miércoles, 12 de junio de 2013

Maravillosa gamberrada en la Vía Verde de La Maquinilla


La plataforma ferroviaria de La Maquinilla que  encontramos hace dos años y medio, cuando comenzamos a trabajar en el proyecto de Vía Verde del Guadiato tenía como puntos fuertes las excelentes postales que desde ella se tomaban del Castillo de Belmez o el Cerco Industrial de Peñarroya, su aislamiento de la mayor parte del  trazado respecto de las carreteras importantes y la proximidad a núcleos de población que permiten un adecuado avituallamiento y descanso.

Entre los puntos débiles, como todos sabemos, estaba la ausencia de zonas de sombra en el 90% del recorrido, el deterioro del piso y la ausencia de una señalización apropiada. Con el paso del tiempo y el esfuerzo de todos se han ido corrigiendo o subsanando algunas de estas deficiencias, afortunadamente.

Sin embargo, y a pesar de los avances estéticos y técnicos, en el itinerario quedaba una sensación de desamparo, de tristeza, producto del estado ruinoso de las construcciones y casetas  que en su día cumplieron la función de vivienda para ferroviarios, estación o almacén y que se encuentran desperdigadas alrededor del camino entre ambos pueblos

Actualmente, los restos de edificaciones ferroviarias de La Maquinilla conviven junto a los castilletes y las escombreras de otro tiempo, constituyendo un paisaje entre  lunar  y agrícola más asociado al fracaso social y económico que a otra cosa. 

Luis Triviño terminando el logo del proyecto Comenius 2012-2014
en el que participa el IES José Alcántara de Belmez
El qué hacer con todo este valioso patrimonio  que por su elevado nivel de deterioro impide ser reciclado para otras funciones utilitarias ha sido una de nuestras preocupaciones más importantes, no solo por la dificultad de encontrar un enfoque acorde con su relevancia histórica,  sino por la responsabilidad de integrarlo adecuadamente en el paisaje que rodea a la vía verde.

Desde su aparición como concepto en los años 60, el patrimonio industrial en todas sus vertientes  (minero y ferroviario)  ha mantenido una relación casi simbiótica con las vanguardias artísticas, un idilio que ha llegado a nuestros días en múltiples manifestaciones. Bebiendo de esta relación y teniendo en cuenta el enorme potencial que este tipo de patrimonio tiene la comarca del Guadiato, los alumnos y profesores del IES José Alcántara de Belmez han puesto en práctica una experiencia piloto y pionera en la zona en este ámbito, utilizando como lienzos las paredes de una vieja caseta de tren de la Vía Verde de La Maquinilla con un doble objetivo:  alargar la vida de lo que queda del inmueble y ampliar el concepto que todos tenemos o teníamos de esta infraestructura. En otras palabras, entender y explicar la Vía Verde de La Maquinilla  no como  cementerio de "lo que había", sino  como un espacio  que es  por sí mismo con una dinámica propia, con con un presente y un futuro.

Grafiti en un edificio público del centro de Boston

Para ello han utilizado la técnica del grafiti,  rama del arte comtemporáneo  a medio camino entre los pictórico y social considerada  una subcultura rayana con el vandalismo. Tras muchos años de desprecio y desconocimiento por parte de la sociedad en general, este estilo  ha resurgido  con  fuerza hasta convertirse en todo un referente cultural del siglo XXI. Numerosas ciudades y capitales del mundo presumen hoy de tener algún grafiti  entre sus muros o edificios exactamente igual que presumen de una escultura, o un monumento urbano. Asimismo, los Ayuntamientos pagan fuertes sumas de dinero público (bueno, en España pagaban, cuando había y cuando no había) a este tipo de artistas por el hecho de que sus ciudadanos y turistas puedan contemplar algunas de sus obras de forma permanente.


La dirección de los trabajos ha corrido a cargo de Luis Triviño Ruiz, natural de Peñarroya-Pueblonuevo. El joven talento peñarriblense se encuentra entre los mejores de Andalucía en esta corriente artística. Su fama como profesional del arte le ha llevado a decorar una estación del nuevo Metro de Sevilla. Y con grafiti.

El resultado de este iniciativa educativa novedosa a la vista de todos está. Ha sido todo un éxito de participación (60 alumnos)  y de aceptación por parte de la población local.

El proyecto en cuestión ha sido posible gracias a los fondos de ámbito europeo Comenius, los cuales, con una duración de dos años,  están permitiendo a los alumnos de este Centro conocer otras zonas mineras y/o industriales (Leeds, Ankara y París) del continente utilizando el inglés como idioma común, entre otras actividades. Tenemos que mencionar que todos los institutos que participan en el programa han sido seleccionados bajo unos rigurosos criterios  por parte de las autoridades educativas europeas. En este sentido también ha colaborado económicamente el AMPA "Sierra Belmez", así como el Excmo. Ayuntamiento de esta localidad, proporcionando ayuda técnica.


La caseta en cuestión, cedida amablemente por la familia Rivera para su restauración, se encuentra situada en el kilómetro 0 de la Vía Verde de La Maquinilla y supone, por su situación estratégica, toda una referencia para los visitantes foráneos que ya acuden desde diferentes partes de Andalucía, Castilla La Mancha y Extremadura.  La intervención realizada sobre la misma es toda una declaración de intenciones ya que  está inspirada en los paisajes que debe surcar de la prometida Vía Verde del Guadiato: castilletes, chimeneas, campos de cereal, sol, sierra y agua.




Después de ver el resultado tan solo nos queda felicitar  al artista, a la institución educativa que ha tenido esta excelente idea, a los alumnos, así como a los padres y madres que han participado en el proyecto. Este tipo de intervención debe ser un nuevo camino a explorar por nuestras autoridades  para cambiar la imagen que  tenemos del patrimonio industrial abandonado mientras esperan una segunda oportunidad.

Si hacer grafitis es cosa de vándalos, pues viva el vandalismo.




1 comentario: