El pasado 1 de Diciembre el salón de Actos de la Escuelas Politécnica de Belmez acogió el fallo del III Concurso de Cortometrajes "Ciudad de Peñarroya". El jurado, que incluyó importantes personalidades en el mundo de la cultura y el cine cordobés, concedió el primer premio al cortometraje N`KO, dirigido por Miguel Andrés Castaño.
Este polifacético salmantino de 34 años, afincado en Peñarroya-Pueblonuevo desde hace 10, lleva desempeñando una labor fundamental en el mundo de la cultura del Valle del Guadiato. Aunque es profesor de Ciencias Físicas en el IES Florencio Pintado, siente un gran pasión por las letras. Algunas de sus obras han sido galardonadas con el primer premio en varios certámenes nacionales. Su última novela, "Once relatos que no deberías leer", editada por Le Rumeur, tiene como escenario y fuente de inspiración a los pueblos del Valle del Guadiato. En muchos de ellos consigue sacar el lado más oculto de los personajes más singulares y los contextos tradicionales de nuestra zona, sin menoscabo del rigor histórico. No en vano, dedica un capítulo completo al mundo del ferrocarril, consciente de la importancia que tuvo este medio de transporte en la vida de nuestras gentes. Sin duda, una lectura muy recomendable.
Además de publicar libros deliciosos compagina esta afición con el teatro. Es actor en el grupo "La Tarima" de Peñarroya desde hace 3 años.
Ahora, en 2011 acaba de descubrirnos su faceta de cineasta. Conociendo su carácter intrépido y autodidacta, apuesto a que no será la última.
El resultado es el cortometraje que les hemos presentado. La Asociación "La Maquinilla" ha considerado oportuno difundirlo en estas fechas, por ser un justo homenaje a un oficio, el de minero, que ha forjado la forma de ser y de pensar de los habitantes del Guadiato durante más de un siglo y medio. Una oda a ese paisaje humano único donde los haya, que dentro de unos meses desaparecerá, quién sabe si para siempre. El autor utiliza, asimismo, al ferrocarril como introductor de la historia que pretende contarnos.
Hasta ahora sabíamos mucho sobre las aplicaciones ecológicas, deportivas y turísticas de nuestro universo ferroviario. Desde hoy tenemos que añadir una más a la lista: la artística.
Un placer ver que los demás me valoran más que yo mismo. Gracias por esta entrada... eres un tipo enorme por dentro y por fuera.
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