Lo más difícil de organizar
en un evento no es ponerlo en marcha
sino repetirlo. Y si éste es de tipo cultural, que se vuelva a
hacer se convierte, entonces, en toda
una proeza ¿Cuántas veces habremos disfrutado de eventos que merecen la pena, pero que al año siguiente
se borran del calendario local? Muchísimos. Y es que no resulta fácil para ningún grupo de ciudadanos
o incluso para un Ayuntamiento asentar
una actividad en el imaginario colectivo local una vez superada la ilusión o la
decepción de la primera edición. Entre las principales razones que explican
tanta mortalidad está, por orden de importancia, encontramos la falta de fondos para poder
desarrollarlo, ya que no siempre hay patrocinadores entre nuestro castigado tejido
empresarial dispuestos a seguir sufragándolo, el
aburrimiento por repetición, que lleva a la gente a no participar o, simplemente, al
lógico cansancio de quien lo organiza y la falta de sustitutos que quieran
continuar con él.
En
Peñarroya-Pueblonuevo, se cuentan con los dedos de una mano las tradiciones que la hacen diferente: el campeonato de trial,
el festival de cante de las minas, el concurso de entibadores, alguna que otra
romería y poco más. De ahí que el hecho de que el Día del Cerco llegue a su
octava edición en 8 años lo convierten ya en una efeméride, en un motivo
de orgullo para nuestro colectivo y en un éxito de la ciudadanía.
El
evento de las chimeneas de colores con muy pocos recursos y con el apoyo del
Ayuntamiento ha creado un impacto publicitario potente en quienes se acercan a nuestro pueblo desde internet, FITUR o la feria de los municipios y, por
encima de todo, ha contribuido a la aceptación del Patrimonio
Industrial por la gente corriente probablemente más que ningún otro en la
historia de este municipio, tanto que podríamos asegurar que si miramos las chimeneas
con mejores ojos y hemos recaudado juntos 17.500 Euros para restaurar una de ellas ha sido gracias a
este evento.
Si
a lo anterior añadimos que el encendido simbólico de chimeneas ha sido imitado en ciudades
con un elevado número de monumentos de este tipo como Castellón y Linares
entenderemos el verdadero valor esta iniciativa, su rentabilidad y por qué debemos evitar que desaparezca. Una
buena forma de hacerlo es dotar de un mayor contenido al acontecimiento.
El fenómeno cerquiano se extiende. Chimeneas del distrito minero
Linares-La Carolina el pasado domingo
imitando a las de Peñarroya-Pueblonuevo
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Es
por ello que para la edición 2019 del Día del Cerco queremos crear el primer
concurso fotográfico específico para ir confeccionando un archivo
de imágenes que puedan utilizarse
en promoción turística, seguir
construyendo una identidad alrededor de
nuestras chimeneas como auténticos iconos del pueblo a través del arte e inspirar a las generaciones futuras por medio de
herramientas digitales.
Los
participantes deben saber que el dinero para los premios sale íntegramente del
presupuesto anual de la asociación, una cantidad que no es despreciable para un
colectivo tan humilde como el nuestro, con pocos socios donantes y que continúa
invirtiendo dinero en la restauración de
la chimenea de la fábrica de papel (la cantidad ya asciende a los 25.000 Euros). El
Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo colaborará con el trofeo para el ganador
del concurso, cuyas bases aparecen en el siguiente enlace:
Descárgate aquí el formulario de inscripción:
Si,
por el contrario, sólo deseas presenciarlo con los que más quieres te invitamos
el próximo 7 de Diciembre, a partir de
las 13 horas, a compartirlo en cualquier punto del municipio que se asome a las
chimeneas. Rogamos puntualidad, ya que el humo se agota rápidamente.
Las
tradiciones las hacen las personas que
asisten o participan en ellas y las sociedades se aprecian no por lo que tienen o tuvieron sino por lo que hacen con lo que les queda. Quienes hacemos
el Día del Cerco, bomberos, agentes de protección civil y voluntarios de la
Asociación La Maquinilla, damos las gracias
a todos los que habéis confiado en
nosotros durante todos estos años y por habernos dado motivos para creer que merece la pena seguir encendiendo
las chimeneas año tras año. Hay Día del Cerco para rato...
Maravillosa iniciativa, que impulsan ciudadanos ejemplares. Un espectáculo precioso, para disfrute de tod@s en el momento efímero en que asciende el humo, y para beneficio de las futuras generaciones que contarán con un valiosísimo patrimonio gracias a iniciativas como ésta. Enhorabuena y sincero agradecimiento a los socios de La Maquinilla!!
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