domingo, 27 de marzo de 2011

Oportunidades perdidas



Desde que Diputación de Córdoba comenzó a redactar el primer proyecto para dotar al Guadiato de una vía verde, allá por el año 93, no se ha dado ninguna novedad, por su inviabilidad. Hasta la fecha, solo el Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, desmarcándose de la idea inicial, buscó financiación en otros caladeros para la habilitación de los primeros 4,5 kilómetros de Vía Verde en el Vial Norte. Salvando este tímido pero noble intento por revitalizar el proyecto, la comarca no ha terminado de asumir que tiene que abordar este asunto desde nuevas perspectivas.

No sé si por falta de interés, desconocimiento o por pura inocencia, los ciudadanos de la comarca todavía seguimos creyendo en bienhechoras hadas madrinas y en superhéroes que van a venir a protegernos de la destrucción y el olvido. No, señores y señoras, siento decepcionarles pero tampoco existen los Reyes Magos, ni Papá Noel. Ningún filántropo va a pagar los 6 millones de Euros que cuesta transformar los 69 km. de plataforma de vía estrecha en Vía Verde. Por tanto pienso que, sin descartar las buenas intenciones la idea inicial, debemos actuar con pragmatismo en este sentido,  aprovechando las ocasiones que nos ofrece el destino:


El año pasado comenzó a construirse  una nueva vía de servicio entre Peñarroya-Pueblonuevo y Belmez (y ya es la segunda) con el fin de eliminar el antiguo cruce situado entre el Restaurante "la Dehesa" y el antiguo trazado de la N-432 de escatológico recuerdo para los ciudadanos de la comarca. Este no es foro para debatir la conveniencia o no de unas obras que han generado alguna que otra broma y más de alguna polémica.

La empresa constructora se valió acertadamente de la antigua plataforma de la vía estrecha Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano, para convertirla en carretera local. Desgraciadamente, una centenaria caseta de tren fue víctima propiciatoria de aquellas obras. Un nuevo crimen arquitectónico hecho en nombre del progreso.

Sin embargo, lo grave no fue la pérdida de una caseta de tren. Tenemos tantas... ¿verdad?  Lo que realmente debe hacernos reflexionar es la inmejorable ocasión  para ampliar la Vía Verde del Guadiato que dejamos escapar, mediante la construcción de un acerado con carril bici anexo a dicha vía (ver foto carretera de Cerro Muriano). Hubiese sido tan fácil... y tan barato...


Son las personas que habitan las ciudades y no las propias infraestructuras las que deciden en qué sentido se va a hacer uso de estas últimas. Ninguna obra pública, por pequeña que sea, se da por finalizada hasta que los usuarios la utilizan, hasta que "la hacen suya". Así y solo así se tendrá la certeza de que determinada construcción cumple la función para la que fue diseñada.


Hoy, observamos con impotencia como a diario, cientos de ciudadanos de todas las edades, habitantes todos de las villas hermanas de Belmez y Peñarroya, recorren a pie, en carrera o en bicicleta estos 4 kilómetros de vía, jugándose la vida en el intento. He aquí un caso más de incomunicación entre ingenieros/arquitectos y el humilde ciudadano. La obra ha satisfecho las necesidades de los usuarios que  van en coche, algo prioritario en esta sociedad histérica sobre 4 ruedas, pero no ha atendido las demandas de aquellos que no lo usan.


Debemos, por tanto, hacer autocrítica y reconocer que una vez más no hemos estado a la altura de las circunstancias. Y eso nos incluye a todos, asociaciones, ciudadanos anónimos y Alcaldes a la cabeza. 

Además, los 4 kilómetros sumados a los 4,5 construidos en el Vial Norte de Peñarroya-Pueblonuevo hubiesen supuesto un importante impulso para el proyecto de Vía Verde del Guadiato, paralizado por falta de financiación desde hace más de una década. 8 de los 69 km. de la plataforma que discurren por el Guadiato ya estarían listos para el disfrute de todos, oriundos y foráneos.

Todavía estamos a tiempo de rectificar. Si lo miramos desde otro punto de vista, la graciosa carretera nos ha facilitado el trabajo. Solo hace falta construir a su lado un acerado de 3 metros ancho.

Un error, más que una razón para el abatimiento es, ante todo, una nueva oportunidad para mejorar.  Mientras no pensemos que las hadas y los superhéroes son las mujeres y hombres del Guadiato será difícil hacer realidad nuestras ilusiones. Porque la verdadera magia se encuentra en nuestras propia manos.

 

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