jueves, 17 de noviembre de 2011

Patrimonio emigrante

Vagón PFA X.1. Coche pagador.
Con mi tatarabuelo, que acudió a las minas del Guadiato para ganarse y jugarse la vida a finales del siglo XIX, somos ya 4 las generaciones que llevamos viviendo en Peñarroya-Pueblonuevo. Desde aquellos entonces, en que nuestros predecesores vivían hacinados en una de esas malolientes chabolas a bocamina  entre Belmez y Peñarroya, conocidas como El barrio de los chozos, nuestra ciudad ha cambiado bastante en todos los sentidos, pero, por encima de los demás en uno: ya  no estamos todos o casi todos los que debieramos estar.

Al igual que La Unión, Almadén, Riotinto, Alquife, Rodalquilar y tantos otros, hemos sido un pueblo de aluvión, fundado por emigrantes y, como tal, exportador de ellos. De las casi cuarenta mil almas que había censadas en nuestra ciudad durante la década de los 30 del siglo pasado, solo resiste una numantina tercera parte.

No puedo sentir nostalgia por una época que solo conozco a través de la memoria de mis padres y abuelos. Nací mucho después de los tiempos de la "Córdoba chica". Sin embargo, hoy, cuando escucho el silencio de sus calles achacosas, visito los antiguos castilletes mineros, las industrias abandonadas y sus solitarias estaciones de ferrocarril, zumba en mi cabeza como en una lavadora el  recuerdo hacia quienes a lo largo de nuestra historia  fueron arrancados de su sitio, de su hogar, de sus raíces, por el progreso de otros lados.

Sin llegar a entender qué casualidad del destino es la que me ha permitido vivir aquí y no a otros, pienso constantemente en el potencial humano desperdiciado, en las lágrimas que probablemente derramaron al marcharse, en la falta que nos hacen para tantas cosas, en todos esos amigos y familiares a tiempo parcial y que solo vemos en Navidades, ferias, bodas y funerales.

Vagón PFA X.2. Coche salón.
Instalados en un contexto de diáspora permanente desde hace casi 70 años, a nadie le sorprende el hecho de ver al patrimonio propio haciendo, también, las maletas. Solo hay una diferencia: las personas se marcharon porque no encontraron un medio para ganarse la vida, mientras que los restos de nuestra impresionante historia se fueron y se van, cuando no huyen, debido a la negligencia crónica de los que se han quedado. Y eso nos atañe a todos, gobernantes y gobernados.

Si las chimeneas, fábricas, estaciones de tren y demás vestigios mineros de nuestra ciudad pudieran moverse, creo que pedirían igualmente la baja en el censo, por el maltrato que han recibido durante décadas.

Entre todos, el patrimonio ferroviario lo ha tenido siempre más sencillo que el resto para el exilio, merced a su reducido tamaño y su facilidad para el transporte. El resto del trabajo, es decir, comprar, cargar y llevar, corre a cuenta de los nuevos coleccionistas ferroviarios, expoliadores de guante blanco que saben convertir  en legal cualquier atentado contra el patrimonio.

Obreros de la SMMP arreglando y/o revisando material ferroviario en los
Talleres de locomotoras de la SMMP. Foto José Antonio Torquemada
Buen ejemplo de ello es el caso de PFA X.1 y PFA X.2.  Detrás de los algebraicos nombres se esconden dos vagones de especial relevancia histórica para Peñarroya-Pueblonuevo. Construidos por la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya en los Talleres Generales que la multinacional francesa poseía dentro del Cerco Industrial de la misma localidad, estas piezas fueron utilizadas para realizar diversas funciones de transporte, como veremos más tarde. Al igual que los peñarriblenses que los construyeron, estos coches también son emigrantes.

Prosurop S.L. ("Calados" S.A.) guardó celosamente los vehículos en el  interior de los Talleres donde fueron fabricados 70 años antes, hasta su venta posterior en el año 1996. Por una vez y sin que sirva de precedente, tenemos que agradecerles que no los desguazaran para venderlos como chatarra.

En la peculiar puja, el único postor fue el Centro de iniciativas ferroviarias "Vapor Madrid", cuya sede y museo se encuentran situados en Arganda del Rey (Madrid). Este colectivo, además, cuenta con un taller de restauración de material ferroviario en cuya lista de espera se encuentran estas joyas de nuestro patrimonio ferroviario.

El primero de ellos, en azul, es el coche pagador. Desde el origen del capitalismo hasta los años 60 del siglo XX, los empleados españoles por cuenta ajena recibían su paga en metálico, al final de la jornada de trabajo o, como mucho, al terminar la semana. El lugar de cobro habitual solía ser el mismo tajo. Por ello era práctica común para las grandes empresas mineras, dueñas de numerosas explotaciones e industrias,  tranportar el dinero para sus obreros en vagones especiales.

La SMMP, con unos servicios administrativos y económicos centralizados en Peñarroya e infinidad de negocios repartidos por tres de las más extensas provincias españolas, la opción más rápida y segura para solventar los gastos derivados de sus actividades era la utilización de su propio ferrocarril métrico.

Zona de administración del coche pagador. Fuente: Revista Maquetren. Año V nº 50 1996.
La entrega del dinero era realizada en el interior del coche, como en una oficina bancaria móvil. El vestíbulo está separado del área administrativa por un panel con ventanilla, como puede apreciarse en la foto.

Desconozco la fecha exacta en que fue construido el vagón pagador. No obstante, si hay datos sobre la fecha de construcción del segundo vagón, el PFA X.2, que data de 1944.

Por la singularidad de su diseño y el lujo con que fue construido, está claro que el PFA X.2 fue utilizado para el traslado de altos cargos así como personal técnico de la empresa por los colosales dominios mineros de Badajoz, Córdoba y Ciudad Real.

Su interior desprende comodidad y glamour, como aquellos trenes de las películas en blanco y negro donde la actriz protagonista se asoma por la ventanilla del coche de viajeros para despedirse, quién sabe si por última vez, de su amado.

En contraste con el vagón pagador, el coche-salón destaca por el lujo y la calidad de los detalles. Su interior está dividido en cuatro espacios: 
  • el primero (primera ventana de la izquierda) para el inodoro y el lavabo; 
  • el segundo (segunda ventanilla), con una pequeña cocina; 
  • el tercero (2 grandes ventanales), con cómodos asientos en torno a un pasillo central; 
  • el último, una sala acristalada con mesas y sillas para el estudio de documentos.
Todos los ambientes están separados por puertas correderas.

Sala de reuniones del coche salón. Fuente: Revista Maquetren año V nº 50 1996.
El 20 de Abril de 2011, el museo del ferrocarril de Peñarroya-Pueblonuevo anunció la adquisición de la locomotora "Teuler" (1911), procedente de las minas de Cala (Huelva), tras una minuciosa restauración en Barcelona.

No deja de ser sorprendente y hasta chocante que un museo ferroviario radiacado en una zona históricamente vinculada a este medio de transporte, encuentre fondos para adquirir piezas de peregrinos  lugares, en lugar de invertirlos para recuperar material ferroviario propio.

Claro que, para ello, el museo tiene que disponer antes de un director competente en la materia, capaz de establecer prioridades y una estrategia a corto, medio y largo plazo, en este sentido. Y es que montar un museo es algo más serio que almacenar artefactos exóticos en un lugar bonito. 

Un museo es, o debe ser, una  institución sin ánimo de lucro destinada, no solo a la conservación de un patrimonio concreto, sino a la investigación y comunicación del ámbito en que se desenvuelve. Además, entre sus objetivos principales se encuentra la educación y el disfrute de todos los ciudadanos.

Como ciudadano del Guadiato y futuro (si se abre) visitante del museo ferroviario, acudiré a él para ser educado en estos temas, pero no disfrutaré, porque el lugar donde debería encontrar un PFA de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya estará ocupado por un "Teuler" de las minas de Cala.

"Desayuno en la Hierba" de Eduard Manet
¿Se imaginan al Museo del Prado vendiendo "Las Meninas" para comprar "Desayuno en la hierba" al Museo de Orsay?

Por favor, hay un sitio para cada cosa. Cada cosa en su sitio.

Por suerte, la Asociación "Vapor Madrid" no solo expone patrimonio ferroviario propio sino que revende, asimismo, piezas ya restauradas, a un precio mucho mayor por el que fueron compradas, por supuesto. Todavía es posible recuperar los PFA X.1 y X.2, si encontramos el dinero necesario para rescatarlos.

Mientras lo buscamos, podíamos hacer algo, también, por conservar el material ferroviario diseminado por el Guadiato desde hace ya demasiado tiempo. No nos gustaría tener que adquirirlo en "Vapor Madrid" dentro de unos años, como tampoco nos gustaría cambiarlo por otro "Teuler" o similar.

"Teuler" de las minas de Cala. Fuente: infoguadiato

4 comentarios:

  1. Para las personas interesadas,como es mi caso,por el mundo del ferrocarril,ya está restaurada la Locomotora de Vapor SHMB-1 (Marta).Puede verse las fotos en la página de: "Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español"

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  2. Las fotos a las que haces mención llevan colgadas en esa web desde hace más de un año. Desconocemos cuál es la situación exacta de esta pieza ferroviaria única en España. Pienso que si las autoridades que han heredado el proyecto del tren turístico no actúan rápido podemos perderla, como los PFA. En el mundo ferroviario, las cosas desaparecen de repente un buen día y 15 años después acabas encontrándotelas en algún museo que no es el nuestro.

    Pronto dedicaremos una entrada específica a esta histórica locomotora. Un saludo.

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  3. Perdone usted Sr.Ruben Cañamaque, pero lo referente a la locomotora de vapor SHMB-1, está usted equivocado, pués lo que hay colgado en la web de "Centro de estudios históricos del Ferrocarril" es muy actual.Infórmese y lo comprobará, pués en el seguimiento de la restauración, creo que estoy más informado que usted, y lo usted dice, por supuesto que lleva mucho tiempo en la web, pero en la de la ARMF.
    Un saludo

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  4. Acabo de comprobarlo. Tienes usted razón. Se agradece encontrar a personas que se preocupan por estos asuntos, aunque sea de manera anónima. Si tiene interés en formar parte de nuestra Asociación, aquí tiene un hueco.

    Es una fantástica noticia, ¿No le parece? Nos temíamos lo peor, sobre todo con los antecedentes que hemos comentado en la entrada. Un ferroviario saludo.

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