En Peñarroya-Pueblonuevo buscamos empresarios jóvenes
y verdes
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Bien conocen nuestros seguidores
y quienes usan habitualmente nuestras vías verdes la necesidad de sombra que hay en sus
recorridos y también la obligación que
tenemos todos de ir recuperando desde el punto de vista medioambiental espacios degradados y contaminados que antes
pertenecían a la industria y a la minería.
Este triste y tóxico legado que nos han dejado las empresas que
explotaron y se beneficiaron de los recursos que nuestro subsuelo sólo puede
resolverse con mucho dinero de la administración, con paciencia y con
participación ciudadana.
Así el dinero que ha traído Diputación de Córdoba gracias al proyecto de vía verde ha facilitado
la realización de importantes mejoras
medioambientales en nuestro entorno, la
plantación de más de 500 árboles, una
parte de los cuales ha logrado sobrevivir y ya empiezan a recuperar hábitats perdidos hace muchos
años.
La dedicación de nuestro
colectivo al cuidado de los árboles y la limpieza de los tramos rehabilitados
ha dado continuidad al esfuerzo económico de Diputación, creando espacios
agradables para la visita y el disfrute
de nuestro Patrimonio Industrial. Sin embargo, era la participación ciudadana
la que se estaba quedando un poco rezagada con respecto a estos dos pilares:
aunque habíamos hecho algún que otro llamamiento hacia la donación de árboles
en diversas ocasiones es cierto que íbamos sumando de uno en uno, un ritmo
bastante lento para cubrir de vegetación y arbolado las amplias zonas que todavía quedan
pendientes.
Roberto Pablo y Verónica, Verónica y Roberto Pablo, todo un
buen ejemplo de jóvenes empresarios que generan riqueza en su pueblo
y que, además, ayudan a su mejora en otros ámbitos
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Ejemplos de esta falta de interés ciudadano en la recuperación ha sido
la última iniciativa de recogida de árboles de Navidad, que se ha saldado con
la 8 ejemplares de los cuales 3 han sido cedidos por Semillería El Molino.
Incluso, uno de ellos procede de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira,
lugar hasta donde llegó nuestro llamamiento gracias a internet. Ello hace un
total de 4 árboles recogidos en la comarca del Guadiato, un pobre balance.
No obstante, cuando todo parece
que cuadra con ese tópico negativo sobre nuestra apatía natural y la falta de
participación histórica siempre aparece
alguien para hacernos cambiar de opinión sobre este particular.
La semana pasada la nueva gerencia
del Peñón Gym Club, conformada por Roberto Pablo Molero y Verónica Pérez, ha donado 50 ejemplares de casuarina. Este árbol, como todos sabemos, fue un símbolo de la
localidad de Peñarroya-Pueblonuevo durante más de 100 años en tanto que rodeaba
minas, industrias. Incluso la colonia francesa residente en este lugar también
los plantaba en sus propias viviendas-jardín
por sus propiedades de cohesión del suelo y anticontaminación.
En los años 80 del siglo XX la falta de políticas urbanísticas y la
insensibilidad histórica de los gobernantes de la localidad mermaron la población de
esta especie hasta convertirla en testimonial. De este modo de los varios miles
de casuarinas se pasó a menos de un centenar que sobrevive en los alrededores
del Centro de Salud (antiguo hospital minero), la vía verde de la
maquinilla y algunas viviendas-jardín cuyos dueños aún conservan el buen gusto e antaño.
Plantación de las casuarinas donadas por Peñón Gym Club |
Restan aún numerosas e
inmensas áreas del parque periurbano y
de la vía verde de La Maquinilla por llenar de árboles hasta conseguir el entorno
que merecemos, aproximadamente 3 hectáreas, pero no cabe duda de que sumando
aportaciones de 50 árboles como la que les hemos presentado no tardaremos mucho tiempo en completarlas.
Por lo demás, sólo nos queda
agradecer la cara donación de estos empresarios locales del Peñón Gym club, todo un ejemplo de
colaboración privada con el medio ambiente de nuestros municipios y también un modelo a
imitar en nuestra comarca.
El Guadiato necesita más jóvenes como éstos, con ganas de trabajar por su pueblo no sólo
invirtiendo su patrimonio en su
localidad en contra de la lógica para quedarse aquí generando riqueza sino siendo ciudadanos proactivos y responsables en su mejora y, desde luego, le sobran aquellos que sólo se quejan
de lo mal que está todo, que no mueven
un solo dedo para labrarse una oportunidad de futuro en el lugar en el que viven y que vagan de un a lado
para otro quemando gasolina con el coche que le han pagado sus padres esperando a que alguien se la dé.
Desde la Asociación La Maquinilla
sólo podemos comprometernos a cuidar estos árboles hasta que se hagan adultos y
dar la mayor publicidad posible a este positivo y original caso de implicación empresarial con la vía verde del Guadiato. Si algún día fuera joven, me gustaría ser como ellos.
La Vía Verde la construimos entre todos, también con el apoyo de nuestros empresarios si son jóvenes mejor que mejor.
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