De muy interesante y amena puedo calificar la conferencia impartida por José Antonio Torquemada sobre la historia del ferrocarril en la comarca así como sus posibilidades de transformación en Vía Verde. La prueba estuvo en que mis "adolescentes monstruitos" (1º a 4º ESO) permanecieron callados en sus asientos durante toda la hora que duró la disertación. Quiero enviarles desde aquí mi más sincera felicitación por su comportamiento ejemplar.
A la cita asistieron representantes de las 2 Ampas del Centro, personas anónimas que repondieron a la invitación, así como diversos concejales del Ayuntamiento de Belmez.
La charla, en mi opinión, estuvo dividida en tres partes:
La primera, en la que explicó la importancia del ferrocarril como cliente-impulsor del desarrollo minero e industrial de la comarca del Guadiato a partir de la segunda mitad del siglo XIX y durante casi todo el XX. En ella habló de las tres líneas de ferrocarril construidas en la zona (Belmez-Córdoba y Belmez-Almorchón, Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano-San Quintín y el ferrocarril Hullero, comunmente conocido por "La Maquinilla") así como su génesis, desarrollo y declive por la competencia del transporte por carretera.
La segunda, en la que presentó el anecdotario, curiosidades y vivencias alrededor de nuestros caminos de hierro. Entre ellas, las más originales fueron las que se daban en el trazado Belmez-Córdoba, concretamente en el tramo de sierra entre Cerro Muriano y Córdoba, el cual, en palabras de Torquemada "está considerado el segundo de España por su desnivel, después del ferrocarril que atraviesa el puerto de Pajares". Desniveles únicos provocan, también, soluciones únicas como la construcción de una vía para "chocar" (si, chocar) los trenes en caso de que éstos, dada la pendiente, no pudisen frenar a tiempo, evitando así un posible accidente a su llegada a la Estación de Córdoba. Esto... en el sentido de bajada. En el sentido de subida, es decir, hacia Belmez, Torquemada contaba con sorna cómo en Córdoba tenían que enlazar tres locomotoras de vapor para arrastrar el convoy hasta la cima del puerto, alcanzando velocidades inferirores a la marcha humana, circunstancia que permitía a los viajeros bajarse de su vagón para coger espárragos durante algunos kilómetros y volver a subirse más tarde, tras un agradable y productivo paseo por el campo.
En la última parte Torquemada habló sobre lo que queda hoy de aquella época dorada, así como de la necesidad de conservar y rehabilitar todo este patrimonio. En este apartado hizo especial hincapié en la conveniencia de transformar los antiguos trazados de "La Maquinilla" y Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano en Vía Verde, cómo se está haciendo en otros lugares de España.
El colofón a tan deliciosa exposición oral lo puso la Escuela Municipal de Música de Fuente Obejuna junto a los alumnos del IES José Alcántara, que tocaron y cantaron piezas populares de Navidad así como el "Himno de la alegría".
Quiero terminar esta crónica reconociendo la importancia de informarse bien como paso previo a defender una idea. SI NO CONOCEMOS EL VALOR QUE TIENEN DETERMINADAS COSAS NUNCA SABREMOS PROTEGERLAS.Y en este punto estamos ahora mismo.
Agradezco a Ardepinsa la cesión de sus instalaciones para la celebración del evento, a la Escuela Municipal de Música de Fuente Obejuna y al profesor Paco Segovia por poner banda sonora al evento y especialmente a D. José Antonio Torquemada por su colaboración desinteresada en la difusión de la cultura del ferrocarril, entre nuestros ciudadanos presentes y futuros.
Agradezco a Ardepinsa la cesión de sus instalaciones para la celebración del evento, a la Escuela Municipal de Música de Fuente Obejuna y al profesor Paco Segovia por poner banda sonora al evento y especialmente a D. José Antonio Torquemada por su colaboración desinteresada en la difusión de la cultura del ferrocarril, entre nuestros ciudadanos presentes y futuros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario