De
nada sirven inacabados proyectos faraónicos, con grandes inversiones, si su
utilización es mínima o muy costosa tanto en mantenimiento como para sus
usuarios. Desgraciadamente tenemos muchos ejemplos de ello, y no nos referimos
solo a aeropuertos o centros de arte, en nuestra comarca también podemos ver diversas
muestras del despilfarro que vivimos cuando éramos ricos.
Tal
vez por eso valoramos aún más lo que, entre todos, estamos haciendo con nuestra
Vía Verde. Comparado con esos grandes proyectos y los millones que se han
tragado, lo invertido en la Vía Verde es pecata minuta. Si además tenemos en
cuenta los muchos jornales que se han echado y el compromiso de los
trabajadores con el proyecto, su rentabilidad social es aún mayor.
Pero
no es solo eso, merced al buen tiempo, esta Semana Santa hemos podido ver casi
todos los días un buen número de gentes aventurarse en la ruta de Belmez a
Peñarroya o al revés. Se va tomando conciencia de lo que tenemos y, lo que es
más importante, SE UTILIZA, aun cuando las obras de acondicionamiento todavía no
han terminado.
Con
unas traviesas, imaginación y trabajo se consiguió hacer un pequeño merendero
en la zona del Montadero de Belmez. Casi todos los días se utiliza y se está usando como infraestructura turística. Las autocaravanas que
han pasado allí un par de días son un buen ejemplo de ello.
¿Qué
pasaría si nuestra Vía Verde llegara desde Fuente Obejuna hasta Villanueva del
Duque?
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