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jueves, 25 de abril de 2019

Exportando el modelo de La Maquinilla



Todas las capitales de provincia con la excepción de Ceuta, Melilla y las islas quieren un AVE, del mismo modo que los pueblos de la  España rural que en el siglo XIX tuvieron acceso a  un ferrocarril hoy clausurado quieren una vía verde. Sin embargo, también es cierto que no todo el mundo la tiene o la consigue.
Sólo  existen 27 caminos naturales construidos sobre un antiguo ferrocarril en nuestra Comunidad Autónoma, unos 580 kilómetros recuperados como vía verde de los más de 1.500 que dejaron de utilizarse en algún momento de la historia.
Y es que pertenecer a este selecto grupo de municipios con una vía verde a veces resulta difícil por causas relacionadas con el  desconocimiento de las clases dirigentes,  una ineficaz gestión del suelo público,  la inexistencia de una sociedad civil organizada o, simplemente, a una mezcla  condiciones y circunstancias singulares de cada municipio y que impiden la concreción del proyecto.
En cualquier caso,  nuestro movimiento asociativo y reciente  éxito de nuestro trabajo en la Vía Verde del Guadiato ha servido  de inspiración a conciudadanos de otras localidades andaluzas con las mismas inquietudes o, al menos, les infunde esperanzas en la reclamación de sus necesidades ecoturísticas.
Tal es el caso de ACUFER, Asociación Cultural Utrerana Ferroviaria, colectivo fundado en 2015 con una perspectiva mucho más amplia que la nuestra, pero que también apuesta por la reconversión en ruta cultural de algunos de sus antiguos trazados ferroviarios toda vez que no se pudieron mantener activos al tráfico. Este es el caso de la línea Utrera-Morón, construida por The Utrera and Morón Railway en 1867 y cerrada 100 años después. 

No hay recetas, solo trabajo
Si nosotros lo hemos conseguido, nuestros amigos utreranos
 también lo lograrán
De modo que  hemos tenido el gusto de ser invitados para acompañarles en sus jornadas anuales organizadas para conmemorar el día mundial de la bicicleta, con el fin de poder  explicarles el proceso de construcción de nuestra vía verde, las  dificultades que tuvimos que vencer, nuestros problemas, que fueron muchos, además de la metodología que nos encaminó a conseguirla. En definitiva, contarles nuestra compleja  historia colectiva en el mundo de las vías verdes  de la manera más sencilla posible para que puedan aprovechar parte de nuestra experiencia en la consecución de sus propios objetivos.
Tales jornadas están divididas en dos. La primera, que se desarrolla hoy,  es una mesa redonda a la que participan como ponentes Carmen Aycart, exgerente el plan nacional del vías verdes, Inés Durán Montero, Presidenta de la Fundación Patrimonio Industrial en Andalucía y Gloria Rivero Lamela, arquitecta y profesora titular de la facultad de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, analizando desde diferentes ópticas, la ecoturística, la histórica y la arquitectónica, la línea Utrera-Morón.
La segunda jornada, que se celebra el sábado, intervendremos nosotros aportando el enfoque de la participación ciudadana, realizando una excursión en autobús a los puntos más relevantes de esta histórica línea, pionera en la creación del primer eje ferroviario transversal de nuestra comunidad autónoma.
Todos sabemos que cada sociedad tiene que encontrar su propio camino hacia la construcción  de su vía verde y que nuestro modelo no  es una receta o una panacea para solucionar los problema de otros. Sin embargo, si puede servir como testimonio vivo  de que  la gente corriente cuando se compromete con tenacidad, constancia y, sobre todo, paciencia, puede conseguir la meta que se proponga.



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