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jueves, 11 de abril de 2019

150 AÑOS DE FERROCARRIL EN BELMEZ – EL LIBRO

Uno de los objetivos que nos proponíamos cuando creamos nuestra asociación era el de promover el conocimiento de todo lo relacionado con la minería, la industria y los ferrocarriles de esta cuenca, y qué mejor que publicando libros sobre ello.
Hace un año, por estas fechas, anunciábamos una serie de actividades conmemorativas de los 150 años de la llegada del ferrocarril a la cuenca del Guadiato, que culminan ahora con la publicación del libro “150 años de ferrocarril en Belmez”, con el que se pretende hacer un repaso de la historia de las cinco líneas férreas que recorrieron la comarca.
En los últimos años se han publicados libros que tratan de cada una de ellas, pero esta obra pretende añadir más información y datos que quedaron fuera de esos libros.

Para llevar carbón a los centros de consumo, en 1868 se abrió la línea de Almorchón a Belmez y cinco años después la de Belmez a Córdoba.
Por la necesidad de transportar el carbón desde las minas a los lavaderos y estaciones se construyó en 1887 el ferrocarril minero a Santa Elisa, origen del que años después se conocería como La Maquinilla, desde Cabeza de Vaca, en Belmez, hasta El Porvenir de la Industria, en Fuente Obejuna, pasando por el Cerco Industrial de Peñarroya.
En 1895, la SMMP construyó la línea de vía estrecha desde Fuente del Arco, para el suministro de mineral de plomo a la Fundición de Peñarroya. Al mismo tiempo esta sociedad construía una línea de Puertollano hasta San Quintín, por lo que se propuso la unión de Puertollano con Peñarroya con un ferrocarril de ancho métrico, lo que se consiguió finalmente en 1927.
El ferrocarril en sí mismo y las relaciones entre las compañías propietarias (SMMP, MZA y Ferrocarriles Andaluces) influyeron decisivamente en la economía y la sociedad de la cuenca minera durante décadas, dedicando este libro varios capítulos tanto a las vicisitudes surgidas en la construcción de las líneas, como a diversos aspectos directamente relacionados con el ferrocarril en sus primeros años: relaciones económicas, urbanismo, comunicaciones, política, movimiento obrero, etc.

Una de las novedades del libro: Ofrecer en color imágenes que hasta ahora solo se conocían en blanco y negro
Como no puede ser de otro modo, también se ocupa de describir cómo evolucionaron los viajes en tren a lo largo de estos 150 años, con numerosos testimonios de sus usuarios, analizando los recorridos, los tiempos que se invertían en estos viajes, los trenes utilizados y las tribulaciones de los viajeros.
La nacionalización de las líneas supuso un cambió en la gestión de las líneas y una relativa mejora en los trenes, pero no acabó con los problemas que tenían desde hacía años, dedicándose varios capítulos a repasar esta evolución en la segunda mitad del siglo XX y la decadencia del transporte por ferrocarril.
Un capítulo se dedica exclusivamente a las estaciones y casetas. Otro, al transporte por carretera, su evolución y su relación con el transporte ferroviario. Y otro, al uso que en esta comarca se dio al ferrocarril durante la sublevación cantonalista de 1873, la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil.   
Aspectos tan variados como el ocio (ferias, fútbol, toros, etc.), el comercio de todo tipo de productos y la sanidad, también tienen sus correspondientes apartados, sin olvidar el transporte de productos agrícolas y ganaderos.
Por último, se explica el cómo y el porqué del cierre de estos ferrocarriles y el uso final de la línea Almorchón-Belmez-Córdoba como tren del carbón.
En sus casi doscientas páginas se recopilan más de trescientas fotografías y documentos que, sin duda, hacen muy didáctico su contenido y más apetecible su lectura.  

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