activo del patrimonio industrial en la periferia de la ciudad contemporánea.
4.- Proponer un proyecto integral de paisaje, arquitectura y territorio, basado en intervenciones puntuales de poca huella y gran impacto en la redescripción del nuevo paisaje, generando nuevas dinámicas y un proceso de innovación.
- Innovación urbana y territorial
- Innovación económica.
- Innovación social.
Ojalá que encontremos a hombres y mujeres, peñarriblenses o no,capaces de desarrollar esta ambiciosa y preciosa declaración de intenciones.
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