Área de descanso de la V.v. de Fuente Obejuna. Buen trabajo el
realizado este año a través del PFEA 2018, un trabajo que ya
empieza a ser estropeado por unos pocos ciudadanos
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Desde que pusimos en marcha el movimiento pro-vías
verdes en el Valle del Guadiato, allá por el año 2011, los tres municipios
implicados, Belmez,
Peñarroya-Pueblonuevo y Fuente Obejuna, han seguido caminos parecidos
desde el punto de vista económico y técnico en lo que se refiere a la recuperación de sus viejos trazados
ferroviarios como vía verde. Los respectivos Ayuntamientos han recibido cantidades de dinero proporcionales en
relación a la población y número de
kilómetros de Vía verde en término municipal que han sido
invertidas en el acondicionamiento de la plataforma ferroviaria, la instalación de material de seguridad, equipamiento estándar y recuperación de edificios.
De este modo, existe una cierta homogenización de todos los tramos recuperados.
No obstante, es el factor humano,
es decir, el uso que los ciudadanos de las respectivas localidades hacen de
ella donde se dan importantes diferencias. Si bien en las dos localidades
hermanas y mineras unidas por la Vv. de La Maquinilla el vandalismo es casi
residual, en la de Fuente Obejuna lo habitual es encontrar señalización rota, vallas
de seguridad y pivotes de limitación de tráfico arrancados, vehículos industriales, motocicletas y
turismos en el interior de la ruta y un
sinfín de destrozos que culminaron hace unas semanas con la
rotura de los columpios para niños ubicados en el área de descanso inaugurada
recientemente en el último Plan PFEA.
Ciudadanos que no se adaptan a los nuevos usos de los caminos públicos
Señalización arrancada y recolocada con pocos medios
pero con buena intención
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Todo ello no hace sino poner de manifiesto el enorme rechazo o fobia que parte de la población adulta de esta localidad tiene contra este tipo
infraestructuras en su territorio. Así, mientras en Belmez y en
Peñarroya-Pueblonuevo, todo el dinero se dedica a ampliar la vía verde y
mejorar servicios año tras año, en Fuente Obejuna, desgraciadamente, una parte se tiene que gastar en reponer lo roto en el año anterior, lo
que supone un lastre para ulteriores ampliaciones o mejoras.
La fobia de algunos estúpidos a la Vía Verde en Fuente Obejuna
esta señalización es despegada año tras año
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Lógicamente, no hemos hecho un estudio que trate de explicar este comportamiento autodestructivo,
pero nuestra experiencia nos dice que este problema tiene mucha relación, por
un lado, con el medio de vida de este
municipio, basado en la agricultura y la ganadería, que promueve hábitos de apropiación ilegal del medio público de carácter rústico basado en un concepto de superioridad economicista en el uso propio por encima de otros en caminos, sendas y rutas en general y, por otro
lado, con el lógico déficit de cultura minera
o ferroviaria que lleva a la gente a no
valorar paisajes de esta tipología y, por tanto, a no
conmoverse ante la destrucción de un patrimonio
que no lo consideran como tal.
¿Qué hacer ante la gravedad de esa
situación? ¿Continuar gastando dinero año tras año en la ruta hasta que quienes
perciben como una amenaza la vía verde asuman la inevitabilidad del trazado?
¿Perseguir hasta castigar a los autores
de los destrozos con los escasos medios policiales y guardia civil de que
disponen nuestros Ayuntamientos? ¿Vigilar una ruta que se encuentra a varios kilómetros del casco
urbano en uno de los pueblos con mayor término
municipal y con una de las redes de caminos más densa de la provincia?
Una ruta que algunos no quieren que sea de todos
Valla partida a propósito
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Sinceramente, la solución sólo
puede venir de un sitio: la educación, en colegios e institutos. Transmitir a
las nuevas generaciones, a los hijos y nietos de quienes perpetran este tipo de atentados contra el Patrimonio que todos podemos convivir en el entorno rural y que en “el campo” caben nuevos y rentables usos, además de la caza, la ganadería o la agricultura es un
deber de la Escuela Pública y concertada, además de la sociedad civil.
En Belmez y en
Peñarroya-Pueblonuevo, la Asociación La Maquinilla en colaboración con sus
Ayuntamientos ha llevado a cabo importantes programas de sensibilización en los
Centros Educativos basados en talleres, actividades extraescolares y la
integración de contenidos programáticos en determinadas asignaturas que han
dado como resultado que la Vía Verde de La Maquinilla sea hoy uno de los puntos
más concurridos de los respectivos municipios y uno de los más respetados por
sus ciudadanos.
Columpios arrancados. Existe un grupo de ciudadanos en esta
localidad que considera que un bien público como la vía verde es
de su propiedad
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De estos factores que hemos
descrito y no tanto del dinero invertido, dependerá que la Vía Verde de Fuente
Obejuna llegue a ser un referente ecoturístico
andaluz, tal y como lo es hoy la ruta de La Maquinilla, o que siga siendo un camino cualquiera,
expoliado, usurpado y al servicio de una minoría empoderada de estúpidos y analfabetos.
Conocemos la existencia de varias
asociaciones de senderistas y colectivos BTT que defienden los caminos públicos del municipio
que no dan abasto para proteger lo que tienen y somos conscientes de la
preocupación en el Ayuntamiento mellariense por estos comportamientos y su
falta de medios. Por ello, el colectivo de La Maquinilla se ofrece para
coordinar junto a ellos un programa
educativo a corto, medio y largo plazo para cambiar estas conductas vergonzosas y, lógicamente, que dan una imagen impropia de un municipio culto y avanzado, como lo es Fuente Obejuna.
Rodadas en la plataforma que demuestran
que es habitual el paso de vehículos en la Vía
Verde de Fuente Obejuna
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Comparto, porque esto se debe saber. A ver si cambia el tono de los ciudadanos de la comarca y dejan que esto fluya. Enhorabuena Rubén, a seguir dando caña!!! Yo la voy dando desde canarias😉
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