Abril 2011. Presentación Proyecto Camino del Guadiato. Pablo Domínguez, a la derecha.
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Vivimos o más bien hemos creado un mundo en el que cualquier esfuerzo tiene que ser conveniente y adecuadamente remunerado. Todo tiene precio. Solo nos queda pagar, o cobrar por ejercer las funciones gobernadas por nuestro sistema parasimpático: respirar, digerir y latir, etc. No se preocupen que, al paso que vamos, llegaremos...
Los románticos han pasado de moda. Ya nadie puede ser auténticamente de ninguna opción sin que ésta aparezca ubicada en alguna planta de El Corte Inglés. Si existieran los románticos hoy, sería por moda, no como una opción personal. En estos tiempos tan difíciles para la filantropía llama poderosamente la atención que aún queden personas altruistas, profesionales que, sin pedir nada a cambio, ponen todo su talento, tiempo y personalidad al servicio de una buena causa, como lo es la de la Vía Verde del Guadiato.
Pañuelo palestino. ¿Moda o símbolo? |
Pablo Domínguez-Palacios Carbonero, sevillano de nacimiento y guadiateño de adopción durante estos tres años, encarna todos estos valores que tanto hacen falta en la sociedad de hoy en día: lealtad, sacrificio y generosidad.
Abril 2011. Folleto informativo sobre la Vía Verde del Guadiato. Diseño de Pablo. |
Desde su nacimiento hace ya unos meses, cuando me ayudó a poner en marcha este blog, Pablo ha sido una de las almas del movimiento ciudadano por la Vía Verde del Guadiato. Profesor de Educación Plástica y Visual en el IES José Alcántara de Belmez y loco del ecoturismo en los ratos libres, Pablo fue el responsable de toda la campaña de promoción de nuestra Vía Verde. En su hoja de servicio a la causa destaca el diseño de todo tipo de carteles, pasando por las pancartas y los folletos informativos que han inundado la comarca en relación a la solicitud de la Vía Verde.
Marzo 2011. Cartel anunciador "Camino del Guadiato". Diseño de Pablo.
El cénit de su colaboración con nuestra asociación fue el desarrollo del macroproyecto denominado "Camino del Guadiato", cuyos efectos todavía perduran en el tiempo y no se han cuantificado del todo. De momento, esta iniciativa ha conseguido recopilar 2.500 firmas y ha generado un cambio de mentalidad en la población y en la clase política de la comarca.
A nivel personal, ha sido un buen compañero, mejor profesional y un fiel amigo.
Pablo Domínguez representa hoy junto a Javier Goytre, José Catalá, Miguel Andrés y Pedro Calzado a toda una generación de "incansables" activistas foráneos. Ellos son y deben seguir siendo un referente de superación para quienes llevamos aquí desde siempre.
Pablo nos deja el próximo 30 de Junio para iniciar una nueva etapa profesional en Zalamea la Real. Cada vez me cuesta más aceptar el hecho de que los buenos siempre se marchen de esta tierra a veces tan yerma y tan desagradecida con los que pelean. Esta comarca está necesitada de unos cuantos Pablos para despertar y levantarse.
Pablo nos deja el próximo 30 de Junio para iniciar una nueva etapa profesional en Zalamea la Real. Cada vez me cuesta más aceptar el hecho de que los buenos siempre se marchen de esta tierra a veces tan yerma y tan desagradecida con los que pelean. Esta comarca está necesitada de unos cuantos Pablos para despertar y levantarse.
Por el momento y a la espera de que llegue otro, solo podemos aprender de este forastero ejemplar que, sin recibir nada de este remoto lugar, sin embargo, lo ha dado todo.
Logo Asociación "La Maquinilla" diseñado por Pablo Domínguez-Palacios. Junio 2011 |
Mucha suerte Pablo. Que la fuerza del Guadiato te acompañe. Esta siempre será tu casa.
gracias Rubenaco! hemos formado un gran equipo.
ResponderEliminarSeguiré vuestros pasos y logros desde la distancia e igual vualva para alguna marcha, ya sea en bici o a pié.
un abrazo!
Pablo.
Muchas gracias por nombrarme. Ya sabes que amo a esta zona y lo demuestro con mi libro "Once relatos que no deberías leer". Un abrazo.
ResponderEliminarBuen post, merecidas palabras a Pablo sin duda. Corroboro hasta la última coma.
ResponderEliminarUn paso atrás, ni para coger impulso.
Hay que reconocer el trabajo de las personas, por encima del resultado del mismo. Sabes bien lo que digo, tú que llevas desarrollando un trabajo por tus vecinos desde hace años y no del todo apreciado.
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