A la hora de recuperar nuestro
Patrimonio Industrial nuestro colectivo siempre ha apostado por tender hilos de
conversación entre sociedad civil,
ciudadanos corrientes y autoridades, buscando siempre el mayor consenso posible
para encontrar soluciones efectivas y duraderas. Con este objetivo organizamos
en 2015 una primera mesa redonda monográfica sobre el Cerco
Industrial, que contó con la inestimable participación del Alcalde de Peñarroya-Pueblonuevo. Aquel primer
foro fue todo un éxito de participación del que
se extrajeron jugosas conclusiones
y se tomaron importantes decisiones, entre las que destacamos que El Cerco y su
situación ya es un asunto importante para la ciudadanía Peñarroya-Pueblonuevo
y que urge su puesta en valor como
referente del municipio. En este sentido, el Ayuntamiento se comprometió a la creación de una mesa local de Patrimonio
y anunció que el BIC para el Cerco iba a ser una realidad en muy poco tiempo.
Hoy en día, comprobamos con orgullo cómo el BIC para el
Cerco Industrial es una realidad y que juntos hemos conseguido que nuestro
Patrimonio Industrial alcance el nivel de protección a la altura de su
importancia. Sin embargo, quienes nos dedicamos a esto seguramente hemos
olvidado que la parte crucial de su supervivencia
consiste, precisamente en saber qué queremos hacer con él, cual es el uso que
queremos darle, cómo lo haremos nuestro, cómo lo re-habitaremos ¿Queremos que
sea un espacio cultural exclusivamente? ¿Un área arqueológica-turística? ¿Un espacio
de ocio? ¿Tal vez industrial? ¿Sede de equipamientos públicos? En ese caso,
¿cuáles? ¿Una mezcla de todo lo anterior? ¿Cómo se articula un diálogo entre todas las partes en concurrencia para
no malograr el resultado final?
Es decir, hemos encontrado la
fórmula para garantizar el futuro del
Cerco, al menos administrativamente, pero
aún no hemos respondido a la pregunta de
cómo será el Cerco del futuro.
Es por ello que urge inaugurar cuanto antes entre nuestra ciudadanía un debate sobre las utilidad de este territorio,
respetando, por supuesto, su valor estético e histórico; de la capacidad que
tengamos las personas e instituciones locales para construir un proyecto
unitario, rico, flexible, autónomo e inclusivo para el Cerco Industrial
dependerá en gran medida el mantenimiento de su esencia como estructura espacio
temporal y que se convierta en el principal activo del municipio, que es lo que
debería ser su destino final.
Por tanto, cualquier iniciativa
que vaya dirigida, precisamente a reflexionar sobre esta cuestión es pertinente y
de agradecer.
Con motivo del la celebración el
Centenario del Almacén Central/Complejo Pierre Rousseau UdPñ organiza una
jornada de discusión sobre el futuro del Cerco. Paralelamente, expone diversas
propuestas de recuperación e ideas que
podrían ser la espita de ese diálogo que nuestra sociedad tiene poner en marcha
cuanto antes.
Nuestro colectivo colaborará, en
primer lugar, porque pensar en el futuro de nuestro principal monumento nos
apasiona y, en segundo lugar, porque
hablar del Cerco nunca es una pérdida de tiempo, en contra de lo que una
mayoría cada vez más minoritaria cree.
La sociedad peñarriblense todavía
necesita este tipo foros de discusión en su proceso de
maduración patrimonial, y especialmente
aquellos que se realizan desde el enfoque
del optimismo. Éste es uno de ellos.
Si estás cansado de hablar o escuchar sobre
lo que fue el Cerco, el día dos de Diciembre UdPñ te invita a pensar en el Cerco del mañana. A-cércate. Queremos conocer tu
opinión.
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